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Un guepardo se alimenta de un antílope muerto mientras que un niño se acerca a quitarle el alimento y todo, en un plano único donde se ve como realmente la escena sucede tal cual, sin truco ni montaje. Esta escena de Duma resume de forma perfecta la forma tan orgánica de rodar en comunión al hombre y la naturaleza.

Carroll Ballard no rueda documentales, rueda historias, películas clásicas donde eso sí, la naturaleza es la base por el que trascurre el metraje. En Duma por ejemplo, su última película, vemos como un niño de 12 años debe cruzar el continente africano para devolver un guepardo adulto criado en cautividad a su entorno salvaje habitual. La película es un viaje iniciático donde el pre-adolescente se conocerá a su mismo y para eso, su director usa los cánones habituales de este tipo de historias pero, da prioridad a la naturaleza esta vez en concreto al guepardo protagonista. Pero, donde cualquier otro director hubiese usado trucos o más recientemente cgi, Ballard rueda de forma real cada presencia natural del entorno dando prioridad a esto sobre el relato, el cual gana en intensidad debido al realismo de las situaciones que se producen. Así, en el cine de Ballard el entorno natural que vemos es real, es tan real como el de cualquier documental de precisión y los animales claro está, son los protagonistas principales y como tales, son actores reales domamos por un director que consigue planos únicos y situaciones únicas en cada una de sus pocas propuestas.

Carroll Ballard posee 5 películas claves en su filmografía, las 5 basadas en la naturaleza y más concretamente en lo salvaje de la naturaleza. El Corcel Negro; Los Lobos no lloran; La Fuerza del Viento; Volando libre; y Duma, son las cinco películas que mejor recogen el estilo tan personal, naturalista y salvaje del autor. Ballard es un desconocido en nuestro país y un nombre totalmente secundario en la cinematografía mundial pero, todo genio tiene seguidores y para Ballard su mayor logro es tener el aplauso del público. Un público que queda pasmado y rendido ante la sencillez de historias que nos propone y ante la complejidad de poder llevar a imagen lo salvaje de nuestro planeta.
Hoy CINEMATTE quiere homenajear con este pequeño artículo a un autor que merece más notoriedad de la que posee y a unas películas tan sencillas de ver como rebeldes y difíciles de rodar. Un cineasta a mitad de camino entre un domador de circo, un documentalista y un Howard Hawks que sabe que la diversión es lo principal en este noble arte del cine.