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Promocion Sangrienta o Prom Night es una película canadiense de 1980 del género de terror, dirigida por Paul Lynch, protagonizada por Leslie Nielsen y Jamie Lee Curtis en los papeles principales. La música original fue compuesta por Paul Zaza y Carl Zittrer. Fue nominada a dos de los Genie Awards que otorga la Academy of Canadian Cinema & Television.
En el vasto y macabro universo del cine slasher, Promoción Sangrienta (1980) emerge como un testimonio de las ansiedades juveniles y las tensiones sociales propias de su tiempo, al mismo tiempo que se inscribe en una tradición fílmica donde la violencia y el horror son alegorías del castigo moral. La cinta, dirigida por Herb Freed, se adentra en el terreno turbio de los miedos adolescentes, colocándolos en un marco de decadencia cultural y una creciente desconfianza hacia las instituciones, en este caso, la sacralizada experiencia del baile de graduación.
Como pieza representativa del subgénero slasher, Promoción Sangrienta refleja los códigos característicos que dominaron el horror de finales de los 70 y principios de los 80: un asesino enmascarado, un grupo de jóvenes en los momentos cúspide de su transición a la adultez, y una serie de brutales asesinatos que sirven como catarsis y castigo simbólico. Sin embargo, lo que diferencia esta obra de otras películas de terror contemporáneas es la tensión psicológica que recorre la trama, en la cual el asesino se mueve con una precisión casi ritual, desatando un festín de sangre sobre lo que, tradicionalmente, debería ser una celebración del éxito académico.
El baile de graduación, ese evento icónico en la vida estudiantil americana, se convierte aquí en un escenario de purga y violencia, donde las dinámicas de poder juvenil y las sombras del pasado se entrelazan. Bajo la apariencia de una historia de venganza, Promoción Sangrienta logra articular un subtexto mucho más profundo, cuestionando las expectativas sociales impuestas a los jóvenes y la fragilidad de las instituciones educativas, símbolos de un futuro prometido que se desmorona.
Este filme, al igual que otros de su tiempo, refleja no solo una fascinación por el terror gráfico, sino también una crítica implícita a los mecanismos sociales que alimentan la opresión, el deseo y el miedo. En su trasfondo, Promoción Sangrienta no solo es una película de horror: es una obra que permite vislumbrar las ansiedades colectivas de una sociedad que, bajo el velo del progreso, esconde sus propias pulsiones destructivas.
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LA PELÍCULA | CRÍTICA | PROMOCIÓN SANGRIENTA
Relato de terror con el clásico asesino en serie que va sembrando el terror por una universidad que está a punto de celebrar el baile de fin de año. La película no engaña a nadie y ofrece lo que se espera de ella, jóvenes alocados pensando en perder la virginidad y muerte, ninguna complicación añadida, con la presencia estelar de una joven, Jaime Lee Curtis, que se convertiría, en un futuro, en estrella principal de este tipo de producciones.
El argumento de la película es lineal y simple, como la finalidad de sus personajes, jóvenes adolescentes incautos que sólo quieren pasarlo bien, despreocupados de lo que les puede ocurrir. El inicio de la película deja claras las bases y condiciones del argumento, eliminando cualquier atisbo de suspense. Una niña sufre un accidente en un colegio, y los responsables de su muerte irán cayendo uno a uno en su adolescencia. Blanco y en botella que diría el otro. Parte de una idea excesivamente sencilla e incluso simplista, pero a partir de ese punto de partida, logra mantener el interés del espectador, con relativa facilidad, gracias a la constante sensación de peligro que rodea a los personajes principales.
Las interpretaciones quedan muy lejos de algo reseñable, con los clásicos jóvenes ilusionados por participar en cualquier película, sea cual sea su argumento y su finalidad. Los responsables de la película emplean mucho el aspecto visual de los 60 y 70, jugando con el destape habitual de este tipo de producciones, pero ofreciendo mucha menos carne de la que se espera de ella. Destaca la participación de Jaime Lee Curtis, después de su participación en la que le sirvió para ganar la fama en La noche de Hallowen en un papel similar, donde interpreta a una joven adolescente en apuros. Su interpretación no es para echar cohetes, pero su presencia, sirvió para potenciar su participación en este tipo de producciones de terror que a la postre le darían la fama.
El desarrollo del argumento es previsible y se deja ver con facilidad, apoyándose en un empleo de la cámara torpe y poco cuidado, con el clásico empleo de brillos del cine de los 70, con ese toque que despierta la añoranza de esa época.
«Noche de graduación» debió su fama a chupar del bote del descomunal éxito de «Halloween» (prueba de ello es la presencia de la reina del grito Jamie Lee Curtis) principalmente y al de otras películas como la magnífica «Carrie» o «Fiebre del Sábado noche».
Sin embargo el director supo jugar bien sus cartas y acabó dando a luz un proyecto altamente notable y gratificante. Aunque como ya he dicho bebe de influencias claras a su vez «Prom Night» creó las suyas propias convirtiéndose a su vez en un film precursor de la moda slasher que tanta fama tendría en los ochenta, década en la que aparecieron películas de esta misma temática muy satisfactorias que con el paso del tiempo han llegado a catalogarse como clásicos.
