Las 100 mejores películas malas de serie B

Las 100 mejores películas malas de serie B

Las 100 mejores películas malas de serie B

El encanto de las películas B: una reivindicación de lo imperfecto

No todas las películas pueden aspirar a ser el Ciudadano Kane de su época, y, en realidad, no deberían intentarlo. En el vasto ecosistema del cine, por cada superproducción de alto presupuesto que despliega un ejército de estrategas publicitarios y recursos ilimitados, existen innumerables películas B que luchan por abrirse camino con lo mínimo indispensable, a menudo desprovistas de lujos como «un presupuesto» digno de tal nombre o incluso, en casos extremos, «un guion» sólido. Compararlas con las películas A en términos de producción e inmersión no solo es una comparación desigual, sino que también resulta injusto con su esencia. Estas obras, lejos de competir en las mismas ligas, invitan a ser valoradas en sus propios términos. Y aquí, queridos lectores, entramos nosotros, listos para guiaros en esta particular travesía cinematográfica.

Redefiniendo lo «mejor» en las películas B

Pero, ¿qué significa realmente «mejor» cuando nos referimos a películas que son, en muchos casos, célebres por su torpeza técnica o narrativa? No estamos hablando, por supuesto, de «mejor producidas». Tampoco de «peor hechas», porque si ese fuera el criterio, títulos como Manos: The Hands of Fate o The Beast of Yucca Flats ocuparían tronos inmerecidos en cualquier lista. Estas cintas no están aquí porque la noción de «mejor» en este contexto tiene poco que ver con cánones tradicionales de calidad y mucho que ver con la experiencia que ofrecen: el puro, y a veces inexplicable, placer de lo entretenido.

El cine B no pretende emular la perfección; abraza lo improbable, lo exagerado y lo absurdo. Y, en esa aceptación, se encuentra su magia. Te desafío, estimado lector, a que te sumerjas en este submundo y no encuentres en él al menos un atisbo de diversión, aunque sea de manera irónica.

La búsqueda de joyas ocultas

En la selección que aquí presentamos, he tratado de alejarme de los títulos más evidentes, buscando piezas menos conocidas que capturen la esencia pura del cine B. Porque, aunque Halloween de John Carpenter sea un ejemplo brillante de cómo hacer una película con un presupuesto modesto, es casi seguro que cualquier aficionado al cine ya la ha visto, y nuestro propósito aquí es ampliar horizontes.

Este catálogo recoge una colección de las cintas más peculiares, entrañables y deliciosamente imperfectas que el cine B tiene para ofrecer. Son películas que no necesitan el respaldo de grandes estudios ni la aprobación de la crítica para abrirse camino en la memoria de sus espectadores. Desde criaturas animatrónicas defectuosas hasta diálogos que desafían toda lógica, estas obras son un testimonio de la creatividad sin restricciones y del espíritu inquebrantable de hacer cine contra viento y marea.

El alma del cine imperfecto

Las películas B son mucho más que su presupuesto escaso o sus efectos especiales rudimentarios; son un recordatorio de que el cine no siempre tiene que tomarse a sí mismo tan en serio. En ellas encontramos un espacio donde la imaginación y la pasión superan las limitaciones técnicas. Y, en esa brecha entre lo que intentaron ser y lo que finalmente son, reside un encanto que las producciones más pulidas a menudo no logran alcanzar.

Así que, prepara tus sentidos y tu capacidad de asombro (o incredulidad) para explorar un rincón del cine donde lo ridículo, lo conmovedor y lo espectacularmente malo se entrelazan en un baile que no pide disculpas ni pretende ser otra cosa que pura diversión. Te garantizamos que será un viaje inolvidable.

