El gran halcón (Hudson Hawk, 1991), dirigida por Michael Lehmann y protagonizada por Bruce Willis, es una obra singular dentro de la comedia de acción, caracterizada por su tono irreverente y su fusión de elementos narrativos que oscilan entre el cine de aventuras y la sátira. La película sigue a Eddie Hawkins, alias Hudson Hawk, un ladrón recién liberado de prisión que se ve envuelto en un complot global para robar obras de arte relacionadas con los diseños de Leonardo da Vinci, presentando una narrativa extravagante y marcada por momentos absurdos.
Recepción en cine y videocultura
En su estreno cinematográfico, la película fue un fracaso comercial y crítico. La propuesta de mezclar humor absurdo con secuencias de acción no logró captar la atención del público ni convencer a la crítica, que la consideró demasiado caótica e inconsistente en tono. No obstante, su distribución en los formatos domésticos de la época, como VHS y Betamax, ofreció una segunda oportunidad para alcanzar a un público más segmentado, el cual comenzó a revalorarla por sus peculiaridades.
En los videoclubs, El gran halcón se benefició de la creciente cultura de consumo casero de cine, especialmente en los años 90, cuando los sistemas VHS y Betamax eran los medios predominantes para acceder al séptimo arte fuera de las salas. Aunque no llegó a convertirse en un fenómeno masivo, adquirió cierto estatus de culto entre aficionados que valoraban su carácter lúdico y autoparódico. Estos entusiastas encontraron en su humor absurdo y en su extravagante estética una experiencia única, distinta de los títulos de acción más convencionales del momento.
La promoción en videocassettes también impulsó el atractivo de Bruce Willis, quien era una figura en ascenso gracias al éxito de Jungla de Cristal (1988) y Luz de luna (1985-1989). Sin embargo, para algunos espectadores, su participación en el gran halcón representó una desviación arriesgada de los roles que lo habían consolidado como estrella. VHS gratis de ‘El Gran Halcón’
Valoración contemporánea
Hoy, la película ha encontrado una especie de redención entre ciertos sectores de la crítica y el público, quienes aprecian su apuesta por lo inesperado y su voluntad de romper con las fórmulas típicas del género. En retrospectiva, su éxito en formatos domésticos se convirtió en un testimonio de cómo el tiempo y la distancia pueden transformar la percepción de una obra, pasando del rechazo inicial a un reconocimiento más indulgente e incluso afectuoso.
La trayectoria de El gran halcón refleja cómo los medios de distribución doméstica, como VHS y Betamax, desempeñaron un papel crucial en la recuperación y revalorización de películas que, en su estreno en cines, parecían destinadas al olvido. Su historia es un recordatorio del carácter cambiante del cine como fenómeno cultural, moldeado tanto por las circunstancias de su tiempo como por las reinterpretaciones que el público y la crítica realizan con el paso de los años. VHS gratis de ‘El Gran Halcón’