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¿La mejor cinta de acción de la historia del cine?

Corría el año 1987 cuando el genio de Brian DePalma, el de David Mamet, el de Ennio Morricone y el de Sean Connery se juntaron para dar una de esas obras maestras que aún no se han reconocido como tal.

Cierto es que en aquel año la película debía verse las caras con obras como Esperanza y Gloria, Hechizo de Luna, El Imperio del Sol, La Chaqueta Metálica, El Último Emperador, Wall Street, Atracción Fatal p incluso joyas de la acción como Depredador o Arma Letal, aún así, Los Iintocables vista hoy es la mejor de todas.

Vista hoy día queda claro que Los Intocables de Eliot Ness es sin duda alguna lo que podemos llamar una obra maestra del cine. Una de esas películas que alcanzan la maestría en todos sus apartados y que se convierten en un ejemplo de lo que debe ser la perfección dentro de su disciplina artística.

En 1987 la vida era distinta y la película de De Palma fue bien recibida pero no tuvo el reconocimiento real que merecía, no olvidemos que fue la mejor película de su año junto a ‘Él último emperador’ y no tuvo nominación al Oscar a mejor película (en cambio aunque parezca mentira si fueron nominadas películas como Atracción Fatal o Al filo de la noticia). Posiblemente su enfoque muy dedicado a la acción tan de moda en aquellos años le asignó una vitola de obra comercial que le perjudicó dentro de la carrera de premios, pero, más de 30 años después y vista desde la distancia y sin complejos, nos damos cuenta que es una de esas producciones que se denominan como clásico y que no pierde fuelle con el paso del tiempo.

Hoy la traemos con nosotros gracias a unos pósters preciosos que hemos encontrado y que todavía aportan más justicia a la belleza que se encuentra en su interior.

¿La mejor cinta de acción de la historia del cine?

RESEÑA CRÍTICA
Maravillosa película, estética y plásticamente que termina siendo un puro placer para los sentidos, es una total puesta al día (de su tiempo) del cine del hampa, de los buenos incorruptibles y de los malos sin compasión, el cine dónde como en los westers tenemos a un héroe que tiene que luchar contra toda una ciudad corrupta, así planteado no tiene nada de novedoso recordándonos a muchas películas del hampa o a los seriales pulp fiction, pero el mérito de la cinta y lo que hace que perdure es su agilidad narrativa, una banda sonora maravillosa, un reparto de lujo y un director que es todo un estudioso en cuanto a cine se refiere.

Y no es nuevo que De Palma imite a grandes clásicos, pero lo hace de una manera elegante donde de forma explícita siempre homenajea a los grandes pensadores de la historia del cine, como hoy en día hace Pixar con sus películas o Tarantino y aquí se supera en una historia de buenos y malos, de los incorruptibles contra los corruptos.

La película da lo que se espera de ella en todo momento, acción bien dosificada, un poco de drama y una ambientación de primer orden en el que no se descuida ni un solo detalle, es lo que podíamos llamar cine comercial de calidad, un entretenimiento que con los años va adquiriendo el título de clásico gracias a la simpatía o antipatía que desprenden sus personajes y a que la acción es llevada al límite.

Una película que no intenta engañar a nadie y da al público (sobre todo al masculino) lo que quiere ver, pero realizado con tal perfección fílmica que la línea entre cine comercial y obra de autor queda totalmente borrada y al igual que ocurría en los clásicos westerns de John Ford, podemos decir que Los Intocables de Eliot Ness es una obra para todos los amantes del cine. Sean de la especia que sea.

El filme de DePalma es uno de esos que sabe perfectamente que significa: «CINE», un lugar distinto formado por una pantalla blanca, un patio de butacas y unos altavoces donde ocurren cosas que se salen de la realidad para situarse en su misma geografía y es ahí, donde Los Intocables da lo mejor al ser una obra donde se crea un mundo que solo quiere reflejarse a si mismo. El Color, la música, la luz, las actuaciones y las situaciones no quieren representar una época de la historia de Estados Unidos sino presentar una historia propia que solo puede ocurrir en una pantalla y de ese modo consigue ser un cuadro viviente donde los volúmenes, la luz, los sonidos y los colores crean un estado hipnotico perfecto que desfilan ante el espectador al ritmo que marca el prodigio musical de Ennio Morricone. Sin duda de las grandes obras maestras que dio el cine de los 80s y quizas la mejor película de acción de la historia del cine.