Videoclub gratis | Star Odyssey (1979): el delirio cósmico del cine exploitation italiano sobre Star Wars
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El cine de explotación italiano ha sido, desde sus orígenes, una máquina de oportunismo cinematográfico, un ecosistema en el que los éxitos de Hollywood eran absorbidos, transformados y regurgitados con un encanto caótico e inimitable.
Star Odyssey (1979): el delirio cósmico del cine exploitation italiano
El cine de explotación italiano ha sido, desde sus orígenes, una máquina de oportunismo cinematográfico, un ecosistema en el que los éxitos de Hollywood eran absorbidos, transformados y regurgitados con un encanto caótico e inimitable. Entre los muchos ejemplos de esta práctica, Star Odyssey (1979) emerge como una de las imitaciones más descabelladas y desvergonzadas de Star Wars (1977), con un enfoque que mezcla la space opera con la estética pulp más desmadrada.
El reflejo distorsionado de una galaxia lejana
Dirigida por Alfonso Brescia (bajo su seudónimo anglófono Al Bradley), Star Odyssey es la última entrega de una serie de películas espaciales que el cineasta realizó a finales de los años 70, todas ellas con presupuestos exiguos y una osadía visual que oscilaba entre lo rudimentario y lo psicodélico. La trama es un delirio futurista que sigue a un grupo de héroes en su intento de detener a un malvado conquistador intergaláctico, el cual ha adquirido la Tierra en una subasta cósmica y planea esclavizar a la humanidad.
La historia, que a priori parece una reinterpretación burda del conflicto central de Star Wars, se desarrolla en una suerte de universo paralelo donde los efectos especiales parecen haber sido sacados de un espectáculo de feria. Los robots, en lugar de ser androides de diseño sofisticado, son figuras antropomórficas con cascos de motociclista y guantes de goma; los decorados remiten más a una ópera espacial de bajo presupuesto que a los mundos creados por George Lucas.
Un desfile de excentricidades y una estética de feria galáctica
Lo que hace de Star Odyssey una obra fascinante, pese a su calidad cuestionable, es su estética y su ejecución. El cineasta Alfonso Brescia, conocido por su velocidad de producción y su falta de escrúpulos a la hora de capitalizar las tendencias de la época, llena la película de ideas disparatadas: espadachines telepáticos, alienígenas con bigotes setenteros, y secuencias de acción que desafían cualquier lógica cinematográfica.
El diseño de producción parece una extraña fusión entre los seriales de ciencia ficción de los años 50 y la imaginería disco, con un uso de colores saturados y efectos visuales rudimentarios que, lejos de evocar el impacto de Star Wars, remiten más a un espectáculo de teatro amateur con ambiciones intergalácticas. Ver gratis Star Odyssey (1979)
¿Cine basura o cine de culto?
Es fácil desestimar Star Odyssey como un simple intento fallido de emular a Star Wars, pero su valor reside precisamente en su ineptitud técnica y en su falta de pretensiones artísticas. Es un filme que no busca esconder sus limitaciones, sino que las abraza con un entusiasmo casi infantil. En este sentido, Star Odyssey se inscribe en la tradición del cine basura que con el tiempo ha sido reivindicado como cine de culto, al igual que las obras de Ed Wood o el turkish Star Wars (Dünyayı Kurtaran Adam, 1982).
El cine de explotación italiano de los años 70 y 80 ha dejado un legado de copias descaradas que, vistas hoy, poseen un encanto único. Star Odyssey no es una película que deba verse esperando efectos especiales deslumbrantes o una trama bien estructurada, sino como una obra que encapsula una era en la que el cine comercial y el cine trash convivían en una simbiosis imposible.
Conclusión: un testimonio de la desvergüenza cinematográfica
En última instancia, Star Odyssey es un monumento al cine de imitación, una película que en su torpeza técnica encuentra una cualidad casi onírica. No es una obra maestra, ni siquiera una buena película en términos convencionales, pero es una experiencia que encapsula el espíritu del cine de explotación italiano en su estado más puro: audaz, absurdo y completamente despreocupado por la coherencia.
Ver Star Odyssey hoy es sumergirse en un universo alternativo donde el cartón piedra sustituye a la ciencia ficción y donde la ingenuidad se convierte en la fuerza motriz de la narrativa. Un viaje, sin duda, para los más aventureros del cine de culto.
