Hemos dialogado sobre bastantes películas de blaxploitation, pero quizás hemos descuidado el thriller de 1971, Shaft. ¿Qué podemos decir sobre el abuelo de todos ellos? Pues sencillamente que es la película que ayudó a cambiar el pensamiento de Hollywood sobre qué puntos de vista venderían más o menos. Muchas de las películas orientadas a lapoblación negra que vinieron después fueron acaparaciones de efectivo, y por esa razón la mayoría de ellas no eran de calidad. No existen tales problemas con Shaft. Es rápido, furioso y divertido. Nuestra visualización fue un recordatorio de que, además de ser una película de detectives y una película que se centra en las experiencias negras, también es una película neo noir tanto en ejecución como en estado de ánimo. Dirigida por el aclamado fotógrafo y fotoperiodista Gordon Parks, Shaft es un trabajo magnífico, realizado principalmente en lugares reales de la ciudad de Nueva York, y salpicado de simbología y metáfora visual desde los créditos iniciales.
El personaje de Shaft es importante en la historia del cine como demuestra ese tema musical tan ampliamente escuchado, la gran mayoría de la gente sabe que Shaft es una mala bestia que cierra bocas, pero como también dice la canción, es complicado. Vive en Greenwich Village en una casita de soltero decorada con arte moderno y llena de libros. Es amable con los niños y ayuda a las personas necesitadas. Tiene sentimientos por su novia, pero no está atado y es complaciente con otras mujeres que lo desean. Y es amigo de cualquier persona que lo trate con respeto. Esto se extiende a su camarero local, que es gay y dispensa una palmadita familiar en el trasero de Shaft de forma habitua. ¿Una mala bestia que cierra bocas? Por supuesto, pero es mucho más. Y del mismo modo, Shaft es más que una película de detectives. Es un logro cinematográfico que entretiene visual, intelectual y visceralmente. Es una visita obligada.