Antes de nada, dejar una cosa clara, como ya hemos dicho, posiblemente estamos ante la mejor serie jamás realizada hasta la fecha. Por lo tanto ya podéis adivinar que teníamos muchas ganas de hablar de esta odisea y tributo a la creación de la nación más importante del mundo.
Crítica y análisis de la gran obra del siglo XXI |
Definición
Definir esta serie es difícil. En la teoría hay dos tipos de series, las autoconclusivas y las continuadas. Las primeras, lo tenemos claro con ejemplos como CSI, episodios que abren y cierran una trama en el mismo capítulo; las segundas mantienen un arco argumental durante una temporada como, por ejemplo, Juego de Tronos. Pues bien, ahora tenemos un nuevo estilo aún sin definir y es donde debemos situar a Mad Men. Sus episodios no sólo no abren y cierran una trama, sino que tampoco lo hacen con las temporadas por lo que casi podríamos definir esta serie como la película más larga jamás contada.
La serie de Matthew Weiner es un conjunto de teselas que debemos juntar a modo de mosaico. Un pequeño detalle en el episodio tres de la primera temporada puede repercutir y reaparecer en el octavo de la segunda, por eso Mad Men es como la vida misma, una pequeña o gran historia que habla de nada concreto pero de todo en general. Por eso suponemos que Mad Men únicamente nos revelará su historia real el día que termine.
Ecos
En 2002 Todd Haynes estrenaba una de las mejores películas de toda la década, nos referimos al film Lejos del Cielo. En ella se rememoraba el cine de Douglas Sirk pero tamizado bajo el prisma del cine actual donde esas perfectas y preciosas parejas del American Dream de finales de los 50, ahora escondían secretas pasiones y oscuros deseos mucho más cercanos a la realidad de la que nos contaban en su momento. La homosexualidad, el amor libre, las mentiras o la mezcla racial se trataban con total libertad como eje principal del relato. Pues bien, en Mad Men Matthew Weiner retomó esta idea pero llevándola un paso más allá gracias a su formato serial.
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Mad Men al desnudo | Crítica y análisis de la gran obra del siglo XXI |
2) ANÁLISIS DE CAPÍTULO COMO EJEMPLO
ESTUDIO DEL 1º CAPÍTULO DE LA 5ª TEMPORADA (LITTLE KISS)
Comparar los primeros capítulos de Mad Men donde disfrutamos de la luz, la elegancia y las tonalidades melosas del American dream, con la estética tenebrista de las vacías, frías y oscuras estancias de hotel de la 4ª temporada es más que interesante. Pero al final de esta veíamos que la esperanza llegaba de nuevo a la vida de Draper, una nueva luz se encendía en su interior y la malsana relación Dick/Don parecía llegar a su fin. El primer episodio de la quinta temporada, un capítulo doble llamado \»A Little Kiss\», confirmó que esta serie no se iba a estancar arrancando con un magnífico \»nuevo\» Mad Men.
Mad Men pegó un giro radical; aquel primer episodio confirmó que el rumbo había cambiado tanto para la serie en general como para Don Draper en particular. No sabemos si la entrada del actor Josh Hamm en la producción tendría algo que ver con este cambio tan radical de su personaje ya que, aunque pensamos que la figura de Weiner es demasiado importante como para dejarse influir, también tenemos claro que sin el actor que da vida a Draper la serie no sería lo que es. Así que, tanto si fue una nueva estrategia comercial o algo ya premeditado por su creador, lo cierto es que en aquel primer episodio se notó una mejora palpable en la figura de Draper. La cuarta temporada lo convirtió en un ser deleznable en muchos aspectos, un apuesto antihéroe que se distanciaba del público tanto del de dentro de la pantalla como del de fuera. Ahora en cambio, pequeños detalles como un Draper jugueteando detrás de una columna o volviendo a casa antes de hora para consolar a su esposa, dejaban entrever un nuevo Don, un personaje mucho más mundano, cercano y capaz de ruborizarse ante el resto de los mortales.
Pero donde de verdad había llegado la luz y el color era en su puesta en escena y dirección de arte. Los 60 estaban llegando a su fin por lo que bienvenidos fueron los luminosos primeros indicios de los 70.
En \»A Little Kiss\» veíamos un aumento de la luz, notábamos la multiplicación del color, ganábamos en espacios abiertos y veíamos por fin aparecer la bendita minifalda. Aunque tan solo había pasado un año desde el final de la última temporada, a vista del espectador parecía que había transcurrido una década. El vestuario se transformaba sobre todo en las féminas, los peinados se volvían más atrevidos, los complementos como las gafas cambiaban y los sombreros empezaban a desaparecer. Es curioso observar como Joan, la gran diva sensual hasta el momento, parecía ahora fuera de época convirtiéndose así en un prototipo de belleza del pasado. Los nuevos tiempos estaban llegando y no todos sabían adaptarse.
Pero es sobre todo la casa de Don la que mejor reflejaba todo este cambio. Era el lugar clave de este primer capítulo, la modernidad, la luz y los espacios quedan perfectamente ubicados siendo el reflejo perfecto del cambio que se estaba produciendo en los personajes. En este espacio es donde tiene cabida la escena clave de ese \»Pequeño beso\», nos referimos a la fiesta sorpresa del 40 aniversario de Draper, leitmotiv principal junto al regalo sorpresa de su esposa que da título al capítulo.
Es curioso ver ahora y a toro pasado como la canción en francés (Zou Bisou, Bisou) que Megan dedica a Don y que altera a todo el personal al entenderla estos como un signo de modernidad y referente cultural, era realmente un trampantojo de una mal entendida modernidad foránea. Ya que la realidad nos decía tiempo después, que aquellos neoyorquinos aparentemente conservadores, esos hombres y mujeres de Madison, estaban gestando el periodo en que su ciudad y sus ciudadanos robaban poco a poco y sin darse cuenta, el símbolo de modernidad y de capital del mundo que hasta entonces poseía la capital francesa.
Pero una vez más y siendo fiel a su guión, Mad Men no se conformaba únicamente con hablar de sus personajes. Menciones al black power o la incipiente libertad sexual eran algunos de los indicios de eso primeros cambios que se estaban produciendo en un país que se convertiría sin darse cuenta en el eje de la economía, la cultura, la moda y del propio mundo. Como ya hemos dicho en la retrospectiva inicial, este telón de fondo siempre ha estado presente en la serie mosaico que narra la historia de la \»mayor\» nación del mundo.
La oscuridad que rodea al antihéroe sólo muestra una puerta al color: \’El sexo\’ |