¡En qué producciones participa la gente para pagar las facturas!. Una especie cutre de «Horizonte final» donde una entidad en forma de tía buenorra -Tracey Scoggins- se introduce vía programa de descanso en las mentes de los tripulantes de las naves, que acaban matándose por ella. ¿Y si los tripulantes fuesen todos homosexuales o fifty/fifty? Entonces la entidad no lo tendría tan fácil.
Algún pasillo trabajado en ambientación, algunas pantallas realquiladas a «Star Trek: TNG», unas naves espaciales de risa, unos actores de pena. otros interiores parecen rodados en los pasillos de los almacenes de IKEA. A falta de sala de hologramas tipo «Star Trek: TNG», aquí las realidades alternativas que viven los tripulantes, en las que se introduce la entidad, con unas cápsulas de hibernación y una realidad virtual programada que se desarrolla mientras duermen. Algunos desnudos, sexo de garrafón para adolescentes acelerados y poco más.