Mas que un director de cine de acción
Antes del artículo de John McTiernan, visita nuestra lista de mejores directores del cine de acción aquí:
LOS 70 MEJORES DIRECTORES DEL CINE DE ACCIÓN
JOHN «FORD» McTIERNAN
Siempre se dice que de los directores gestados a partir del nuevo Hollywwod es Steven Spielberg el que posee un mayor don para la filmación, es quien mejor uso hace del lenguaje cinematográfico al menos en movimiento. Los planos de Spielberg poseen una audacia especiel y además, no parecen forzados o pretenciosos, es como si de forma natural él supiese mover la cámara al punto exacto de la acción sin que el espectador note ese movimiento. En cambio quizás sea Scorsese el que mejor sabe entender el uso del corte cinematográfico teniendo también un don especial para que ese corte sea brusco o suave, nunca llegue a saturar lo narrado.
Pues bien, hoy quiero sumar un tercer nombre a ese duo de directores que poseen un talento especial para rodar y dar una fuerza o don especial a lo que vemos en pantalla y no, ese nombre no es el de uno de los grandes cineastas reputados de aquella generación sino un nombre vinculado al género llamado John McTiernan.
MÁS QUE UN DIRECTOR DE ACCIÓN
Cuando se trata del mundo de los éxitos de taquilla llenos de acción, pocos directores han dejado una huella tan indeleble como John McTiernan. Con una carrera que abarca décadas, McTiernan nos ha dado algunas de las películas más icónicas y emocionantes de la historia del cine. En esta entrada del blog, profundizaremos en los elementos característicos que definen el estilo cinematográfico distintivo de John McTiernan.
Movimientos dinámicos de la cámara
Una de las características distintivas de la cinematografía de McTiernan es su magistral uso de los movimientos dinámicos de la cámara. Ya sea que se trate de las tomas panorámicas de helicóptero en «Depredador» o las intensas tomas de seguimiento en «Jungal de Cristal», el trabajo de cámara de McTiernan agrega una energía palpable a sus películas. La fluidez de sus movimientos de cámara mejora la experiencia visual general, atrayendo a la audiencia al corazón de la acción de una forma tan natural que nadie ha podido imitar.
Ritmo que aumenta la tensión
McTiernan es un maestro del ritmo, construyendo hábilmente la tensión a lo largo de sus películas. Entiende la importancia de mantener un equilibrio perfecto entre las secuencias de acción intensas y los momentos de suspenso tranquilo. Este ritmo mantiene a la audiencia al borde de sus asientos, anticipando ansiosamente lo que sucederá a continuación. Desde «La caza del Octubre Rojo» hasta «El último gran héroe», la capacidad de McTiernan para controlar el tempo es un elemento clave de su destreza como director.
Fuerte desarrollo del carácter
Si bien McTiernan es conocido por sus explosivas escenas de acción, nunca sacrifica el desarrollo del personaje. Sus películas están pobladas de personajes memorables, cada uno con sus propias personalidades y motivaciones únicas. Ya sea el icónico John McClane en «Jungla» o el enigmático Marko Ramius en «La caza del Octubre Rojo», McTiernan se asegura de que sus personajes sean completos y cercanos, lo que agrega profundidad a la narrativa.
Uso innovador de la tecnología
A lo largo de su carrera, McTiernan ha adoptado e incorporado tecnología de vanguardia en su cine. Desde el uso de innovadores efectos especiales en «Depredador» hasta la avanzada tecnología submarina que aparece en «La caza del Octubre Rojo», las películas de McTiernan a menudo muestran los últimos avances en tecnología cinematográfica. Esta apuesta por la innovación ha contribuido a la calidad atemporal de su trabajo.
Bandas sonoras icónicas
Ninguna discusión sobre el estilo cinematográfico de John McTiernan estaría completa sin mencionar las icónicas bandas sonoras que acompañan a sus películas. Colaborando con compositores de renombre como Alan Silvestri y Basil Poledouris, McTiernan se asegura de que sus películas no solo sean visualmente impresionantes, sino también sonoramente memorables. Las trepidantes partituras elevan el impacto emocional de las escenas clave, dejando una impresión duradera en el público.