100. La garra gigante

Año: 1957
Director: Fred F. Sears

The Giant Claw no es, ni mucho menos, la joya más fascinante dentro del subgénero de los «monstruos gigantes descontrolados» de los años 50. Sin embargo, se convierte en una pieza imperdible exclusivamente por la hilaridad que provoca su criatura central: un «buitre espacial de antimateria» que ostenta uno de los diseños más absurdos jamás vistos en pantalla. Resulta sorprendente que los realizadores decidieran exhibir al monstruo ampliamente en los avances, en lugar de dejarlo a la imaginación. Los actores, pobres incautos, no descubrieron la magnitud del desastre estético hasta que vieron la película completa. Para entonces, era irremediable. La garra gigante es un testimonio puro del «queso cinematográfico» que definió a los autocines de la década de 1950.


99. Hércules en Nueva York

Año: 1970
Director: Arthur Allen Seidelman

Antes de que Arnold Schwarzenegger alcanzara la fama con Conan el Bárbaro en 1982, dio sus primeros pasos en el cine con esta obra tan rudimentaria como desconcertante. A sus 22 años, el joven culturista debutó en esta comedia fantástica bajo el pseudónimo «Arnold Strong, Mr. Universe» —ya que su verdadero apellido era considerado demasiado complicado. Con un inglés aún torpe y nula experiencia actoral, Schwarzenegger deambula por Nueva York interpretando a un Hércules confundido, que incluso incursiona en el mundo de la lucha libre. Su dicción era tan ininteligible que se recurrió al doblaje completo de su voz, aunque algunas escenas conservan rastros de su tono original. La película, torpemente ejecutada, ofrece una mezcla irresistible de comicidad involuntaria y encanto desastroso.


98. Cárcel de mujeres

Año: 1971
Director: Jack Hill

El subgénero de «mujeres en prisión» es una veta clásica dentro del cine de explotación de los años 70, y The Big Doll House encarna todas las características del estilo: desnudos gratuitos, guardias crueles, duchas interminables y un audaz escape. Aunque Caged Heat de Jonathan Demme goza de mayor renombre, esta obra de Jack Hill es más directa y menos irónica. Además, presenta una de las primeras apariciones de la icónica Pam Grier, quien más tarde brillaría en los clásicos del blaxploitation como Coffy y Foxy Brown. Hill supo identificar en Grier una estrella en ciernes, dando un impulso clave a su carrera.


97. Yo compré una moto vampiro

Año: 1990
Director: Dirk Campbell

El título de esta comedia de terror británica es tan literal como cabría esperar: un joven adquiere una motocicleta que resulta ser un vampiro. Mezclando sátira y torpeza, la película parodia el cine de bajo presupuesto con un tono que alterna entre lo deliberadamente ridículo y lo involuntariamente cómico. Escenas como una alucinación con una salchicha parlante hacen de esta obra una rareza digna de estudio. Si bien no es para todos, quienes se atrevan a verla encontrarán una experiencia extrañamente fascinante.


96. Iron Sky

Año: 2012
Director: Timo Vuorensola

Pocas premisas son tan deliciosamente absurdas como esta: nazis ocultos en el lado oscuro de la luna regresan para invadir la Tierra. Iron Sky logra impresionar visualmente para un proyecto de bajo presupuesto, aunque su humor político se siente forzado y poco ingenioso. A pesar de ello, la película se sostiene gracias a su descarado encanto camp y una ejecución técnica que supera las expectativas del género.


95. Laberintos y monstruos

Año: 1982
Director: Steven Hilliard Stern

Enmarcada en el pánico moral que rodeó al juego de rol Dungeons & Dragons en los años 80, esta producción protagonizada por un joven Tom Hanks aborda el tema con torpeza y sensacionalismo. Hanks interpreta a un jugador tan inmerso en su personaje que confunde la realidad con la fantasía, con trágicas consecuencias. La película es un claro reflejo de los temores infundados de su época, comparable al enfoque absurdo de Reefer Madness.


94. Foodfight!

Año: 2012
Director: Larry Kasanoff

Concebida como un escaparate para marcas comerciales, esta película animada presenta a figuras como Mr. Clean y Charlie el Atún en una historia que transcurre en un supermercado. La producción, plagada de problemas técnicos y decisiones cuestionables, resultó en un desastre visual y narrativo, convirtiéndose en un ejemplo infame de lo que ocurre cuando la mercadotecnia eclipsa la creatividad.


