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EL CADILLAC ROSA | Sin duda no es Gran Torino

Corría el año 1989 y el cine de acción estaba en pleno apogeo, sobre todo esa vertiente un poco más cómica normalmente iedeada bajo el paraguas de la buddy movie. Clint Eastwood era una estrella de la acción aunque fuese de una forma distinta a la habitual de las estrellas del momento y por tanto, aunque tenía ya una cierta edad, era portador de un físico portentoso con unos pectorales y unos biceps que lucían perfectamente. Conclusión: vamos a por una cinta de acción que pueda tener el mismo éxito en taquilla que los grandes blockbusters policíacos de aquellos años.

Pero no hubo éxito, El Cadillac Rosa, la cual estaba dirigida por Buddy Van Horn, o lo que según los especialistas, estaba dirigida por el propio Clint Eastwood (ya que Van Horn era simplemente el hombre que se ponía tras la cámara pero bajo las ordenes de Eastwood), es un auténtico desastre. Y cierto además que se nota la mano de Eastwood en la dirección, pero no la buena sino la torpe (cámara subjetiva usada de forma terrible en muchas escenas de acción).

El filme ni es cómico, ni de acción, ya que su primer error es ese, que posee un tono que nunca llega a pertenecer a ningún género en concreto. Es demasido seria para ser tomada como una comedia y divertirte con ella y demasiado absurda para ser tomada como una cinta de acción y vibrar con ella. Las escenas de acción son un desastre tanto en argumento como en planificación y el argumento general aguanta para 50 minutos pero no para dos horas. Seguramente Eastwood tenía muy interiorizado sus dos grandes taquillazos como Philo Beddoe y su amigo el orangután y de ahí que perfilase unos enemigos de corte caricaturesco y diese menos valor a la acción pensando que lo «cómico» de la situación sería un gancho perfecto para atraer al público, Pero sin duda el resultado le quitó la razón y dejó claro que Eastwood era demasiado clásico para meterse en terrenos de cine de acción de finales de los 80s y principios de los 90s.

Lo más hiriente quizás sea que esta película tiene un esquema similar a cualquier capítulo de The A-Team, mejor conocidos como ‘El Equipo A’. De hecho, Eastwood viene a ser aquí una especie de Hannibal Smith, astuto, noble, honesto, amante del disfraz y las trampas sugestivas, pero sin la compañía del resto del equipo. ¡No, qué va! El viejo Clint se va solo contra el mundo… Ah, y Bernadette Peters, quien oscila en la película con momentos sexis y amargos.
Película regular con una historia que se pudo librar en menos tiempo.

CONCLUSIÓN

Antes de alcanzar la madurez creativa con Sin perdón y de iniciar una prodigiosa racha de estupendas películas que dura hasta hoy, el bueno de Clint parecía desorientado a finales de los ochenta y protagonizó varios filmes bastante mediocres. Cadillac Rosa es uno de ellos. Cuenta la historia de un cazarrecompensas interpretado por Eastwood que persigue fugitivos atrapándoles con métodos muy peculiares, como disfrazarse o engañarles con todo tipo de tretas. Un día se verá envuelto en un lío cuando caza a una fugitiva que se ha saltado la condicional y que está casada con un gandul con amistades muy peligrosas. La mujer se fuga de casa llevándose a su hija lejos de su insustancial marido. Lo malo es que en el maletero de su coche hay escondida una importante cantidad de dinero propiedad de los amigos del marido que forman una asociación de paletos pistoleros racistas. Cuando Clint da con la mujer se convertirá en objetivo de los pistoleros junto a la chica.

Cadillac rosa es una película de acción con algunas dosis de comedia, aunque se echa en falta más acción. La dirige el amigo de Eastwood, Buddy Van Horn, que un año antes ya le había dirigido en la exitosa La lista negra. De todas formas este Pink Cadillac es una cinta mediocre en la que lo único que me hizo gracia fue cuando Eastwood se hace pasar por un paleto que masca tabaco para entablar contacto con los pistoleros nazis. Lo demás es bastante flojo. La trama no engancha debido a un guión que no acaba por decantarse ni por la acción ni por la comedia, tampoco ayuda el poco carisma de la coprotagonista, una sosa Bernardette Peters. Entre los secundarios llama la atención la presencia casi fugaz de Jim Carrey imitando a un Elvis Presley enano y del rockero Bryan Adams.