Atención al detalle
McTiernan es conocido por su meticulosa atención al detalle, y eso se nota en cada fotograma de sus películas. Ya sea por los intrincados diseños de escenarios en «Jungla de Cristal» o las tácticas militares realistas retratadas en «La caza del Octubre Rojo», el compromiso de McTiernan con la autenticidad mejora el realismo general de sus películas. Esta atención al detalle contribuye a la experiencia inmersiva que define su estilo cinematográfico.
Dominio de la mezcla de géneros
Lo que distingue a McTiernan es su capacidad para mezclar géneros a la perfección dentro de una sola película. «Jungla», por ejemplo, no es solo una película de acción; También es un thriller de suspenso y, a veces, una narrativa de comedia oscura. La hábil mezcla de géneros de McTiernan permite que sus películas atraigan a un público amplio, trascendiendo los límites tradicionales de un género específico.
Narración visual sólida
Las películas de McTiernan son un testimonio del poder de la narración visual. Su capacidad para transmitir información y evocar emociones a través de imágenes no tiene parangón. Desde los intensos primeros planos durante los momentos de gran dramatismo hasta los planos generales que capturan vastos paisajes, McTiernan utiliza el lenguaje de las imágenes para comunicarse con su audiencia a un nivel profundo.
Temas de honor y deber
Muchas de las películas de McTiernan exploran al estilo de los grandes clásicos como John Ford, temas de honor y deber, a menudo a través de la lente de personajes militares o policiales. Ya sean los soldados en «Depredador» o los oficiales navales en «La caza del Octubre Rojo», McTiernan infunde a sus narraciones un sentido del deber y complejidad moral. Estos temas añaden profundidad a sus historias, lo que lleva al público a reflexionar sobre las motivaciones y elecciones de los personajes.
Secuencias de acción inolvidables
El estilo cinematográfico de McTiernan es sinónimo de secuencias de acción inolvidables. Desde el explosivo ataque con helicóptero en «Depredador» hasta el icónico atraco a Nakatomi Plaza, las escenas de acción de McTiernan están meticulosamente coreografiadas y ejecutadas a la perfección gracias sobre todo a la actividad que se producen dentro de ella, nunca son escenas estáticas donde ver simples explosiones, sino lugares donde los personajen articulan y pueblan esas explosiones. El impacto visceral de estas secuencias ha cimentado la reputación de McTiernan como pionero en el género de acción.
El uso de la luz
La luz es un personaje fundamental dentro de la obra del director: McTiernan siempre coloca una iluminación trasera oculta para recortar los primeros planos y darles mayor enfásis, ya sean personajes o elementos del decorado. Cascadas en Depredador o ‘El Guerrero nº13’, la lluvia en ‘Basic’, los enemigos en ‘Jungla de Cristal’ son algunos ejemplos de la presencia del contraluz en la obra de McTiernan
La Jungla y el decorado
La Jungla en ‘Depredador’, ‘Los últimos Días del edén’, ‘El Guerrero nº13’ y ‘Basic’ son elemento claves para enteder el cine McTiernan. Nadie ha conseguido filmar el interior de la jungla como lo ha hecho el director en estas cuatro películas. Los sonidos, la luz, la humedad, el aire, el sudor, el espesor o el barro son elementos tan bien rodados, que nadie ha podido recrearlos de igual forma. Esta especial sensibilidad por el detalle selvático es un ejemplo para entender la importación que el director da al decorado, ya sea una jungla de cristales, el interior de un submarino o una base militar en Panamá.
