Una maestra (Sybil Danning) engaña a un estudiante (Eric Brown) y lo involucra en el plan de enriquecimiento de su marido (Andrew Prine), mismo que es seguido de un asesinato.
La película en sí misma, tiene muchas referencias al cine de los años ochenta (porque precisamente es de esa época). La película se torna en diferentes vertientes y no resulta nada más que un mero producto de entretenimiento que se alquilaba normalmente en los videoclubs.
Podemos encontrarnos con diversos subgénero dentro de la película, como el slasher (películas de psicópatas asesinos matando jóvenes), el cine erótico, el thriller, el terror y la comedia teenager.
Por ello, la película al tener tantos matices diferentes, es imposible que te pueda aburrir.
De todas formas, solo es producto de entretenimiento y que no destaca especialmente en nada. Solo ha que valorar la película como lo que es: una película disfrutable y que hará recordar a la vieja década de los 80. Recomendable, aunque le cuesta establecerse en un género en concreto, aunque la mayoría la califica como un thriiller.
