Este producto televisivo surgió en una época en que las «Monster Movies» de los años noventa gozaban de gran popularidad, dominando la taquilla, los videoclubes, los programas de entretenimiento, e incluso el mercado de juguetes. Desde series hasta largometrajes, los 90 fueron sin duda una era dorada para el cine de criaturas monstruosas.
«ADN» es un filme de menor categoría que, sin embargo, no deja de tener méritos. Es cierto que toma prestados muchos elementos de «Depredador», llegando al punto de replicar de manera simplista la escena de la batalla final de la obra de John McTiernan.
Una de las fortalezas del filme radica en el aprovechamiento de su entorno, ya que fue rodada en Filipinas, lo que aporta autenticidad a las localizaciones selváticas. El uso de CGI, aunque limitado, cumple su cometido, llegando incluso a ofrecer momentos en los que la criatura luce de manera impresionante. La mayor parte del tiempo, la criatura es un traje que recuerda a los de la serie «Mutroniks», y se aprecia el esfuerzo en realizar escenas con helicópteros, explosiones, e incluso las actuaciones de Mark Dacascos, todo ello dentro de las restricciones presupuestarias.
La criatura (Balacau), a pesar de ser en su mayoría un traje de apariencia algo ridícula —una mezcla entre un cocodrilo, una mantis religiosa y el xenomorfo de «Alien»—, logra en algunas escenas, gracias a un CGI modesto, proyectar una imagen más decente. Curiosamente, la criatura ofrece la actuación más destacada del filme.
Argumentalmente, la película adolece de situaciones previsibles, un interés romántico inexistente, y actuaciones que carecen de convicción y personalidad. Se torna tediosa a medida que el misterio se disipa a mitad del metraje, dejando vacíos que ni la falta de carisma de los personajes ni la ausencia de tensión sexual logran llenar, haciendo que la película se sienta pesada y sin suficiente acción.
Uno de los aciertos es la gestión de los costes, visibles en la falta de iluminación, grabaciones nocturnas, muertes fuera de cámara, y un uso moderado de la sangre. Sin embargo, el clímax, que imita la icónica secuencia final de «Depredador» (incluso la banda sonora de los créditos finales parece una versión simplificada de la de Predator), deja la sensación de que la película pudo haber alcanzado un nivel superior.
Sinopsis:
En lo más profundo de la selva tropical, un equipo de científicos descubre los restos fosilizados de una criatura antigua, ocultos entre las ruinas de una civilización olvidada. Al extraer ADN de estos huesos, el equipo logra recrear una forma de vida gemela. Sin embargo, para completar su experimento, necesitan una enzima compatible, dando inicio a una peligrosa búsqueda.
ADN es una película de serie B, lanzada en 1997, protagonizada por Mark Dacascos, un actor y artista marcial reconocido por participar en producciones de baja calidad. La trama gira en torno a una criatura creada genéticamente que desata el terror en una selva tropical, pero Mark Dacascos se aventura a detenerla. Aunque la película es indudablemente mediocre, no llega a ser una experiencia insoportable. De hecho, contra mis expectativas iniciales, logró entretenerme sin resultar aburrida ni excesivamente desagradable.
A pesar de que la película me mantuvo entretenido, no es digna de alabanzas. Estoy acostumbrado a ver películas de todo tipo, desde serie B hasta serie Z, y algunas resultan ser tolerables, como en este caso. Existen ciertos paralelismos con Depredador, ya que esta película parece una versión mal ejecutada y de bajo presupuesto de ese clásico. Algunas escenas, como el enfrentamiento final en la jungla o la trampa con un tronco que intenta emular lo que hizo Schwarzenegger, evidencian una clara referencia, aunque en este caso, la trampa resulta inútil, aunque se aprecia el guiño.
El filme abunda en tiroteos y explosiones, aunque durante gran parte de la trama los protagonistas se enfrentan a otros antagonistas humanos, relegando a la criatura a un segundo plano, para luego retomarla en el clímax final. Las muertes son simples y el diseño de la criatura es francamente deficiente, complementado por efectos especiales mediocres, algo que no sorprende dada la naturaleza del proyecto. Sin embargo, considerando que se estrenó en 1997 y pertenece al género de serie B, sus efectos especiales son superiores a los de algunas producciones actuales.
No me encontraba bajo ninguna influencia cuando vi la película, simplemente me pareció entretenida, y eso es todo. He presenciado obras mucho peores, como Sharknado o Lavalantula, pero a diferencia de esas, ADN no me provocó náuseas ni disgusto. Es una película mediocre, pero soportable, por lo que le otorgo una calificación de 5/10, que, para una producción de este tipo, es bastante generosa.