Crítica no woke Emilia Perez

Crítica no woke Emilia Perez

Emilia Pérez: el arte de un disfraz visual y narrativo woke diseñado para el Oscar

Un drama de mujeres disfrazado de cine masculino

El argumento se centra en Emilia Pérez, un narcotraficante despiadado que, tras una operación de cambio de sexo, transforma su identidad y su moralidad. La narrativa presenta un contraste directo y casi maniqueo: el hombre es símbolo de corrupción y maldad; la mujer, una vez emancipada de esa carga de género, es portadora de redención y esperanza. En este punto, la película dialoga con clásicos como Tomates verdes fritos y Mujercitas, donde el mundo femenino se presenta como un refugio ante las adversidades impuestas por los hombres. Sin embargo, Emilia Pérez lleva esta idea a un extremo radical y deliberado: elimina casi por completo cualquier posibilidad de redención masculina.

Una técnica visual y musical rompedora

Más allá de su discurso ideológico, lo que eleva a Emilia Pérez como obra de arte es su impecable dirección. La puesta en escena es una obra maestra de ritmo y composición visual. Cada encuadre está cuidadosamente diseñado para transmitir la atmósfera opresiva de los mundos que retrata: las cárceles, la frontera, la violencia. La fotografía nocturna se alza como uno de los puntos más sobresalientes, jugando con sombras y luces de forma evocadora, creando una estética tan hipnótica como aterradora.

La contradicción ética de la narrativa

A pesar de su excelencia técnica y estética, el guion de Emilia Pérez no está exento de críticas. La manera en que trata a ciertos personajes secundarios, especialmente los niños, revela un vacío ético que contrasta con el mensaje central de la película. Estos personajes, que podrían haber añadido profundidad emocional, son relegados a meros instrumentos de la trama, restando autenticidad al discurso sobre la empatía y la humanidad. Así es un film que habla de una humanidad selectiva, una que solo contempla la agenda política y sonora del momento, lo que debilita la estructura de una obra que se derrumba justo en lo quiere destacar o denunciar. Crítica no woke Emilia Perez

Conclusión: el arte de la contradicción

Aunque su mensaje pueda parecer polarizador, su maestría técnica y su audaz propuesta visual la consolidan como una película que no puede ser ignorada, un triunfo artístico diseñado desde el laboratorio de la actualidad fílmica.

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