93. Profecía

Año: 1979
Director: John Frankenheimer

Aunque parece buscar un mensaje ecológico sobre los peligros de la contaminación, esta película sobre un oso mutante de 15 pies de altura es más recordada por su extravagancia visual. La escena en la que un niño en un saco de dormir es lanzado por el aire y explota contra una roca se ha convertido en un ícono del humor involuntario en el cine de terror.


92. Cama de la muerte: La cama que come

Año: 1977
Director: George Barry

Esta joya del cine de culto presenta una trama tan sencilla como absurda: una cama poseída que devora a quienes se acuestan en ella. Con momentos surrealistas y un tono inexplicablemente serio, es una de esas películas que trascienden su mediocridad para alcanzar un estatus legendario entre los aficionados al cine extraño.


91. King Kong vive

Año: 1986
Director: John Guillermin

Secuela de la versión de King Kong de 1976, esta película intenta continuar la historia con una trama que incluye una transfusión de sangre entre simios gigantes. Sin embargo, los efectos especiales pobres y un guion insulso socavan cualquier intención de homenaje al legado del icónico personaje, resultando en una obra fallida en todos los sentidos.


90. Sharknado

Año: 2013
Director: Anthony C. Ferrante

De todas las producciones de bajo presupuesto de The Asylum, Sharknado destaca por abrazar plenamente su ridícula premisa: tiburones arrastrados por tornados. Con un ritmo trepidante y una ejecución que no se toma a sí misma demasiado en serio, esta película se convirtió en un fenómeno de la cultura pop y un inesperado referente del cine absurdo.

89. Dolemite

Año: 1975
Director: D’Urville Martin

Pocos géneros cinematográficos han transitado tan rápidamente del fervor genuino a la autoparodia como el Blaxploitation durante la década de 1970. Apenas cuatro años después del estreno de Shaft, el comediante Rudy Ray Moore creó esta obra desmesurada que caricaturiza las películas de explotación y la llamada «cultura del ghetto». En ella, Moore encarna a Dolemite, un proxeneta superhéroe aficionado a la poesía rimada y al karate, acompañado por un séquito de prostitutas igualmente entrenadas. La película es un torbellino de locura que cimentó numerosas señas visuales y estilísticas del género. La comedia de 2009 Black Dynamite parece una parodia de Dolemite, pero en ocasiones es incluso menos extravagante que el original. Como muestra, basta observar la escena de cuatro minutos en la que Dolemite, en un estacionamiento, recita un poema sobre el naufragio del RMS Titanic, sin conexión alguna con la trama. Una obra verdaderamente única en su estilo.


88. Está vivo (It’s Alive)

Año: 1974
Director: Larry Cohen

Incluso dentro del género de terror de bajo presupuesto, los bebés suelen ser tratados con cautela y simbolismo. Mientras que películas como El bebé de Rosemary exploran el horror corporal y las ansiedades cotidianas, It’s Alive aborda de manera directa y grotesca la historia de un bebé mutante y asesino. Con efectos especiales del entonces emergente Rick Baker, la obra es asquerosa en su ejecución, pero su tono sobrio la torna inadvertidamente hilarante. El tráiler es un espectáculo en sí mismo: una ciudad en peligro, la Guardia Nacional movilizada… todo para cazar a un infante homicida. Este absurdo, paradójicamente, contribuye al encanto de la película. Fue seguida por dos secuelas: Vive de nuevo y Está vivo III: Isla de los vivos. Larry Cohen, además, dejó otra contribución destacada de los años 80 en esta lista con The Stuff.


