Es una lástima tener que decir que una película de acción como ‘Rambo V: last blood’ es una de las mejores producciones de los últimos años, más cuando en términos cinematográficos puros, tampoco es una oda a la maestría fílmica, pero, es un su atrevimiento donde ‘Rambo V: last blood’ y por ende Sylvester Stallone, dejan claro que la libertad cinematográfica todavía puede existir. Cuando hablamos de atrevimiento no hablamos de su festival de visceras y acuchillamientos, los cuales hacen que el ‘Bad Taste’ de Peter Jackson parezca Heidi, hablamos de su atrevimiento para devolver un personaje y una película de esa que los «rojos» llamaban «fascista». Y es que aquí, los malos son latinos, mexicanos o más bien españoles haciéndose pasar por mexicanos. Aquí lo prohibido no existe y es que, ya sabemos que no todos los negros, latinos o chinos son malos y los blancos buenos, sabemos que los hijos de puta están vinculados a la esencia del ser humano y no a la etnia, pero, algunos ya estamos hasta los huevos de que el cine esté llegando a cotas de prohibición que viviamos desde la etapa del códico Hays.
No hay que hacer creer al mundo que los negros o los latinos son los malos, pero, tampoco hay que censurar a los artistas. Por eso, Rambo V: last blood demuestra que el cine debe ser libre y ni que «rojos», ni «fachas, ni «fascistas», ni «imbecilistas», deben decirle a Stallone quien debe ser el malo de una de sus historias. Rambo V: last blood sufrió su atrevimiento y los talibanes del Woke se encargaron que fuese un fracaso comercial, pero, hoy 8 de agosto de 2022 es buen momento para volver a retomar esta oda a la libertad fílmica y auparla para que pase a la historia como una de las mejores películas de acción de este mísera era de cemsura, telefilmes y plataformas de streaming.