Imaginativa y visual película de terror dirigida en 1977 por el maestro del horror mexicano J. L. Moctezuma (1932-1995) colaborador del no menos legendario Jodorowsky, y que con tan solo cinco películas en su haber, «La mansión de la locura» (1973), «Mary Mary Bloody Mary» (1975), «Alucarda, la hija de las tinieblas» (1977), «Matar a un extraño» (1985), y «El alimento del miedo» (1994) esta considerado una autentica leyenda dentro del genero de terror mexicano, y no es para menos, su cine, es todo un viaje a las profundidades de la psique humana.
«Alucarda» es un verdadero ejercicio de locura visual enfermiza, envuelta en una atmósfera opresiva y asfixiante, una película que genera autentico malestar en el espectador creándole una sensación de agobio y desesperación ante el inquietante y perturbador espectáculo del que es testigo.
Basándose en el relato «Carmilla» (1872), del escritor irlandés Joseph Thomas Sheridan Le Fanu (1814-1873) y con ciertas reminiscencias a la sensacional «The Devils» («Los demonios», Ken Russell, 1971) e incluso a «Los amantes del vampiro», («Vampire Lovers», Roy Ward Baker, 1970), Moctezuma consigue ejecutar la que muy probablemente sea su mejor obra, o cuando menos la más conocida.
Una sorprendente y terrorífica cinta que 35 años después sigue conservando toda la vigencia y la fuerza de los irrecuperables años setenta y que pone en claro manifiesto una máxima muy sencilla y simple, cuando las cosas se hacen con gran amor y pasión el resultado es absolutamente sorprendente.
Película transgresora, no apta a todos los públicos, con grandes dosis de sadismo, erotismo y satanismo y que en su fondo encierra una feroz critica al hipócrita sistema religioso dejando en evidencia la estupidez e inutilidad de sus argumentos.
A destacar la excelente ambientación y localización, de gran colorido y fuerza, así como la legendaria interpretación de Tina Romero, verdaderamente brillante en el papel de «Alucarda», personaje fascinante y de gran belleza física, y que juntamente con Susana Kamini como «Justine», Claudio Brook como «Dr. Oszek», David Silva como «Padre Lázaro», etc, etc… conforman el resto del reparto.
Un título que te avasalla de principio a fin, dejando sin respiración al espectador y que forma parte del mejor cine de terror facturado en México durante los años setenta.
Recomendable a todos los amantes del genero y a los seguidores del cine de terror setentero.
Y finalmente, quisiera destacar «Alucardos, retrato de un vampiro» (2011), un excelente documental dirigido por Ulises Guzmán y que nos cuenta la sorprendente historia de Lalo y Manolo, dos seguidores y admiradores de la obra J. L. Moctezuma.