Puntuación: 7

+ Sobresaliente en todos los apartados técnicos y artísticos.
– La ausencia de algo que la haga especial.

Quedan lejos aquellos tiempos en los que una nueva película de Steven Spielberg era prácticamente el acontecimiento cinematográfico del año. Aún así, cada nueva película del ex midas de Hollywood sigue siendo foco de atención al menos para lo nacidos fílmicamente durante la década de los 80. El puente de los espías supone la cuarta colaboración del respetadísimo director de origen judío y Tom Hanks (tras Salvar al soldado Ryan, Atrápame si puedes y La Terminal).

Esta vez estamos como ocurriese con La lista de Schindler ante una historia real. En plena Guerra Fría, la CIA detiene en Nueva York a un espía ruso y encarga al abogado Donovan su defensa para demostrar que tendrá un \»juicio justo\». En medio de todo ello, un piloto norteamericano en territorio hostil es derribado y capturado. Se pretende hacer un intercambio de ambos prisioneros pero la lealtad de Donovan trasciende este simple intercambio de \»humanos como si fueran cromos\» y busca ayudar de paso a un joven estudiante que también está detenido en Berlín Oriental.

Lo primero que debemos destacar es la puesta en escena del film. La dirección de arte y sobre todo una vez más la fotografía de Janusz Kaminski (ver como rueda la nieve y los contraluz es simplemente mágico), hacen que cada plano sea una obra a admirar. Spielberg como siempre rueda con solidez habitual y Tom Hanks vuelve a demostrar sus tablas y calidad como actor.
Los guionistas, Matt Charman y Ethan y Joel Coen también nos dejan un libreto genial donde el dramatismo de la historia se ve acompañado por pinceladas del humor habitual que vemos en las historias de la famosa pareja de hermanos.

A todo esto hemos de sumar que el resto del elenco de la obra: actores secundarios, técnicos, músico y cualquier detalle de producción, también están en un nivel de altura que bien podrían ocupar la mayoría de nominaciones a los Oscar del próximo año 2016.
Pero (siempre hay un \»pero\»), hemos de decir tras estos halagos a la última obra de Spielberg, que el conjunto termina siendo frío para el espectador. No sabemos si el tema a tratar queda demasiado distante; si la ausencia de un héroe típico acaba lastrando; si el conjunto ya está muy visto; si la ausencia de una gran escena final que se marque a fuego le pasa factura; o simplemente que la formalidad y la profesionalidad de la maquinaria de Hollywood tan bien representada en esta obra, le resta esa espontaniedad y atrevimiento que las grandes historias del año nos suelen dejar.
De este modo estamos ante una gran obra de estudio, pero ante un film muy poco rebelde. Una obra clásica, pero antivolcánica. Una película que nos muestra como el niño que Spielberg siempre llevó dentro, por desgracia ha crecido para siempre.

Tráiler de \’El Puente de los espías\’

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=4BWj6xTi1Us]