AMANECER | 1927 ‧ Romance/Drama ‧ 1h 46m
‘Amanecer’ (‘Sunrise’, F.W. Murnau, 1927) es una película irrepetible, única y en ella se encuentras las bases de todo lo que vendría después. Una de esas películas sobre las que todo está dicho, y lo único que podemos hacer ahora es continuar hablando para que su recuerdo no se pierda en la inmensidad de ese cruel invento llamado tiempo. Ahora gratis remasterizada y en HD en Cinematte Flix para poder estudiar una de las grandes obras maestras del cine.
François Truffaut decía que en el futuro los críticos hablarían del séptimo arte sin conocer el cine de Murnau, una aseveración quizá demasiado atrevida o exagerada, pero que poco a poco, como una lenta amenaza, se vierte sobre los nuevos cinéfilos/críticos, contagiados de tanto desorden posterior. En cualquier caso, esta película, bautizada en su momento como la obra maestra del especialista en obras maestras, no deja indiferente a nadie en su primer visionado, uno de esos irrepetibles impactos que todo amante del cine recuerda siempre.
‘Amanecer’ es una historia de enfrentamiento entre el amor carnal y el puro. La fisicidad contra el sentimiento. El mal contra el bien. El film nos muestra ya desde el inicio la infidelidad del hombre, engatusado por los placeres carnales y la loca vida en la ciudad. Sobrevivirá a ese infierno cuando se enfrente a la inocencia de su mujer en el momento de asesinarla, una de las secuencias más terribles que el cine recuerda. La purgación de los pecados del marido, totalmente arrepentido, se dará en la larga secuencia de la ciudad, en la que Murnau no le da la espalda al humor, y que culminará en la vuelta a la granja en una barca que volcará debido a una tormenta que hará que la esposa desaparezca para regocijo de la amante. Sólo un milagro —la película puede verse como tal—, en realidad la tenacidad de un pescador, devolverá a la esposa —una bella Janet Gaynor que ganó un merecido Oscar por su tranajo en este film más ‘El séptimo cielo’ y ‘El ángel de la calle’ (‘Street Angel’, Frank Borzage, 1928)— a los brazos de su marido, que está a punto de cometer un irónico crimen.