El desenfoque visual
En el cine de McTiernan las cosas funcionan de forma armónica en diferentes planos, es como el famoso movimiento Paralax de los videjuegos donde lo principal no solo existe en primer plano sino en planos más lejanos. De este modo McTiernan consigue pasar de forma dinámica gracias al desenfoque de uno plano a otro para que el espectador tenga la sensación de que lo que le ocurre al personaje de la escena, también le ocurre a él. Como ese miedo que Dutch siente en ‘Depredador’, al saber que su enemigo está justo detrás de él.
El zoom y la focal larga
McTiernan consigue el mejor uso del zoom hasta la fecha y cuando hablamos de zoom, no hablamos de zoom en movimiento sino de filmar con focal larga. Todos recordamos la escena de ‘Depredador’ en que Dutch y su equipo de rescate destrozan la selva a base de balas. En esta escena vemos en algunos planos a los protagonistas de espaldas mientras en tiempo real sin cortes, acaban con toda una sección de jungla. En el rodaje, la cámara no está situada justo detrás de los personajes sino a una gran distancia de ellos, pero ellos ocupan gran volumen del cuadro gracias al uso del zoom o al uso de una focal larga, la cual hace más grande a los personajes al mismo tiempo que les acerca el decorado que estan destrozando mediante sus armas. Esta forma de rodar las escenas em momentos concretos, hacen que estas tengan una dimensión especial al resto, les otorga una textura especial, volumen y la hace al mismo tiempo más fantasmagórica y poéticas. El director hace un uso continuo de esta forma de rodar en toda su filmografía consiguiendo planos únicos tanto en estático como en movimiento (el helicóptero de Basic es otro ejemplo claro)
En el ámbito del cine, John McTiernan se erige como un verdadero maestro, tejiendo un tapiz de imágenes dinámicas, personajes convincentes y acción trepidante. Sus elementos característicos han dejado una marca indeleble en el cine, influyendo en las generaciones de cineastas venideros. A medida que revisamos sus películas, seguimos apreciando las cualidades atemporales que definen el incomparable estilo cinematográfico de John McTiernan. Lástima que en lo narrativo McTiernan siempre ha dependido en demasía del material que se le otorga, quedando así desnudo ante guiones que no llegan a alcanzar el sobresaliente.
ESTUDIO DE JOHN McTIERNAN A TRAVES DE ‘DEPREDADOR’, ‘JUNGLA DE CRISTAL’ Y ‘LA CAZA DEL OCTUBRE ROJO‘
Tanto en el ámbito científico como en el divulgativo, se observa una tendencia a menospreciar o ignorar el cine comercial o de entretenimiento, argumentando la supuesta falta de «personalidad» en estas películas, lo que lleva a no tomarlas en serio al mismo nivel que otras obras. Sin embargo, esta actitud representa una miopía por parte de la crítica especializada y los estudios académicos. Como señaló Mark Robbins (1999) en Dirigido Por, el cine comercial puede albergar obras de gran calidad que, lamentablemente, suelen ser rechazadas por ciertos sectores de la cinefilia debido a prejuicios. Es importante reconocer que el talento excepcional se manifiesta en una amplia variedad de películas, independientemente de su reputación o género.
Actualmente, numerosos directores dentro del género de acción estadounidense merecen mayor atención. Figuras como John McTiernan, Martin Campbell, Richard Donner o James Cameron destacan por su habilidad para narrar historias visualmente, recuperando la importancia de la puesta en escena, una cualidad valorada en el pasado en la industria cinematográfica. Tal como apunta Antonio José Navarro, estos cineastas recuperan la tradición del Hollywood dorado, donde la narración visual era prioritaria, prestando atención al ritmo, la composición visual, el movimiento de la cámara y otros aspectos técnicos.
En este artículo, nos centraremos en John McTiernan y analizaremos su obra a través de conceptos fundamentales que definen su brillantez como director. Nos enfocaremos en tres de sus películas más célebres: «Depredador», «Jungla de Cristal» y «La Caza del Octubre Rojo», obras que continúan siendo reconocidas como algunas de las mejores de su filmografía.
