El estreno del tráiler de Star Wars: Skeleton Crew parece erigirse como un ineludible presagio del ocaso definitivo para una saga que, en manos de Disney, no ha encontrado más que una ruta descendente. Esta serie, que lejos de devolver la grandeza perdida, parece enterrar la esencia misma del universo creado por George Lucas, ofreciendo una narrativa que intenta capitalizar la nostalgia ochentera y las fórmulas juveniles, pero que en su desatino abandona la profundidad mítica y la riqueza simbólica que dieron sentido a Star Wars.
La premisa de Skeleton Crew, protagonizada por cuatro jóvenes en una aventura guiada por un jedi interpretado por Jude Law, hace eco de una estructura que, en vez de innovar o profundizar, reduce la saga a una serie de lugares comunes y arquetipos juveniles. La comparación con Los Goonies no deja de ser inquietante, pues revela una producción que, en su afán por conectar con un público desmemoriado, traiciona la grandeza del space opera y transforma la épica galáctica en un cúmulo de escenas prefabricadas y despojadas de emoción auténtica. La decisión de presentar un especial de dos episodios en su estreno no parece ser sino un intento desesperado de mitigar el vacío narrativo con dosis de contenido adicionales, evidenciando que la sustancia ha cedido el paso a un espectáculo insustancial.
La serie, desarrollada por Jon Watts y Christopher Ford, revela una desconcertante superficialidad en su exploración del vasto universo de Star Wars. La historia de estos jóvenes extraviados en la galaxia, lejos de resonar con las antiguas epopeyas o con la poesía de la narrativa espacial, reduce la odisea a un relato de fórmulas, donde la esencia mítica se sacrifica por el entretenimiento fácil. En vez de evocar las aventuras cósmicas y las luchas existenciales que definieron el legado de la saga, Skeleton Crew se revela como un intento de continuar explotando una propiedad que, cada vez más desgastada, exhibe las fisuras de un enfoque marcadamente mercantilista.
Así, Star Wars: Skeleton Crew aparece menos como un renacer para la saga y más como una sentencia de agotamiento, una muestra definitiva de que el enfoque de Disney parece incapaz de comprender, o quizá de valorar, el espíritu original de Star Wars. Con cada nuevo intento, la saga se hunde en una repetición hueca, donde el exceso de contenido oculta una falta de propósito y donde Disney parece sellar, con cada nueva entrega, el destino de una leyenda que alguna vez representó lo sublime de la imaginación humana.
Skeleton Crew y como Disney exterminó la esencia de Star Wars.
A una galaxia muy muy lejano, una empresa llegó y la destrozó. Donde había misterio, fantasía y un mundo totalmente distinto a lo real, la avaricia y la incompetencia de la «D» lo arrasó para meter en ella todos los tics y defectos de las historias mas mundanas, anodinas y terráqueas.
George Lucas siempre fue muy exigente a la hora de alejar su universo del nuestro. Así elementos terráqueos y mundanos habituales como unas simples gafas o una cafetera, nunca estuvieron presentes en una galaxia fantástica totalmente radical en tiempo y espacio a la nuestra.
El universo y los habitantes del mismo creado por Lucas, estaban más cerca de una fábula medieval, de un mito griego o de una leyenda ancestral que del Cola Cao o el regeaton habitual de nuestras casas y calles. Ahora Disney con Skeleton Crew rompe todo esto para situarnos en un Star Wars ambientado entre Albacete y Murcia con niños sacados de High School Music y un capítulo de Stranger Things. Espero equivocarme y la serie nos situe en ese universo mágico y espacial donde los palacios de Jabba El Hutt, las lunas de Endor pobladas de Ewoks, los pantanos de Dagobah o los cuadrúpedos robóticos de Hoth nos hicieron viajar a otra lugar y a otro tiempo.
Pero mucho me temo que esos niños de High School Music vistos en el trailer de Skeleton Crew, nos van a ofrecer la producción más anti-Star Wars de todas las creadas hasta la fecha.