Twisters: Un tornado en el cine adolescente
Twisters (2024) se presenta como una nueva vuelta de tuerca al clásico de los 90, pero en realidad se sumerge de lleno en los clichés del cine adolescente actual, solo que aderezados con efectos especiales de dudosa calidad y una trama que intenta emular la épica de su predecesor sin llegar a rozarla.


Lo más destacable, irónicamente, es la temprana desaparición de los personajes adolescentes estereotipados. Su muerte, más que un golpe bajo, se siente como una necesaria purga para un cine que abusa de estos arquetipos. Es como si la película misma reconociera la necesidad de matar al monstruo que ha creado.
La banda sonora, por su parte, es un festín para los oídos. La orquesta, con claras referencias a la icónica partitura de John Williams para E.T., aporta una épica que contrasta con la mediocridad visual de las secuencias de los tornados. Las canciones, aunque cumplen su función, no dejan una huella tan profunda.

Crítica de Twisters (2024)


Sin embargo, la película adolece de una serie de problemas que la alejan de la excelencia. La calidad visual es deficiente, con efectos especiales que parecen sacados de una serie de televisión de bajo presupuesto. Los tornados, que deberían ser el corazón de la película, carecen de la fuerza y el dinamismo necesarios para generar un impacto real en el espectador. Y la actuación de la protagonista, aunque competente, resulta demasiado genérica y repetitiva, encajando en ese molde de adolescente rebelde que hemos visto infinidad de veces.
A Twisters le falta la magia y el misticismo que envolvían a los tornados en la película original. Aquellos tornados eran fuerzas de la naturaleza casi místicas, capaces de inspirar tanto terror como asombro. Aquí, se reducen a simples fenómenos meteorológicos, carentes de ese aura de misterio.


La escena en la que el tornado destruye un cine y los protagonistas emergen a través de la pantalla es, sin duda, la más interesante de la película. Puede interpretarse como una metáfora del propio cine, que se ve sacudido por una fuerza destructiva para renacer de sus cenizas. Sin embargo, esta imagen queda diluida en medio de una película que, en general, no está a la altura de sus ambiciones.
En conclusión, Twisters es una película que intenta aprovechar la nostalgia por un clásico del cine de aventuras, pero que termina naufragando en un mar de clichés y efectos especiales mediocres. A pesar de algunos aciertos, como la banda sonora y la atrevida decisión de eliminar a los personajes adolescentes, no logra superar la mediocridad y se convierte en un mero entretenimiento desechable.


Nota: Esta crítica es una interpretación subjetiva y busca provocar una reflexión sobre la película. No pretende ser una verdad absoluta ni una guía para la interpretación.
¿Deseas que me centre en algún aspecto específico de la película o que compare más a fondo con la versión original?

Crítica de Twisters (2024)