En su cine, el sexo, los desnudos y el erotismo son el pilar fundamental para describir el miedo; al mismo tiempo, el miedo es también uno de los componentes de su erotismo, sea mediante lo desconocido, lo perverso o lo prohibido. Con lo cual, en la propuesta fílmica de hoy tenemos dos pilares básicos y primitivos de la naturaleza humana y a un artista que supo como nadie fusionarlos y explotarlos.
Filmografía
Gritos en la noche (1961) puede ser considerada como la primera película fantástica del director. En ella nos encontramos con el Dr. Orloff, médico y científico que se dedica a secuestrar y asesinar bellas muchachas con el objetivo de conseguir su piel y usarla para la reconstrucción del rostro deformado de su propia hija. En 1964 realizaría El secreto del Dr Orloff. Continuación directa del film anterior y primero en el que abandonaría el clasicismo formal para empezar a experimentar con las tendencias visuales de la nueva época, las cuales le acompañarían como sello casi toda su carrera ya fuese en forma de zooms, reencuadres y un uso mucho más marcado y notorio de la cámara.
Un año después realizaría una de sus obras más polémicas, Miss Muerte(1965). Narra la venganza de una doctora sobre los tres hombres que asesinaron a su padre, para ello utiliza a una bailarina de striptease a la cual hipnotiza para que vaya matando a sus víctimas mediante un veneno inyectado en sus largas uñas. El erotismo ya es una de las piezas claves de esta obra y, a partir de aquí, una constante en su filmografía.
En el último año de la década de los 60 rodaría Paroxismus (1969), bastante cercano argumentalmente a Miss Muerte, y su primera obra sobre vampiros El conde Drácula (1969), protagonizada por Christopher Lee como conde Drácula y Klaus Kinski como Renfield.
La nueva década comenzaría con Las Vampiras (1970), donde la vertiente más erótica de este director es la marca dominante, como demuestra la voluptuosidad y sensualidad de las protagonistas y la gran importancia que el desnudo adquiere en la obra.
A partir de los 80 hasta nuestros días, el cine de Jess Franco parece no encajar ya con los tiempos actuales. Quizás falto de libertad creativa o cansado de repetir fórmulas, la producción del director madrileño no muestra señales de atrevimiento o calidad suficiente. Con lo cual cerramos este pequeño artículo dejándoos con una recopilación de fotos de los títulos citados.
Necronomicon (1967) Jess Franco y la Horrótica. |