Uno de los aspectos destacados al observar las películas de McTiernan es su atención meticulosa a la composición visual y al movimiento de los actores dentro del encuadre. Como mencionan Porter y González (1988), organizar estos elementos dentro de un plano de forma coherente es crucial para mantener la cohesión visual. McTiernan demuestra ser un maestro en este aspecto, logrando mantener el equilibrio compositivo en tomas largas y transmitir la información necesaria sin recurrir a cortes innecesarios. Su enfoque dinámico y en constante transformación de la imagen refleja su concepción del cine como un arte similar a la música, donde el ritmo y la composición juegan un papel fundamental.
Dentro de la filmografía de McTiernan, «Depredador», la primera película de las tres que analizamos aquí, ofrece numerosos ejemplos de lo que podríamos llamar «técnica no intrusiva», en referencia al manejo del equilibrio compositivo en función del movimiento de los personajes dentro del cuadro. Aunque podríamos describir numerosos planos y momentos de la película, por razones de extensión nos centraremos en algunos destacados. En una secuencia poco después de que el grupo de soldados, liderados por el personaje de Arnold Schwarzenegger, aterrice en la jungla latinoamericana en busca del helicóptero desaparecido, McTiernan utiliza un plano dinámico que resalta este juego compositivo. Un soldado corre a través de la jungla en primer plano mientras la cámara retrocede y gira hacia la derecha para mostrar a Dutch (Schwarzenegger) ocupando la zona derecha del encuadre. Luego, otro soldado se une a ellos, completando la composición.
Otro ejemplo interesante se encuentra en una secuencia de transición, donde el equipo de Dutch, atrapado en la jungla, intenta contactar con la base norteamericana. McTiernan utiliza el movimiento de Dutch hacia la derecha para reorganizar el encuadre, colocando al resto del grupo en la izquierda y sentados en un tronco de árbol caído en la derecha.
«La Jungla de Cristal» ofrece aún más ejemplos de excelencia en la movilidad de los actores y la composición del cuadro. Al ser filmada en un formato más ancho, McTiernan tiene más espacio para organizar y mover a los personajes. Por ejemplo, en una escena dentro del despacho de Holly (interpretada por Bonnie Bedelia), McTiernan utiliza la posición de los personajes para crear composiciones visuales efectivas durante una conversación.
En «La Caza del Octubre Rojo», McTiernan continúa demostrando su habilidad para manejar la composición visual de las escenas. Por ejemplo, en una escena donde Jack Ryan (interpretado por Alec Baldwin) se encuentra con el «Almirante» (interpretado por James Earl Jones), la cámara sigue los movimientos de los personajes, reajustando constantemente el encuadre para mantener la composición visual adecuada.
En resumen, McTiernan demuestra un dominio excepcional en la composición visual y el manejo de la movilidad de los actores dentro del cuadro en estas películas, lo que contribuye significativamente a la narrativa y la experiencia cinematográfica.
Explorando el espacio
John McTiernan es un director conocido por su preferencia por mantener la cámara en constante movimiento en sus películas, acompañando a los personajes, acercándose a ellos y rodeándolos. Esta inclinación por la movilidad está estrechamente ligada a su interés por aprovechar las ventajas únicas del cine para representar visualmente el espacio. De hecho, es durante estos movimientos cuando la cámara de cine encuentra su verdadera razón de ser. Al moverse la cámara, la perspectiva cambia, y los objetos retratados emergen con cuerpo y masa. El travelling, en particular, permite grabar objetos tridimensionales de manera que su corporeidad pueda ser plenamente apreciada al desplazarse alrededor de ellos. Además, el travelling aporta un sentido de exploración y claridad en la geografía que no se logra con una serie de tomas estáticas desde ángulos variables. Invita al espectador a «penetrar» en la imagen y a experimentar una sensación táctil del espacio, permitiendo apreciar la profundidad sugerida por la perspectiva.
