Las claves de Blanca, el inquietante personaje de Ángela Cremonte en ‘Feria: La luz más oscura’
Ángela Cremonte en ‘Feria: La luz más oscura’
[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE FERIA: LA LUZ MÁS OSCURA]
Netflix España ha arrancado el año sumando por primera vez un thriller fantástico a su catálogo de series. Nos referimos a Feria: La luz más oscura, la inquietante y sobrenatural apuesta firmada por Agustín Martínez (Sin tetas no hay paraíso, La caza. Monteperdido) y Carlos Montero (Élite, El desorden que dejas) que llegaba el pasado viernes a la plataforma.
‘Feria: La luz más oscura’
La trama nos traslada a un pueblo andaluz en los años 90. Allí, la vida de dos hermanas adolescentes (Ana Tomeno y Carla Campra) cambia repentinamente después de que sus padres, acusados de asesinar a 23 personas en un ritual, desaparezcan. Ambas deberán hacer frente al odio y al recelo en torno a ellas, adoptado dos posturas muy diferentes ante su nueva situación: una, Sofía (Campra), optará por creer en lo imposible mientras que la otra, Eva (Tomeno), interpretará lo ocurrido de forma racional.
No olvidemos que Feria es un thriller fantástico, con altas dosis de misterio y elementos sobrenaturales. Sin ir más lejos, si ya has podido ver la serie, es probable que Blanca, el personaje de Ángela Cremonte y uno de los secretos mejor guardados de la historia, te haya inquietado y fascinado a partes iguales.
Se trata de la líder del Culto de la Luz, una secta diabólica, responsable de lo acontecido en el pueblo de Feria y que manipula a Sofía para que abra los cinco sellos de la luz, liberando así las fuerzas del otro lado, a cambio de reunirla con su madre. Este culto también es la excusa perfecta para profundizar en el aspecto terrorífico de la serie (cuidado con Dekta), pero también para añadir violencia, desnudos y hasta orgías a la trama.
El personaje más difícil
¿Cómo nace Blanca, un papel tan particular? Hemos podido hablar con los creadores de la serie y nos han dado las claves sobre el enigmático personaje. En palabras de Martínez, todo lo referente a la secta en Feria está documentado: «Lo que contamos tiene un corpus teórico muy firme, necesitábamos que fuera así e hicimos una gran investigación para darle ese fondo a la secta que a lo largo de la trama se va descubriendo».
En cuanto al casting para buscar a la actriz adecuada para Blanca, confiesa que «era un personaje dificilísimo de pasar de un papel a la realidad, muy complicado»: «Hay cosas que funcionan en papel, pero luego hay que ponerlas en pie y Ángela ha estado maravillosa. Trabajamos mucho en quién era Blanca y por qué hacía lo que hacía y desde dónde. Ángela ha conseguido levantar un personaje que tiene un magnetismo muy especial a lo largo de toda la serie».
En esa misma línea, Montero afirma que la actriz ha sido «súper valiente» a la hora de meterse en la piel de esta mujer porque «se ha atrevido con todo»: «Era necesario encontrar a una actriz que fuera hasta el final y Ángela ha sido súper generosa. Sabía desde el principio que esa tenía que ser la apuesta, la de ir a por todas, y lo ha hecho en todos los niveles: se desnuda físicamente, en su alma, todo. Yo me acuerdo que leyendo los guiones, decía: ‘Joder, este es el personaje más difícil con diferencia’. Y Ángela está increíble».
¿Y si dos hermanas adolescentes descubren que sus padres son unos monstruos? Eva (Ana Tomeno) y Sofía (Carla Campra) tendrán que enfrentarse al horrible crimen que parece que han cometido sus padres quienes, antes de desaparecer, han dejado atrás 23 víctimas. ¿Cómo van a sobrevivir estas hermanas en un pueblo que las odia? ¿Es posible que conocieran tan poco a sus padres o existe algún motivo para que estuvieran implicados en este suceso? Este es el viaje que emprenderán Eva y Sofía en Feria, un pueblo donde la realidad esconde un universo fantástico.
Feria: La luz más oscura presenta una historia que si bien nos resultará familiar, pueblos con religiones ocultas, el mal acechando a la gente, sectas etc. Historias parecidas ya las hemos visto, entonces qué tiene de especial esta. Siendo sinceros no mucho. Desde el guion se sabe cómo mover las piezas, pero las jugadas no son en absoluto sorprendentes ni interesantes. El desarrollo de la historia es convencional y previsible, consiguiendo sorprender en vagas ocasiones.
Asimismo, desde el guion se peca de una repetición de explicaciones que dan vueltas siempre a lo mismo, aburriendo al propio espectador y alargando una historia que pudo haber tenido mayor vitalidad. Colocar a personajes 100 pasos detrás de lo que le estás enseñando al espectador es una estrategia que aquí no funciona, y que llega a agotar al espectador durante su visionado.
Es por ello, que el principal problema de la serie son los tiempos que marca y los vagos giros de guion con ausencia de originalidad. Además, de un patrón circular que no llega a ningún lado hasta el final de la temporada. Con seguridad, condensar más hubiera sido una de las más adecuadas decisiones que se podrían haber tomado en esta ocasión.