Estamos quizás ante la mejor transición que vaya a dar el cine. Decenas de veces hemos escuchado como el cine no quiere dejar de agotar sus éxitos del pasado y para ello recurren a relevos generacionales en forma de reboot… No hace mucho vimos en esa obra maestra llamada Mad Max como Tom Hardy usurpaba el papel de Mel Gibson y aunque en film es posiblemente el mejor del año pasado, no podemos negar que como continuación es sencillamente terrible el ver al loco Max en el rostro de alguien que no le corresponde. Vimos como sin suerte, Spielberg quiso dar relevo a Indiana Jones con un hijo aventurero en la piel del actor Shia Lebouf pero ni la fuerza y presencia del personaje ni la cabeza del actor, han hecho posible que eso prospere. En cambio, con \’Creed si tenemos la sensación que el relevo del legendario Rocky es posible. Primero, porque es en mismo Rocky quien en pantalla da su relevo al nuevo boxeador, segundo porque lo hace en homenaje al segundo personaje más importante de la saga y tercero, porque el nuevo personaje moderniza lo suficiente a la leyenda para dejarnos detalles de ella pero al mismo tiempo estar adaptada a los nuevos tiempos de forma totalmente natural. Y así es, todos tenemos claro que tras el éxito de \’Creed, la leyenda de Rocky\’, esto suena a nueva franquicia. Todos tenemos claro que es 100% una continuación con la misma temática y estructura que las anteriores pero, al mismo tiempo, somos conscientes que cuando Stallone abandone el proyecto el actor y el personaje de Creed son suficientemente válidos para llevar ellos en solitario el peso de una de las grandes leyendas de cine.
El trabajo así es perfecto desde el propio título, el cual guarda de manera estratégica la palabra del nuevo héroe en su inicio para darle la suficiente entidad propia como para ser llamado Creed a secas pero, al mismo tiempo guarda el nombre de Rocky al final para en este primer capítulo no desvincularlo del famoso nombre que dio origen a todo. Por el camino han sabido adaptar al nuevo boxeador a la nueva era con escenas como en la que Creed comenta a Rocky que sus consejos están guardados en la nube. Vemos aquí, como Creed en radicalmente opuesto a Rocky en algunas facetas como la cultura, la educación o sobre todo la inteligencia social (Rocky siempre fue un outsider fuera de su tiempo). Pero en cambio, vemos también como dentro del ring Creed es una extensión de lo que fue el potro italiano. Así, podemos presagiar que las nuevas historias de Creed puedan darnos una faceta social del personaje muy distinta a la de Rocky, lo que nos da esperanzas de estar ante un clon no repetitivo. Pero, al mismo tiempo, nos asegura que lo que todos pedimos de un \»Rocky\», pueda seguir vigente en una franquicia relevo generacional totalmente perfecta. De este modo, creemos que Creed ha sido la formula perfecta de lo que Hollywood lleva buscando hace años: regenerar sus mitos totalmente, pero guardando la esencia de ellos en un rostro totalmente nuevo. El actor de color Michael B. Jordan es la transición perfecta del italo americano Rocky Stallone Balboa.
Galería by Cinematte de Rocky y Creed | Michael B. Jordan y Sylvester Stallone
