Pottsville, un pequeño pueblo del Estado de Idaho, rehúye de las consecuencias deparadas en el residuo de vertidos radioactivos de una Central cercana. Pero la desaparición de algunos de sus habitantes ponen en alerta al sheriff Mortimer (Bill Osco) y al ingeniero nuclear Garson Jones (Martin Landau) que tendrán que enfrentarse a una deforme criatura, mientras que el alcalde Gordon (Jose Ferrer) y su puritana mujer Virginia (Ruth Buzzi) mirarán por otro lado celebrando un Domingo de Pascua basado en los principios de la Moral y el Conservadurismo.
Divertida aunque algo aborrecible cinta de terror de segunda (el gore escasea en comunión con la ausencia de sustos) que reunió a un reparto de veteranos que van desde Martin Landau (Delitos y Faltas; Ed Wood); José Ferrer (Cyrano de Bergerac) y Dorothy Malone (Ángeles sin Brillo), frente a unos actores más jóvenes por desconocidos. Para los aficionados al género, no es que la película impresione demasiado, pero como viejo estuche de serie B ochentero deja un pequeño regusto de entretenimiento lo suficientemente soportable como para matar ochenta minutos de tiempo un sábado o domingo por la tarde.
“The Being” se estrenó en España con el título de “El Ser”, por lo que no hay que confundir con el título que realizó en 1982 Sebastian d´Arbó en una barata exhibición de fenómenos paranormales a lo “The Entity”.
Una de las imitaciones de «Alien» más cutres que se haya visto nunca, aunque al menos las actuaciones son muy decentes, destacando sobretodo a Martin Landau, un gran actor. El argumento es bastante simple y no está muy bien explicado, pero en el fondo todo esto no importa mucho, porque la película va al grano de principio a fin : El monstruo radioactivo de turno (que no se sabe muy bien de donde ha salido), que habita en agujeros bajo tierra, y se dedica a atacar ferozmente al primero que ve delante suyo. Sustos, gritos, algo de sangre, y un monstruíto no muy bien hecho pero que tiene su gracia..
Así pues, el entretenimiento está garantizado en este simpático bodrio de serie B (o más bien C).
Recomendable si no sois exigentes y si no os la tomáis en serio.