John McTiernan ha demostrado a lo largo de su carrera un profundo interés en explorar el espacio en sus películas, utilizando una cámara constantemente móvil e inquisitiva en lugar de una estática que simplemente encuadra. Este enfoque se hace evidente en las tres películas que estamos analizando, todas ambientadas en espacios cerrados y claustrofóbicos para los personajes: la selva de «Depredador», las oficinas de «La Jungla de Cristal» y los angostos espacios de los submarinos en «La Caza del Octubre Rojo». El constante movimiento de la cámara a través de estos espacios desafía sus limitaciones y permite a McTiernan recorrer y describir cada rincón con gran detalle, aumentando así la identificación del espectador con el entorno.
En «Depredador», McTiernan emplea numerosos travellings para seguir a los personajes a través de la densa jungla, destacando el desafío técnico y logístico de filmar en locaciones naturales. Por ejemplo, una secuencia muestra a Anna, una rehén mexicana, intentando escapar mientras la cámara la sigue en un complicado movimiento de persecución. Otro momento impresionante es cuando la cámara sigue el rastro de sangre que lleva a la revelación del cadáver de un soldado colgado en lo alto de un árbol.
En «La Jungla de Cristal», la movilidad de la cámara es igualmente importante para describir los espacios estrechos donde se desarrolla la acción, como los pasillos de un edificio de oficinas. McTiernan utiliza la cámara para recorrer los diferentes ambientes, siguiendo a los personajes y creando una sensación de claustrofobia y tensión.
Finalmente, en «La Caza del Octubre Rojo», McTiernan enfrenta el desafío de representar el espacio limitado dentro de un submarino. Utiliza travellings para seguir a los personajes a través de los estrechos pasillos, transmitiendo la sensación de confinamiento y urgencia durante situaciones de emergencia.
En resumen, la habilidad de McTiernan para explorar y describir el espacio a través del movimiento de la cámara contribuye significativamente a la atmósfera y la narrativa de sus películas, sumergiendo al espectador en entornos detallados y realistas.
La cámara como narradora
En muchas ocasiones, McTiernan utiliza el travelling para filmar objetos o personas estáticas, convirtiéndolo en una metáfora visual de algún aspecto dramático de la narración. Estos movimientos de cámara suelen realzar la tensión dramática de una escena y representan una clara manipulación del punto de vista por parte del director. Cuando la cámara se mueve, se convierte en un participante activo en el drama, y en las películas de McTiernan, estos movimientos responden siempre a una intencionalidad narrativa clara, cumpliendo una función específica y estando insertados por una razón concreta que mantiene una conexión continua con la historia, lo que permite apreciar sus recursos.
Por ejemplo, en «Depredador», después de la muerte de uno de los soldados, Blain, el equipo de Dutch se enfrenta a la incertidumbre sobre la amenaza que los rodea. Una mañana, envueltos en una densa niebla, Dutch comprende que el enemigo utiliza los árboles para moverse y vigilarlos. McTiernan utiliza el movimiento de la cámara para enfocar la atención en la revelación de Dutch, rodeándolo con la cámara y mostrando visualmente su sorpresa al relacionarlo con los árboles que lo rodean.
En «La Jungla de Cristal», durante una escena en la que McLane coloca un cadáver de terrorista en un ascensor, McTiernan utiliza el travelling para acercarse al cadáver y luego enfocar la reacción de los rehenes al descubrirlo, narrando visualmente su impacto ante esa visión.
En «La Caza del Octubre Rojo», durante una reunión entre Jack Ryan y altos mandos militares, Ryan comprende las verdaderas intenciones del submarino ruso. McTiernan utiliza el travelling para aislar a Ryan del resto de los presentes y enfocar su revelación al observar una diapositiva, destacando su comprensión de la situación.
Estos ejemplos muestran cómo McTiernan utiliza el movimiento de la cámara para narrar visualmente aspectos clave de la historia, enfatizando emociones, revelaciones y tensiones de los personajes. La cámara se convierte así en una herramienta narrativa poderosa que contribuye a la riqueza y profundidad de sus películas.
