Hubo un año es que Michael Cimino decidió ganar la competición fílmica a Fancis Ford Coppola. Corría el año 1979 y Coppola era el rey del mundo, capaz incluso de llevar a cabo una de las mayores epopeyas de la historia del cine y hablamos de ‘Apocalypse Now’, una película única e irrepetible imposible de ser filmada en la actualidad. Cannes la recibía con elogios y premios incluso en su primer montaje y el mundo esperaba ansioso para ver la gran obra del creador de los dos ‘Padrinos’. Y así fue, el mundo se abrió para recibir de nuevo un monumento fílmico de la mano de Coppola en el que de nuevo aparecía Marlon Brando pero, cuando la batalla se llevo a la liga mayor de los Oscares, de repente, Vietnam dejó de estar en manos de Coppola para pasar a manos del otro italoamericano, es decir, Michael Cimino, quien con su película ‘El Cazador’ arrasaba en los Oscares, en la crítica e incluso en el público. Coppola había conseguido de nuevo a Brando pero Cimino le había robado a DeNiro. Y tras este triunfo Cimino dijo o pensó ¿si le he ganado en su mayor epopeya sobre Vietnam? ¿por qué no lo voy a hacer en su mayor epopeya sobre el mundo del hampa?
Y así fue como Cimino se puso manos a la obras para llevar a cines otra novela de Mario Puzo con lo que acabo siendo en vez de ‘El Padrino de Mario Puzo’, ‘El Siciliano de Mario Puzo’ Ahora bien ¿Ganó de nuevo Cimino la batalla?
Pues está claro que no, ‘El Siciliano’ no es ni de lejos una obra tan monumental como ‘El Padrino’, no es ni su sombra pero hay que decir, que aunque en su estreno pasó desapercibida y hoy día es una película totalmente olvidada, la realidad es que vista a ojos del espectador actual y de la cartelera actual, ‘El Siciliano’ bien podría ser candidata a película relevante del año lo que la puede situar como una película de culto aún sin descubrir.
Y es que estamos ante una más que correcta recreación de la vida del célebre bandido Salvatore Giuliano mitificada hasta los cánones. Cimino traza en el personaje interpretado por Christopher Lambert el perfil de un revolucionario apolítico que lucha por los derechos de los campesinos y la adquisición pública de tierras, que están a merced de los terratenientes y los nobles. Estos últimos, con Terence Stamp en la cabeza. Por otro lado la Mafia, como siempre al acecho. Con esta guisa el director de fotografía Alex Thompson y el resto del staff creativo y de diseño de producción nos dejan unos excelentes exteriores rodados en Sicilia, de los amarillos campos vigilados por el Sol hasta el árido monte. Esta película emana tradición de la isla con las procesiones, andares y hablares de sus habitantes. Y Cimino así lo plasma con sus largos planos a que nos tiene bastante acostumbrados.
Pero claro, el cine es más complicado y depende de muchos factores para triunfar, y en este caso, los factores estaban en contra. La película llegó fuera de tiempo, las películas a lo ‘Padrino’ habían pasado de moda como le ocurrió a la tercera entrega de la saga de Puzo y Coppola. Muchísimos la tacharon de prescindible y los pocos que la vieron la pasaron por alto. Como hemos dicho, se había pasado la moda, Cimino estaba con un pie en destierro, ciertamente. Es una gran película imperfectísima, anacronísima a pesar de su desfase de pocos años con novecentos y mafioso de todo tipo y nacionalidad. Cimino aún así propone una puesta escena soberbia. Cada plano y su planificación es una maravilla. La escena de arranque con todo Palermo inundado con el careto de Christopher Lambert, es algo que suena a imposible a día de hoy, y sin embargo nos mantiene extasiados. Y así vemos como una obra sin fisuras pasa sin pena ni gloria pero ¿por qué? Compositores de música: ¿Cómo mejorarían este film? Guionistas: ¿Qué problemas tiene este guión? Montadores: ¿Qué deshechamos? Productores: ¿Podríamos optimizar más los recursos que tenemos? Directores ¿filmarían mejor? Pues claramente la respuesta a todas estas preguntas es no en cambio: Productores ejecutivos: ¿Están seguros en sus predicciones y en sus estudios de mercado? Agente de distribuidoras: ¿Hace falta más marketing? ¿A quién va destinado esto?
Y este fue el único problema de una gran película de Michael Cimino que no supo venderse de la forma correcta y como sabemos, más vale aparentar que ser. Así que amigos, la película está disponible en Filmin o en DVD, delen ustedes una oportunidad de nuevo.