Señores, advierto que no deben dejarse engañar por las apariencias. A pesar de que la película comienza con una cita del renombrado autor Henry R. Haggard y una referencia directa a su obra «She», esto no tiene ninguna relación con la mítica novela de aventuras. Más bien, nos encontramos ante un viaje extravagante y peculiar al mundo de la caspa ochentera, un mundo que, a pesar de su aire kitsch, sigue siendo fascinante para muchos aficionados.
El responsable de esta creación es Avi Nesher, un cineasta israelí recordado por sus primeras obras galardonadas internacionalmente, como la interesante tragicomedia «Dizengoff 99». Nesher, posiblemente influenciado por compatriotas como Yoram Globus y Menahem Golam, se aventura en el cine estadounidense a través del subgénero conocido como serie «B». Así, nos encontramos con «She», una producción que parece alejarse por completo de las expectativas generadas por su título y su introducción literaria.
La trama se desarrolla en un mundo post-apocalíptico, un escenario familiar en la época, y rápidamente se revela como una amalgama de elementos extravagantes y desenfrenados. Desde guerreros vestidos como legionarios romanos hasta vestimentas ridículas, el espectador se encuentra inmerso en un universo de excentricidades que desafían toda lógica.
El protagonista, Tom, se ve envuelto en una misión de rescate de su hermana, secuestrada por los Norks, un grupo malévolo. En su búsqueda, se encuentra con She, interpretada por Sandahl Bergman, quien repite un papel similar al de Valeria en «Conan, el Bárbaro», pero con una actuación más apática. She es presentada como la reina de una tribu de guerreras que utilizan a los hombres como esclavos, lo que refleja un futuro distópico y misógino.
La película sigue una estructura típica de serie «B» de la época, con un viaje a través de paisajes pintorescos y encuentros con personajes estrafalarios. Desde mutantes hasta sectas macabras, la trama se desarrolla como los niveles de un videojuego, cada uno más absurdo que el anterior.
A pesar de su enfoque humorístico y su estilo paródico, el ritmo de la película puede resultar tedioso y el humor no siempre es tan efectivo como se pretende. Sin embargo, la experiencia surrealista e inédita que ofrece «She» es innegable, convirtiéndola en una rareza inclasificable dentro de su género.
En resumen, «She» es más que una simple película de serie «B», es una experiencia cinematográfica única que desafía las convenciones y deja al espectador perplejo, ya sea para bien o para mal. Una obra que sin duda se destaca en el amplio catálogo de Cannon, pero que también marca el punto culminante de la creatividad extravagante de Avi Nesher en su incursión en el cine estadounidense.