Orientando al espectador
Para concluir este artículo, es crucial destacar un principio fundamental en la cinematografía que resalta en las películas de McTiernan, pero que a menudo es pasado por alto por otros directores. Nos referimos al principio que implica incluir el espacio y el tiempo en que se desarrolla una secuencia mediante planos abiertos, tomados a cierta distancia de la acción o del tema retratado. Este enfoque comúnmente emplea un plano general para mostrar al espectador la disposición relativa de las personas y objetos involucrados en una acción. La finalidad práctica de este principio es explicar al espectador dónde ocurre la acción y cuál es la posición de la cámara en relación con la escena. McTiernan es uno de los pocos directores contemporáneos de películas de acción que reconoce la importancia de orientar geográficamente al espectador dentro de una secuencia, asegurando así que el público tenga una imagen clara de lo que está sucediendo y de la geografía básica de la escena en todo momento. A pesar de la complejidad de la acción y la cantidad de elementos involucrados, McTiernan siempre logra mostrar con claridad todo lo que sucede, mientras que muchos otros directores podrían confundir al espectador.
Por ejemplo, en «La Jungla de Cristal», durante la persecución de John McLane por parte de los terroristas en la azotea del edificio Nakatomi, McTiernan utiliza planos alejados desde un punto de vista elevado para facilitar la comprensión espacial de la secuencia y la trampa que los terroristas intentan tender a McLane. Al alternar entre los grupos de terroristas y McLane, y mostrar la ubicación de Karl, McTiernan permite al espectador entender la disposición física de los personajes y la situación.
En «Depredador», McTiernan emplea frecuentemente planos alejados y elevados para mantener la geografía de las diferentes escenas bien definida. Esto es evidente en los planos picados que muestran al grupo de Dutch en la jungla desde el punto de vista del extraterrestre, y durante el tramo final cuando Schwarzenegger se prepara para la batalla contra el alienígena. Los planos abiertos y alejados ayudan al espectador a comprender la ubicación y la disposición de los personajes en relación con el entorno.
En «La Caza del Octubre Rojo», McTiernan utiliza planos desde el exterior de los submarinos para relacionar las posiciones y movimientos de las naves durante las secuencias submarinas. Esto es especialmente evidente durante las escenas de persecución y comunicación entre submarinos, donde los planos alejados proporcionan una imagen clara de la situación y la posición de cada nave en el mar.
En resumen, McTiernan emplea hábilmente los planos abiertos y alejados para orientar al espectador dentro de una secuencia, asegurando que comprendan la disposición espacial de los personajes y los eventos que se desarrollan. Esta técnica contribuye significativamente a la claridad y la coherencia visual de sus películas.
En conclusión, las películas de McTiernan pueden carecer de profundidad temática o personal, pero eso no las hace menos interesantes ni les quita su condición de obras autorales. McTiernan reconoce que sus películas son principalmente entretenimiento y adopta una actitud pragmática hacia la realización, centrado en contar una historia de manera clara. Sin embargo, las películas que hemos analizado aquí son ejemplos de un cine de acción inteligente, donde la falta de profundidad en el contenido se compensa con una estilización inteligente de las formas. Estas películas son claramente obras de su autor, con un sello personal que se manifiesta en la forma en que están realizadas, más que en los temas que abordan. A través de sus decisiones de puesta en escena, McTiernan revela una personalidad y un estilo distintivos que demuestran su presencia tras la cámara.
El desprecio hacia cineastas como McTiernan y géneros como el de la acción radica en un problema persistente en los estudios de cine, como señalan Jacques Aumont y Michel Marie. A menudo, la discusión sobre cine se centra demasiado en los temas y motivos, descuidando los aspectos de realización y puesta en escena. Se presta demasiada atención a qué cuenta una película y se olvida de cómo está contada. No es que el contenido no sea importante, pero es fundamental reconocer que el contenido y la forma están intrínsecamente ligados en el cine. La puesta en escena es un arte en sí mismo, y su dominio es una habilidad que solo algunos cineastas poseen verdaderamente.