87. Ninja Terminator

Año: 1985
Director: Godfrey Ho

Describir una película de Godfrey Ho es como intentar recordar un sueño confuso al despertar: desconcertante e incoherente. Ho, conocido como el «Ed Wood de Hong Kong», tiene en su haber más de 120 filmes acreditados, aunque el número exacto es incierto debido a la proliferación de seudónimos que utilizó para encubrir su técnica «corta y pega». En Ninja Terminator, Ho combina escenas de películas inconclusas y las amalgama en una narrativa caótica. El resultado es una obra de acción ninja de clase Z con tramas, disfraces y peleas completamente absurdos. Sin embargo, esta película es fascinante de analizar, en parte por la inclusión involuntaria del actor Richard Harrison, cuyas imágenes fueron reutilizadas indiscriminadamente.


86. The Blob

Año: 1958 y 1988
Directores: Irvin Yeaworth (1958) y Chuck Russell (1988)

Aunque separadas por tres décadas, ambas versiones de The Blob representan el espíritu de las películas de serie B de sus respectivas épocas. La versión de 1958, con un joven Steve McQueen, es un clásico adolescente de la Guerra Fría, cargado de inocencia y con veladas alusiones al macartismo. En contraste, la versión de 1988 reimagina al Blob como un experimento gubernamental fallido, acorde con el escepticismo de los años 80. La sangre y los efectos impactantes están a la altura de otros éxitos del género. Elegir entre las dos versiones dependerá del gusto personal: nostalgia ingenua o terror visceral.


85. Los amantes del vampiro (The Vampire Lovers)

Año: 1970
Director: Roy Ward Baker

Hammer Film Productions, célebre por sus versiones góticas de Drácula y Frankenstein, produjo también obras «no oficiales», como The Vampire Lovers. Esta atrevida película aborda una relación lésbica entre vampiros, un tema notablemente progresista para la época. Fiel al estilo de Hammer, ofrece un diseño de producción exquisito, vestuarios elaborados y la presencia icónica de Peter Cushing. Primera entrega de la trilogía de vampiros de Karnstein, que incluye Lujuria por un vampiro y Gemelos del mal, sigue siendo la más destacada de la serie.


84. Piraña

Año: 1978
Director: Joe Dante

Piraña es una de las respuestas más ingeniosas y divertidas al éxito de Tiburón de Spielberg. Producida por el legendario Roger Corman, esta película combina el humor negro característico de Joe Dante con una narrativa de terror “natural”. A pesar de su bajo presupuesto, la película destaca por su inteligencia y creatividad, anticipando los éxitos posteriores de Dante como The Howling y Gremlins. Incluso el tráiler celebra su inspiración, afirmando con desparpajo: “Los tiburones cazan solos; las pirañas atacan en miles”.


83. Alone in the Dark

Año: 2005
Director: Uwe Boll

Uwe Boll es sinónimo de desastres cinematográficos, pero Alone in the Dark logra ser divertida precisamente por su mediocridad. Desde el absurdo casting de Tara Reid como arqueóloga brillante hasta un guion plagado de diálogo pseudocientífico, la película es una comedia involuntaria. Christian Slater, como investigador paranormal, parece perdido en una trama que mezcla mitología lovecraftiana con acción estilo Walker: Texas Ranger.


82. Doble problema

Año: 1992
Director: John Paragon

Concebida como vehículo para los hermanos culturistas Peter y David Paul, Doble problema es la esencia del cine de acción directo a video de los años 90. La trama, predecible y superficial, enfrenta a un policía y a un criminal que deben colaborar, ofreciendo un espectáculo ingenuo y deliberadamente exagerado.


81. Hobgoblins

Año: 1988
Director: Rick Sloane

Frecuentemente calificada entre las peores películas de la historia, Hobgoblins es un desastre de producción, actuaciones y efectos, pero es fascinante por su comedia involuntaria. Con títeres torpes y escenas de acción absurdas, destaca como un clásico del mal cine.


80. Leprechaun 3

Año: 1995
Director: Brian Trenchard-Smith

La tercera entrega de la saga Leprechaun se destaca por su humor irreverente y muertes exageradas. Warwick Davis brilla como el duende titular, y la trama, ambientada en Las Vegas, mezcla humor absurdo con una ejecución sorprendentemente entretenida.

