Nadie la susurró, nadie la pidió y nadie la exigió. Pero aún así en Marvel Disney, la idearon, la recrearon y la estrenaron. Por supuesto se estrellaron.
Nadie que no sea fan acerrimo de Kevin Feige, puede negar que ‘Los Eternos’ (Eternals) es un auténtico fracaso ya no tanto en taquilla, donde al final gracias al fanatismo ha conseguido medio salvar los muebles, sino en terminos de reputación y de ecosistema cómico… o cósmico… o de cómic… o como lo quieran ustedes decir.
La ganadora del Oscar más falso de la historia fue la elegida para dirigir la que sería la gran obra maestra del cine de superhéroes, la película que batiría todos los records de premios y nominaciones, el Centauros del Desierto del género superheroico. El resultado es una producción redundante, aburrida, manida, sobrante y que para colmo daña la tan estupenda trayectoria de Marvel y Feige en el cine.
Verla no daña la integradad humana del espectador, digamos que puede verse, el problema es que es tiempo perdido, no tanto como el que ser pierde viendo estupìdeces seriales de Netflix, pero demasiado para los tiempos en que vivimos. Los Eternos no emociona como obra cultural, no divierte como blockbuster y no aporta nada a un universo tan bien diseñado como lo es el UCM. Sus personajes son planos como lo es su diseño de producción y el problema no solo es ser planos, eso ya lo han sido muchos otro personajes del cine, el problema es ser anodinos e intentar aparentar ínfulas de profundidad dramática. Y eso es problema de la dirección y del diseño que ha tenido esta adaptación desde el inicio la cual se ha querido salir de la tan criticada (pero acertada) línea Marvel para entrar en una línea que se aferrase al tan aclamado cine de autor actual que en muchas ocasiones me gustaría saber que es. Y de ahí que los personajes de ‘Los Eternos’ hablen más lento que los demás, miren al horizonte más que los demás y sean mucho más estúpidos y cómicos en el mal sentido, que los demás.
Pero quizás lo peor sea su aburrimiento, una película palomitera (en el fondo ese es lo que es) que no impacta en sus escenas de acción, que no emociona en su diseño de producción y que no soprende en su guión, el cual como digo, deja en muchas ocasiones vendidos a su hermanos suerheróicos terrestres, los cuales si emocionan, si sorprenden y no miran al horizonte cuando hablan, sino a los ojos y al corazón del espectador.