¿Es una comedia? ¿es un musical? ¿un drama romántico? ¿un filme para niños? ¿para adultos? la cuestión no es lo que sea, la cuestión es que es todo lo dicho y bien hecho. Quizás podamos tener alguna queja en el apartado musical, ya que es cierto que estamos ante una película mucho más emocional y pasional que artística. Es en su lenguaje audiovisual donde el filme se muestra más vulgar y aún asi, tiene momentos poéticos como los referidos al uso del tiempo donde los protagonistas coinciden en escena en mismo espacio pero diferente tiempo, pero, es verdad que los números musicales con temas de Hombres G, son demasiado planos e intrascendentes en terminos visuales y de puesta en escena pero ya digo que es el único pero de una película que en todo lo demás funciona como un reloj, no digital como los Casio ochenteros que vemos en las muñecas de los protagonistas, sino como un analógico donde el tiempo fluye con suavidad y donde su esfera y correa derrama estilo y belleza.
La película es perfecta para ir en familia ya que pocas veces dos generaciones se sienten tan unidas ante una misma película. Quizás sea Spielberg o Pixar los que mejor han sabido unificar edades así que el ver eso en nuestro cine es para estar más que orgullosos. Sabemos que es ‘Padre no hay más que uno’ el que también se encarga de eso cuando hablamos de cine nacional pero ya os digo que la película de David Serrano es mucho más redonda y perfecta que las películas de Segura, las cuales son simplemente comedias efectivas.
‘Voy a pasármelo bien’ es una de las mejores películas del año que ha pasado con tristeza por los cines y que ya está disponible en plataformas digitales aunque por desgracia lo hace en Amazon Prime Video, porque ya os digo que si esta película pasase por Netflix, reina del marketing, en vez de en la de Bezos, reina del comercio, su legado, fama y éxito sería mucho cercana a lo que merece por la enorme calidad que atesora está pequeña película con tintes de Billy Wilder y poquito de Stanley Donen.
NOTA 7.5