79. La bestia de 20,000 brazas
Año: 1953
Director: Eugene Lourie

La primera obra destacada del maestro de los efectos especiales Ray Harryhausen, The Beast from 20,000 Fathoms, tuvo un impacto inmenso en el cine. Es la primera película que presenta un monstruo gigante como consecuencia directa de la detonación de una bomba atómica, sentando las bases para una serie de producciones similares en los años cincuenta, como Them! (¡La humanidad en peligro!). Como en todas las creaciones en stop-motion de Harryhausen, el Rhedosaurus destaca por su personalidad y su diseño icónico. Aunque su ritmo puede resultar más pausado que el de sus sucesoras, es imprescindible para cualquier amante de la ciencia ficción de los años cincuenta, al nivel de clásicos como The Day the Earth Stood Still o Earth vs. the Flying Saucers.

78. noche oscura y tormentosa
Año: 2009
Director: Larry Blamire

Aunque muchas películas similares son consideradas «tan malas que son buenas», la obra de Larry Blamire trasciende esa categoría gracias a su parodia intencional y amorosa de varios géneros. En esta ocasión, rinde homenaje a las películas de «viejas casas oscuras», combinando el misterio de asesinato con elementos de terror y un ingenioso estilo de los años treinta. Las producciones de Blamire brillan por sus actuaciones y diálogos afilados, logrando un balance perfecto entre ingenuidad y humor de bajo presupuesto. Su elenco recurrente demuestra una coherencia y compromiso raramente vistos en este rango de producción, ofreciendo un sello distintivo que evidencia el respeto de Blamire hacia las películas que lo inspiraron.

77. cesto
Año: 1982
Director: Frank Henenlotter

El cine de terror de bajo presupuesto alcanzó nuevas alturas en los años ochenta gracias a la disponibilidad de equipos de filmación más accesibles. Con un presupuesto de apenas $33,000, Basket Case logró un notable estreno teatral, demostrando nuevamente que el horror es el género donde las oportunidades siempre encuentran su camino. Esta historia de dos hermanos, Duane y su deformado gemelo siamés Belial, explora la grotesca relación entre ambos. Belial, una cabeza abultada con colmillos y un brazo, se libera ocasionalmente de su cesto para causar caos. La película adquirió un estatus de culto que llevó a Henenlotter a dirigir dos secuelas en los años noventa.

76. Santo y Blue Demon contra los monstruos
Año: 1969
Director: Gilberto Martínez Solares

Ninguna lista estaría completa sin una representación del cine de luchadores mexicanos, un género que durante décadas celebró a héroes folclóricos. En Santo y Blue Demon contra los monstruos, las icónicas figuras de El Santo y Blue Demon unen fuerzas contra una variedad de criaturas, incluyendo vampiros, momias, clones, un monstruo de Frankenstein y un hombre lobo. La acción, aunque caótica y con coreografías improvisadas, resulta fascinante. Momentos como Santo enfrentando a un cíclope con una rama de árbol capturan el encanto extravagante de estas producciones.

75. Robot Monster
Año: 1953
Director: Phil Tucker

Durante años, Robot Monster fue casi olvidada, hasta que el libro The Golden Turkey Awards la rescató en 1980 como una joya del cine «malo». Filmada en apenas cuatro días, es un ejemplo perfecto de la ciencia ficción de bajo presupuesto de los años cincuenta. ¿Sin disfraz de monstruo? No importa; un casco espacial sobre un traje de gorila es suficiente para crear un alienígena. A pesar de su simplicidad, la película sorprende por su coherencia narrativa y su encanto involuntario, como si The Andy Griffith Show se encontrara con Forbidden Planet.

