Cincuenta años de ‘Tiburón’: el mordisco que dio inicio al blockbuster moderno
En 2025 se conmemoran cinco décadas del estreno de Tiburón (Jaws), la obra maestra de Steven Spielberg que cambió para siempre la historia del cine. Estrenada el 20 de junio de 1975, Tiburón no solo redefinió los límites del thriller, sino que dio origen a un nuevo paradigma de producción y distribución cinematográfica: el blockbuster moderno. Este aniversario es una oportunidad ideal para reflexionar sobre cómo un filme aparentemente sencillo, protagonizado por un tiburón asesino, logró desatar una revolución cultural y económica en la industria cinematográfica.
El fenómeno ‘Tiburón’: un giro en la marea cinematográfica
Adaptación de la novela homónima de Peter Benchley, Tiburón llegó a los cines con un presupuesto modesto para los estándares actuales (9 millones de dólares), pero con ambiciones enormes. La película combinaba una premisa de horror —un tiburón blanco que aterroriza a un pequeño pueblo costero— con un despliegue técnico e innovaciones narrativas que marcaron un antes y un después en el séptimo arte.
Desde su icónica banda sonora, compuesta por John Williams, hasta el uso magistral de la tensión fuera de cuadro —en gran parte debido a las fallas técnicas del tiburón mecánico—, Spielberg logró capturar la imaginación del público. La astucia de la dirección, unida al carisma de su trío protagonista (Roy Scheider, Robert Shaw y Richard Dreyfuss), transformó lo que pudo haber sido un filme de explotación en una obra que resonó profundamente en la psique colectiva.
El impacto fue inmediato y colosal: Tiburón recaudó más de 470 millones de dólares en taquilla mundial, convirtiéndose en el filme más taquillero de su tiempo y desatando una verdadera «tiburonmanía». Pero su verdadero legado no reside únicamente en su éxito financiero, sino en cómo revolucionó las estrategias de producción, marketing y estreno en Hollywood.
El nacimiento del blockbuster moderno
Antes de Tiburón, los grandes éxitos de taquilla surgían de forma impredecible, y los estudios solían estrenar sus películas de manera escalonada, comenzando en grandes ciudades antes de expandirse al resto del país. Tiburón rompió con esta tradición al estrenarse simultáneamente en más de 400 salas en Estados Unidos, acompañado de una agresiva campaña publicitaria que incluía anuncios televisivos, una práctica entonces novedosa. Este enfoque convirtió el estreno de una película en un evento masivo, algo que desde entonces se ha convertido en norma para los grandes lanzamientos.
El éxito de Tiburón también demostró el poder del marketing asociado al boca a boca. Los espectadores abarrotaban las salas, impulsados por el deseo de experimentar la emoción colectiva de enfrentarse al terror del tiburón en la gran pantalla. Este modelo —estreno simultáneo masivo, fuerte inversión publicitaria y apego a experiencias cinematográficas compartidas— sentó las bases de lo que hoy conocemos como blockbuster.
La evolución del blockbuster: de ‘Tiburón’ al presente
Tras el impacto de Tiburón, la industria cinematográfica entró en una nueva era. En 1977, Star Wars de George Lucas cimentó el concepto del blockbuster como fenómeno cultural, incorporando además el lucrativo modelo de merchandising. Desde entonces, los blockbusters han sido los motores económicos de Hollywood, moldeando cada aspecto de la producción cinematográfica.
En las décadas posteriores, los blockbusters evolucionaron hacia franquicias dominadas por los efectos especiales y, en muchos casos, por propiedades intelectuales preexistentes. La llegada de estudios como Marvel y sagas como Harry Potter o El señor de los anillos consolidaron el blockbuster como un vehículo tanto de narrativas épicas como de expansión comercial, aunque algunos críticos argumentan que este modelo ha limitado la diversidad temática del cine comercial.
El legado ambivalente de ‘Tiburón’
Aunque Tiburón marcó el inicio de una era de éxitos masivos, también se puede rastrear hasta ella un cambio de prioridades en la industria. La búsqueda incesante de éxitos de taquilla ha desplazado en ocasiones las producciones medianas o más experimentales, llevando a una polarización entre películas independientes y megaproducciones. Sin embargo, el blockbuster también ha sido un terreno fértil para la innovación técnica, la creación de universos narrativos complejos y el fortalecimiento de la experiencia colectiva del cine.
50 años después: el tiburón sigue mordiendo fuerte
Medio siglo después de su estreno, Tiburón permanece como un recordatorio de cómo una combinación de ingenio creativo, ambición técnica y visión estratégica puede cambiar el curso del cine. Su capacidad para aterrar y entretener sigue intacta, pero su verdadero legado radica en cómo transformó al cine en una experiencia global. En un momento en que los blockbusters enfrentan nuevos desafíos —desde la pandemia hasta la competencia del streaming—, la influencia de Tiburón sigue siendo un faro que guía a la industria hacia mares cada vez más impredecibles.
Al final, Tiburón no solo cambió las reglas del juego; creó un juego completamente nuevo. Su mordisco, aún hoy, resuena con fuerza en las profundidades del séptimo arte.