Captura-de-pantalla-1576

Monica Bellucci posa para la nueva portada de la revista alemana MADAME con una transparencia impresionante que demuestra que la feminidad no tiene edad. La belleza de 58 años sigue siendo innegablemente una de las mujeres más glamorosas del mundo entero y es adorada por su sofisticación y belleza por millones.

La mujer italiana con el encanto incomparable habló a la revista alemana sobre la feminidad, el feminismo, así como los clichés en los estándares de belleza.

«El feminismo para mí significa poder sentirme cómoda con mi feminidad», dijo la actriz, entre otras cosas.

En otro momento de la entrevista, habló sobre su peso y la relación que tiene con su cuerpo.

«No estoy obsesionado con mi peso. Siempre he sido una mujer con curvas, nunca delgada, esa es mi naturaleza. Y quiero envejecer pacíficamente. Cuando tienes 50 o 60 años no tienes las mismas necesidades que cuando tenías 20», dijo.

«El gran cambio viene cuando tienes hijos. Dejas de ser el centro de atención y quedas en segundo lugar. Esto nos da otra perspectiva», continuó Bellucci.

Como dejó claro, no está dispuesta a perder sus años siguiendo dietas estrictas y agotadoras, ni pasará mucho tiempo en el gimnasio, todo solo para tener una ansiedad permanente sobre su imagen.

Por supuesto, se ama a sí misma y se cuida a sí misma, haciendo pilates para mantenerse en forma, y simplemente vigilando su dieta durante unos días si siente que ha ido más allá de lo que considera «ideal».

La actriz confesó que ahora ve el paso del tiempo como algo que tiene un impacto positivo en su vida.

«Hay muchos momentos diferentes en la vida de uno. Cuando eres joven, tienes la belleza de la juventud, la belleza de un momento biológico en tu vida. Pero la vida continúa», dijo la belleza italiana.

Monica Bellucci es madre de dos hijas, Deva, de 18 años, y Léonie, de 12, a quienes tuvo con su ex esposo, Vincent Cassel.

Aunque la pareja ha estado separada desde 2013, mantienen una muy buena relación por el bien de sus hijos.

«Hemos estado separados por muchos años, pero cuando eres padre, eres padre para siempre. Es hermoso tener una buena relación para nuestros hijos. Nos reunimos siempre que podemos», dijo la actriz italiana.

 
 
Hoy se acaba de estrenar el nuevo film de James Bond, llamada esta vez Spectre. Sam Mendes no solo ha bordado el film sino que también sus actores y por supuesto las dos mujeres Bond de este capítulo 24 lo hacen a la perfección, Esta vez estas mujeres son nada más y nada menos que Monica Bellucci y Lea Seadoux. Ahora venimos con la primera.
La Bellucci es uno de esos grandes momumentos a la carnalidad, sensualidad y feminidad, es una mujer de fuerza y de presencia, una modernización de estrellas como la Loren o la Cardinalle, un rostro perfecto encastrado en un cuerpo igual de perfecto. Monica Bellucci no es una estrella al uso, es simplemente unos de esos astros que orbitan en el planeta cine y son queridos y admirados simplemente por poseer un don especial, el don de enamorar y de excitar a todo aquel espectador que se acerque a una sola de sus miradas o a uno sólo de sus movimientos. Monica Bellucci es simplemete arte, una mujer salida de la entrañas de un artista pictórico o del mejor escultor del mundo.
 
BIOGRAFÍA Y FILMOGRAFÍA
 
Mónica Anna María Bellucci nació el 30 de septiembre de 1964 en Città Di Castello, Italia. A los 18 años decidía matricularse en la facultad de derecho de Perugia, no podía imaginar que acabaría convirtiéndose en una famosa actriz y uno de los mayores mitos eróticos del cine.
 
Para costearse sus estudios, la hermosa chica trabajó en una agencia de modelos y, dos años después, dejó la universidad y se trasladó a Milán, donde firmó un contrato con la prestigiosa agencia Elite. En paralelo a los desfiles, Mónica decidió recibir clases de interpretación. En 1990, actuó en su primera película: Vita Coi Figli. Después de ésta, la vimos en diversos filmes italianos y fue entonces cuando Francis Ford Coppola le ofreció el papel de la novia de Drácula en el filme del mismo nombre. En 1996, rodó su primera película francesa: Flash-back, el apartamento, donde trabajó junto al que sería su marido, Vincent Cassel. Su interpretación en este largometraje le otorgó una nominación a los Césars. La pareja Bellucci-Cassel apareció en diversas producciones, como por ejemplo, Dobermann en 1997.
 
Entre sus papeles más destacados debemos recordar entre otros, Malena (2000), El pacto de los lobos (2001), Astérix y Obélix: Misión Cleopatra (2002), Irreversible, su pequeño papel en la saga Matrix, Lágrimas del sol, junto a Bruce Willis, en 2003 o La pasión de Cristo de Mel Gibson. Ese mismo año, también la vimos, junto a su marido, en El agente secreto. También actuó en El secreto de los hermanos Grimm y en ¿Cuánto me amas?, ambas en 2005.
 
La actriz habla tres idiomas de forma fluida: italiano, inglés y francés; también se desenvuelve con el español y el arameo, este último fue necesario para su interpretación de María Magdalena en La Pasión de Cristo.
Esta semana regresa a nuestras pantallas con la película \’Un verano ardiente\’, con lo cual volveremos a disfrutar con un (desnudo) tipo de actriz y mujer lamentablemente en extinción, Bellucci es puro deseo y eso o se tiene o no.