Exploración del universo gótico y la feminidad en las hijas de drácula
La película las hijas de drácula (1974), dirigida por el talentoso cineasta belga Harry Kümel, es un homenaje subversivo y estilizado a los horrores góticos y a la exploración de la sexualidad femenina. Protagonizada por Delphine Seyrig, quien encarna a la aristocrática y seductora condesa Bathory, la película se sitúa en un hotel desolado en la costa belga, evocando con cada escena una atmósfera opresiva y atemporal, como si el mundo en sí estuviera atrapado en un sueño febril. La narrativa explora la conexión entre el deseo y la transgresión, colocando en el centro la relación entre la condesa y su joven protegida, Valerie, en una compleja coreografía de seducción y dominación.
La obra se inscribe en el contexto de un cine europeo de los años setenta que buscaba romper las convenciones narrativas y estéticas, alejándose de las estructuras hollywoodenses para abrazar una estructura fragmentada y sensorial. Las hijas de drácula se convierte en un acto de rebeldía, no sólo por su representación de una relación lésbica en una época de represión, sino también por su estética barroca y cuidadosa, donde cada plano parece calculado para evocar una sensación de inevitable decadencia. Este vampirismo no es solo un mito sobre la inmortalidad; es un comentario sobre el deseo inextinguible y su capacidad para erosionar la moralidad humana.
Crítica: La poética sensual y decadente de las hijas de drácula
Las hijas de drácula es una de esas películas que, al abordar el mito vampírico, trasciende sus propias limitaciones de género para convertirse en una experiencia visual y emocionalmente hipnótica. Kümel nos ofrece una visión poética del vampirismo que va más allá de la búsqueda de sangre o inmortalidad, transformando esta narrativa en una meditación sobre la feminidad, el deseo prohibido y la tensión entre la belleza y la corrupción. Delphine Seyrig encarna a la condesa Bathory con una elegancia fría y magnética, su figura destaca como el epicentro de la atmósfera decadente de la cinta, subrayando con cada mirada y cada gesto la tensión erótica y amenazante que define el relato.
La cinematografía de Eduard van der Enden envuelve la película en una atmósfera brumosa y cargada de un erotismo latente, aprovechando tanto la arquitectura del hotel como la sombría costa belga para crear una sensación de aislamiento y amenaza. La relación entre la condesa y Valerie es a la vez inquietante y seductora, expresando una complicidad que desafía las normas de una sociedad represiva, y que utiliza el vampirismo como metáfora de una libertad transgresora.
Si bien la película puede parecer excesiva en su estética barroca y su ritmo pausado, es precisamente en estos detalles donde se encuentra su riqueza: cada escena es un cuadro cuidadosamente compuesto, en el que el horror y el deseo se entrelazan de manera inextricable. Kümel no está interesado en asustarnos en un sentido tradicional; su intención es hechizar, envolvernos en el mundo de la condesa, y hacer que sintamos la atracción de una oscuridad que es tan hermosa como peligrosa. Cine erótico gratis
Cine erótico gratis | LAS HIJAS DE DRACULA | By Cinematte Flix
Mediocre film erótico-terrorífico-fantástico, a cargo de nuestro José Ramón Larraz (aquí Joseph Larraz..), que hizo, no las Américas, pero sí, las «Británicas», realizando algún filme en las islas, con desigual resultado. Quiero decir con desigual que en cuanto a virtudes cinematográficas todas fueron escasas pero es verdad que alguna de ellas tuvo gran éxito comercial, de lo que me alegro, claro.
Centrándome en esta, considero que se puede ver pues no molesta demasiado, aunque es una pena que, aún teniendo varios elementos positivos o al menos muy atractivo, Larraz, con su torpeza habitual, lastre sus posibilidades por mor de una torpe realización, amén de que el guión no tiene ninguna consistencia, siendo incongruente e incluso, si se me apura, estúpido.
Además, su título español no le ayuda mucho, pues en ningún momento se nos hace saber que las dos protagonistas sean hijas del dichoso famoso e inmortal Conde Drácula. Cine erótico gratis
Pero vaya, tiene cosas que se agradecen de veras, como, por supuesto, los cuerpazos de las chicas, con una pero que muy sensual Marianne Morris y ciertos momentos con profusión de posturas amatorias donde la pasión y la violencia se unen en orgiástica comunión.
Pero la película, en líneas generales, es desmañada y tiene un final tan absurdo como el resto.
Podría haber sido mucho mejor. Cine erótico gratis