Lucrezia Borgia (1935) desnudo
El pionero del cine mudo francés, Abel Gance, dirige este clásico de 1935 centrado en la figura de Lucrezia Borgia, su hermano Cesare y su padre, el papa Alejandro VI, quienes constituyen una de las familias más criminales y ambiciosas de la historia.
RESEÑA CRÍTICA:
Gance se adentra en la tumultuosa historia de la familia Borgia, retratando sus escándalos con una crudeza y una sinceridad inusitadas, lo que le permite explorar las hipocresías entrelazadas de asesinatos, sexo y religión. A pesar de su indudable maestría visual para evocar emociones intensas y demonizadas, la película parece no aprovechar al máximo el potencial narrativo que ofrece este oscuro episodio histórico.
El filme, a pesar de su ambición, no parece adaptarse completamente al estilo del director, aunque sí cuenta con el innegable beneficio de presentar a Edwige Feuillère en un momento audaz de desnudo frontal, un hito en la historia del cine, al menos en términos documentados. Esta obra, similar a Leisen, busca preservar una cierta simpatía por su envenenadora protagonista; sin embargo, la representación de una Lucrezia Borgia amable parece una oportunidad perdida.
El ritmo narrativo que Gance elige finalmente sumerge a la película en un torbellino de confusión, mientras que los espléndidos y deslumbrantes diseños renacentistas ofrecen un alivio visual significativo.
En resumen, esta propuesta del célebre director francés es sorprendentemente audaz, presentando desnudos, orgías y traiciones en una trama que, aunque desafiante, se siente apresurada en ocasiones. Un desarrollo más extenso podría haber proporcionado el tipo de profundidad que falta en esta fascinante, pero imperfecta, exploración del legado de los Borgia.
El pionero del cine mudo francés Abel Gance dirige este clásico de 1935 sobre Lucrezia Borgia, su hermano, Cesare. y su padre, el papa Alejandro VI, una de las familias criminales más despiadadas y ambiciosas de la historia.
FOTOGRAMAS DEL DESNUDO FRONTAL SIN CENSURA PINCHA
FICHA:
Lucrezia Borgia es una película histórica francesa de 1935 dirigida por Abel Gance y protagonizada por Edwige Feuillère, Gabriel Gabrio y Maurice Escande. La actuación de Feuillère fue ampliamente aclamada por la crítica y aumentó significativamente su carrera.
Fecha de estreno inicial: 20 de diciembre de 1935
Director: Abel Gance
Música compuesta por: Marcel Lattès
Productor: Paul Madeux
Guion: Abel Gance, Léopold Marchand, Henri Vendresse
Edwige Feuillère
Edwige Feuilleèe, de nombre de soltera Edwige Caroline Cunati Vesoul, Francia, 29 de octubre de 1907 – Boulogne-Billancourt, el 13 de noviembre de 1998 fue una prestigiosa actriz francesa de cine y teatro, considerada una Grand-Dame del teatro parisino.
Fecha de nacimiento: 29 de octubre de 1907, Vesoul, Francia
Fallecimiento: 13 de noviembre de 1998, Ambroise Paré Hospital (AP-HP), Boulogne-Billancourt, Francia
Cónyuge: Pierre Feuillère (m. 1930–1933)
Libros: Les feux de la mémoire, Moi, la Clairon, Lettres a Colette, A vous de jouer: entretiens avec Jean-Jacques Lafaye
