Ya hemos dicho muchas veces que la película ‘El Último Gran Héroe’ de John McTiernan fue el punto de inflexión entre el cine de acción de los 80s y el blockbuster de los 90s. El filme nos hablaba de un mundo imaginario de héroes de cine donde todo podía ocurrir, un lugar donde la lógica perdía la razón para entrar directamente en el mundo de lo fantástico. En la película un boleto mágico introducía al espectador en un universo imposible donde los héroes dejaban de sangrar para convertirse en imvencibles, algo muy distinto de ‘Depresador’ también de John McTiernan donde se decía que si algo sangra, podía matarse o ser destruido.
Así con esta obra premonitoria se despedía como hemos dicho el cine de acción de los 80s y llegaba un nuevo cine que sería la antesala de los superhéroes ya sean con capa como los de Marvel o con camisetas blancas ajustadas y de tirantes como las de la saga ‘Fast & Furious’.
Pero claro, no todo desaparece por completo sino que simplemente deja de ser relevante y de ahí, que desde 1995 hasta aquí, hayamos podido ver algún exponente de cine de acción que tomaba como base lo que se hacía en los años 80s por eso que la saga «Objetivo»: La Casa Blanca, Londres o Washington, uno de estos exponentes, sea una de las franquicias de acción actuales más queridas por Cinematte Flix. En ella Gerard Butler se pone en la piel de Mike Banning, guardaespaldas del presidente de los Estados Unidos para decirnos que Riggs, McClane, Cobretti o el mismo Rambo aún no han desaparecido.
Y si Rambo tenía al arco como símbolo de superioridad, Banning hace lo propio con el cuchillo para dejar claro a todos los villanos del planeta que al presidente de los Estados Unidos no lo toca nadie. Y es este último elemento, el del presidente, el que hace que esta saga se diferencia de otras. Al introducir el elemento niñera, Banning no deja de ser una especie de ‘Lobo Solitario’ o ‘Mandaloriano’ para los más jóvenes, cuya misión es proteger un elemento frente al adversario.
Como es normal en toda franquicia, hay capítulos mejores y peores siendo el más interesante el primero, dirigido por el siempre solvente Antoine Fuqua y siendo una especie de clon presidencial de la primera entrega de Jungla de Cristal. Sin duda no estamos ante algo que descubra nada pero, viendo los tiempos que corren, el tono ochentero de estas películas, el añadido ‘Lobo Solitario’ y la presencia de Butler como gran sucesor de las grandes estrellas de acción de los 80s, podemos afirmar que los tiroteos aquí, los cuchillazos y los saltos hacen sangrar al héroe a los enemigos y al espectador.