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Originalmente titulada «Tell Your Children» (Cuénteselo a sus niños), esta producción estadounidense despliega un drama en el que figuran personajes como los denominados ‘pushers’ de la marihuana, traficantes y adictos, quienes engañan a estudiantes de secundaria inocentes para que se adentren en lo que se describe como el consumo de drogas duras.

La ingestión de cannabis es presentada como el detonante de un torbellino de eventos devastadores y nefastos: desde adicción extrema, violaciones, suicidios y asesinatos, hasta un total descenso a la locura.Reefer Madness fue concebida y creada en una época que anticipaba una despiadada batalla contra el consumo de drogas y las minorías que las utilizaban con fines recreativos, espirituales o terapéuticos. Una lucha tan intensa que aún hoy tiene repercusiones en nuestra sociedad. En aquellos tiempos, los titulares de los periódicos clamaban: «El asesino de la hierba hallado en un acantilado», «Plantación de marihuana mortal lista para la cosecha, que supone la esclavitud de los niños californianos», o «Marihuana: asesina de la juventud».

Nudismo, explotación y drogas | MARIHUANA: EL MONSTRUO VERDE | Primeros desnudos del cine

Desde su título, Marihuana, el monstruo verde se convirtió en un clásico de culto del cine mexicano. Con una estética similar a la del pronto denostado Ed Wood, la película sigue las peripecias de un grupo de traficantes de marihuana y sus víctimas en una entretenidísima historia de narcoaventuras. Raúl Devoto (interpretado por el propio Bohr, que también fue guionista y montador de la película), hijo de un médico (Alberto Martí), colabora con la policía en la lucha contra la drogadicción y la distribución de marihuana, hasta que es secuestrado por un grupo de narcotraficantes: Antonio (René Cardona), «El Indio» (un joven Emilio Fernández) y una joven pareja que ha caído en las garras de un vicio que «destruye el alma de sus víctimas»: Irene y Carlos (Lupita Tovar y Barry Norton). El Indio es abatido por la policía en la frontera, pero no antes de haber convertido a Raúl en un adicto, que ocupará su lugar como «jefe» de la banda del «Monstruo Verde». Raúl enloquece, arrojando a un hombre desde un avión en el que transportan marihuana, para después morir él mismo en un accidente aéreo.

Es una película enervante (por ejemplo, los juegos que el comandante Ángel T. Sala hace con las luces para interrogar a los narcos), con movimientos de cámara atrevidos y fluidos y un argumento fantasmagórico que anticipa ideas sobre el tráfico de sustancias ilegales que Alejandro Galindo exploraría más tarde en Mientras México duerme (1938). La película se abre con escenas de hombres y mujeres fumando marihuana, mientras los titulares de los periódicos informan de la llegada de la droga a Estados Unidos y más tarde a México, mientras el Jefe de Policía (David Valle González) dice: «Por esta razón, la Policía de esta ciudad ha declarado la Guerra a esta gente, destructores de la salud moral de nuestro pueblo».

A una traficante enloquecida por la droga se le administra un compuesto de peyotina y marihuana para estudiar sus efectos nocivos, mientras el doctor Devoto dice cosas como: «El asesino mata la carne… esta gente mata el espíritu». En la película también aparecen Sara García como cocinera sorda, Manuel Noriega, Arturo Manrique «Panseco», Consuelo Segarra, Roberto Cantú Robert (futuro director de la revista Cinema Reporter), Clifford Carr, Max Langler y Víctor Junco.

La película del «Che» Bohr se estrenó en 1936, el mismo año que los exitosos melodramas delirantes y moralistas: Marihuana. Assassin of Youth / Marijuana, de Dwain Esper y Reefer Madness. Díselo a tus hijos, de Louis J. Gasnier. La primera película cuenta la historia de una joven que se queda embarazada tras fumar marihuana y se convierte en traficante. La segunda es una historia de explotación propagandística, excesiva y risible, sobre un grupo de jóvenes que enloquecen tras consumir marihuana.

Fue rescatada a principios de los años 70 y comenzó a ganar popularidad como obra satírica, debido a su naturaleza absurda y carente de fundamento.