Una auténtica locura dentro de la ciencia-ficción y, por qué no, de la comedia. “Dark Star” parodia el clásico de Kubrick “2001: Una odisea en el espacio”, y me pregunto si será ese el motivo por el que le pusieron el “mote” en la traducción en español de “aluniza como puedas”, para pegarles un tiro.
Ese gran director que es John Carpenter hacía sus primeros pinitos en el cine con esta demencial película, mezcla de géneros, con momentos inolvidables, como ese alien que es una traviesa pelota de playa (¡parodia de Alien pero antes de Alien!), esos tipos barbudos que habitan la nave cuya misión no deja de ser absurda (¿hacer explotar planetas que supuestamente lo necesitan?), ese ser viviente que está permanentemente en la cúpula de la nave mirando al infinito, el sabio comandante Powell siempre dispuesto a dar consejos a pesar del pequeño inconveniente de estar muerto y preservado criogénicamente (de lo mejor de la película), negociaciones filosóficas con una bomba (he aquí la culminación de la parodia de “2001”, la otra mejor parte de la película), y seguro que me dejo bastantes cosas.
Dark Star (Estrella Oscura, 1974) supuso el debut del cineasta John Carpenter en el mundo del cine. Aunque para ser exactos, gran parte de Estrella Oscura se rodó cuando John Carpenter, Dan O’Bannon y otros colaboradores del film asistían a la universidad de cine, la USC. Podemos decir que Estrella Oscura es en realidad el proyecto de fin de carrera, con el que Carpenter y compañía estuvieron involucrados más de tres años. La película incluye al citado Dan O’Bannon, el célebre guionista de Alien (Alien, 1979) de Riddley Scott y que conforma el libreto de Estrella Oscura. Amigo de Carpenter durante el rodaje, ambos acabarían peleados posteriormente y su reconciliación resultaría imposible, siguiendo ambos un camino diferente.
En un primera momento la película era más bien un mediometraje de 45 minutos de duración. Sin embargo, el mediometraje era más difícil de comercializar en el 1974 y Carpenter no parecía poder dar salida al filme. Hasta que apareció en escena Jack H. Harris, quien proporcionó a Carpenter los suficientes medios para que la obra tuviera el metraje suficiente como para ser estrenada en una sala de cine (finalmente la película llegaría a los 80 minutos de duración)[1]. Esto se nota profundamente en la película, pues durante muchos momentos el filme provoca la sensación de estar injustamente alargado, introduciéndose en subtramas que no tienen el mínimo interés. Un sacrificio que Carpenter tuvo que cumplir si quería ver su filme estrenado.
La película es hija de su época. La contracultura norteamericana estaba en uno de sus máximos apogeos. No es de extrañar que los pilotos que conducen la nave Dark Star sean totalmente atípicos. Hippies de profusa barba que mantienen una conducta nihilista en una nave que tiene la única intención de ir destruyendo planetas a lo largo del espacio. Entre descanso y descanso, los tripulantes se gastan pesadas bromas y mantienen conversaciones filosóficas. En realidad la película parte de una premisa bastante clara, como es la de parodiar la mítica película de ciencia ficción que en 1968 había rodado Stanley Kubrick. Me refiero, claro está, a 2001: A Space Odyssey (2001: Odisea en el Espacio, 1968).
Los guiños a la película de Kubrick son más que evidentes. Vienen ya desde la primeriza premisa (que fue modificada con el metraje implementado que Harris le obligó a Carpenter a rodar) en la que una de las bombas mantiene un diálogo trascendente con uno de los tripulantes que quiere desactivarla (en la conversación se llega a escuchar conceptos sacados de la filosofía de Descartes). Esta bomba alude inevitablemente al ordenador inteligente HAL 9000, de 2001: Odisea en el Espacio. Pero no se trata de una copia, sino que lo que hace Carpenter es pasar la cultura oficial que existía en la cinta de Kubrick para que tamizada, se convierta en Estrella Oscura, una película que pretende conseguir un público joven y contracultura. La ironía y la sorna son conceptos con los que John Carpenter juega constantemente en la película, que trata de desmitificar la aventura Espacial. Desde luego, nuestros tripulantes parecen de todo menos expertos pilotos espaciales. Por cierto, imposible de no citar la secuencia en la que uno de nuestros personajes toma el sol, guiño indudable a la película de Kubrick.
El Nihilismo y la ironía que plantea el filme no fueron igualmente bien vistos por todo el público. La película tuvo algunos problemas de exhibición (siendo marginada en el circuito comercial). La gente no entendía como gran parte de la película consistía en observar a unos personajes apáticos que se mantenían en silencio durante largo tiempo. Por este motivo Estrella Oscura sólo tuvo éxito en circuitos muy reducidos, como los amantes de la ciencia ficción menos oficial.
Que la película cuenta con un presupuesto reducido es bastante obvio y viene implícito en lo que he comentado anteriormente (un filme de universidad). Por este motivo los efectos especiales resultan bastante rudimentarios. Uno de los detalles más olvidables del filme proviene de esta falta de presupuestos, como es la tediosa secuencia que tiene lugar con la mascota alienígena de la película, que mantiene una pesada pelea con uno de los tripulantes. Una secuencia que el metraje original podría haberse ahorrado sin que la película hubiera notado la más mínima modificación.
El propio Carpenter escribe parte del guión y compone la banda sonora. Esta última denota unos intereses cercanos a los de la película de Kubrick, donde lo importante es representar la soledad que existe en una nave espacial a la deriva, con una gran utilización de ruidos que en realidad se alejan de las bandas sonoras que compondría Carpenter (donde imperaría una melodía) para sus propias películas años más tarde.