Nos gustaría reivindicar una película y un autor que tanto público por desconocimiento, como crítica por venganza han decidido enterrarlo en muchas oaciones…
En El Incidente Shyamalan nos habla de lo que para él es el verdadero terror del siglo XXI: la infelicidad pruducida en nuestras vidas por nosotros mismos, por la presión social y por una sociedad que ha perdido los principios básicos comportándose de forma cruel, cotilla y morbosa que se mueve como un ente carnivoro que arrasa a su paso dejando una estela de seres vacíos, infelices, solos, e impotentes. Donde claro está, el máximo exponente de esa infelicidad es desembocar en casos extremos como el suicidio, una de las grandes plagas de los grandes núcleos urbanos de los Estados Unidos.