«Prom Night» es un clásico, un film precursor (como ya he dicho) y una buena película de terror sin mayores pretensiones. No estoy de acuerdo con los que dicen que las actuaciones son malas, yo creo que cada actor está bastante correcto en su papel (tampoco es que los papeles sean nada del otro mundo, pero cada uno cumple), por supuesto la mejor es Jamie Lee Curtis demostrando por qué fue catalogada como una musa del terror de la época. El más desaprovechado sin lugar a dudas es Leslie Nielsen, es una gran pena que su personaje no sea explotado como debía, ya que pasa bastante desapercibido. Pero por lo demás la película es muy correcta. El principio es buenísimo y angustiante. En el desarrollo la acción se toma su tiempo en ocurrir, pero el ritmo no decae, la historia nos permite conocer a los protagonistas, su drama, sus intenciones,… el clímax es muy bueno, la ambientación es excelente, la atmósfera consigue ser aterradora por momentos (me parece grandiosa la puesta en escena con el ambiente de la discoteca, el asesino dando caza a sus víctimas con la música estridente de fondo), la fotografía es muy aceptable, la historia engancha, está bien llevada y entretiene y el final no defrauda. Sí que se echa en falta algo de sangre en los asesinatos, que es el apartado que más defrauda tratándose de un slasher, pero tampoco es tan imprescindible, la película remonta en otras cuestiones (de hecho «Halloween» es un magnífico clásico slasher y no aparece ni una gota de sangre en todo el film).
En definitiva un pequeño clásico muy disfrutable, entretenido y digno de ser visionado. Una pequeña joya muy superior a los enormes bodrios que se hacen hoy en día.
- Puntuación: 6.5
Argumento:
En 1974 cuatro niños de 12 años de edad -Wendy Richards, Jude Cunningham, Kelly Lynch y Nick McBride- están jugando al escondite en una vieja escuela abandonada. Los niños comienzan a intimidar a la niña Robin Hammond de 10 años, causándole su muerte tras caer desde una ventana. Los niños hacen un pacto para no decírselo a nadie, pese a que fue un accidente. Sin embargo, alguien fue testigo de lo ocurrido.
Seis años más tarde, la familia de Robin conmemora el aniversario de su muerte. Los adolescentes Alex y Kim Hammond, hermanos de Robin, se están preparando para el baile de la escuela, que se celebra esa noche. Durante el día, Kelly, Jude y Wendy reciben llamadas telefónicas obscenas. Kim (Jamie Curtis) y su novio Nick deciden ir al baile juntos, mientras que Jude irá con un fumador de marihuana indolente, llamado Seymour «Slick» Crane. Wendy no tiene otra opción que ir con el rebelde de la escuela, Lou Farmer. Trás cambiarse de ropa después de la clase de gimnasia, Kim y Kelly descubren en el vestuario que el espejo está severamente resquebrajado.
Mientras tanto, el teniente McBride (el padre de Nick) investiga la fuga de un maniático homicida de su unidad de rehabilitación a través de la ventana. Durante la graduación, Kim y Nick realizan un número de baile juntos. Kelly y su novio, Drew Shinnick, se preparan para tener relaciones sexuales en el vestuario de la escuela, pero Kelly decide que ella no está lista. Drew la deja, enojado y molesto. Mientras Kelly se viste, el asesino enmascarado la sorprende y le corta la garganta.
Jude y Slick a su vez tienen relaciones sexuales en una camioneta fuera de la escuela, siendo observados al mismo tiempo por el asesino de Kelly, que luego mata a Jude. Slick pelea con el asesino mientras conduce la camioneta. El asesino salta fuera de la camioneta, que termina cayendo a un acantilado y explota, matando a Slick.
Wendy es atacada por el asesino y es perseguida a través de la escuela. Finalmente es asesinada con un hacha. El teniente McBride es informado de que el maniático que él estaba investigando ha sido capturado. Kim y Nick se preparan para ser coronados rey y reina de baile. Lou y sus acólitos atan a Nick, ya que Lou planea ser el rey. El agresor se cuela detrás de Lou (pensando que es Nick) y lo decapita.
El impulso del golpe hace que la cabeza de Lou ruede por la pista de baile. Los estudiantes son testigos y huyen. Kim encuentra y desata a Nick sólo para ser atacados por el asesino. Después de una lucha, Kim golpea al atacante en la cabeza con su hacha. Por un momento ella y el asesino están frente a frente, y Kim descubre quien es realmente. El asesino trata de huir, pero la policía llega justo a tiempo y dispara contra él. Kim les grita que no lo hagan. El asesino cae al suelo y se revela que es Alex, el hermano gemelo de Robin. Alex llora y les dice que los responsables de la muerte de su hermana fueron Jude, Kelly, Wendy y Nick. La película termina con Alex llorando y diciendo el nombre de Robin varias veces. Kim suelta una lágrima por la muerte del hermano.
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