74. Poultrygeist: night of the chicken dead
Año: 2006
Director: Lloyd Kaufman

Como toda producción de Troma, Poultrygeist: Night of the Chicken Dead es deliberadamente grotesca, violenta y de mal gusto, pero nunca aburrida. Este «musical zom-com» mezcla humor escatológico con una sátira obvia sobre la cultura consumista, ambientando su historia en un restaurante estilo KFC construido sobre un cementerio indígena. Los espectadores de Troma saben a qué atenerse: gore desmedido y diversión absurda.

73. The Gingerdead Man
Año: 2005
Director: Charles Band

Charles Band, figura clave en el cine B desde los años ochenta, entregó en The Gingerdead Man una de las premisas más descabelladas del género: un asesino en serie reencarnado en una galleta de jengibre. Protagonizada por Gary Busey, quien aporta una locura desquiciada, la película mezcla horror y comedia de forma única. El rostro de Busey replicado en la galleta es una imagen que no se olvida fácilmente.

72. cave dwellers
Año: 1984
Director: Joe D’Amato

Tras el éxito de Conan the Barbarian, surgieron numerosas imitaciones, entre ellas Cave Dwellers. Dirigida por Joe D’Amato, esta película protagonizada por Miles O’Keefe como «Ator» se destaca por su estética absurda y sus momentos inesperados. Fue incluida en un episodio memorable de Mystery Science Theater 3000, donde su encanto ingenuo y sus efectos especiales rudimentarios fueron celebrados con humor.

71. fiesta
Año: 2005
Director: John Gulager

Surgida del programa Project Greenlight de HBO, Fiesta es una película de terror que subvierte las convenciones del género. Con un elenco peculiar y giros sorprendentes, como la presentación de su protagonista «Héroe», esta obra ofrece una experiencia única y entretenida que desafía las expectativas de los espectadores.

70. X: el hombre con los ojos de rayos X
Año: 1963
Director: Roger Corman

En X: The Man with X-Ray Eyes, Roger Corman demuestra que incluso con un presupuesto modesto es posible crear cine memorable. Protagonizada por Ray Milland, la película explora los límites del conocimiento humano a través de un experimento con gotas que permiten al protagonista ver más allá del espectro visible. La obra combina ciencia ficción, intriga y un toque de horror cósmico, convirtiéndola en una de las joyas más destacadas del «rey de los B».

69. Horror Express
Año: 1972
Director: Eugenio Martín

Una película insólita para su época, Horror Express cuenta con las icónicas interpretaciones de Peter Cushing y Christopher Lee. Aunque podría suponerse que se trata de una producción de Hammer Films, en realidad es una colaboración británico-española que emula la fórmula de Hammer: actores de renombre en escenarios extravagantes. La trama sigue a un arqueólogo (Lee) que desentierra un eslabón perdido atrapado en hielo y decide transportarlo en tren. Sin embargo, el ser congelado despierta, exhibiendo poderes inquietantes. Lo que sigue es una peculiar narrativa sobre recuerdos robados e intercambios de ideas a bordo del tren. Destacan las actuaciones, especialmente la de Alberto de Mendoza como un sacerdote perturbado, y una aparición memorable de Telly Savalas como un oficial cosaco.


68. El valle de Gwangi
Año: 1969
Director: Jim O’Connolly

¡Dinosaurios en el salvaje oeste! Esta última obra de Ray Harryhausen, maestro de la animación stop-motion, nos transporta a un «valle prohibido» habitado por criaturas prehistóricas. Cuando los vaqueros descubren a Gwangi, un feroz allosaurio, ven una oportunidad para lucrar y lo llevan a un espectáculo circense, con desastrosos resultados. Las secuencias animadas son impresionantes, un testamento al meticuloso trabajo de Harryhausen, cuya imaginación inspiró a generaciones de cineastas.


67. Sr. Sardonicus
Año: 1961
Director: William Castle

William Castle, el maestro de los trucos cinematográficos, brilla en esta historia sobre un hombre cuyo rostro está congelado en una sonrisa macabra. Inspirada en The Man Who Laughs, la película ofrecía un final interactivo con la audiencia, quienes votaban por un destino piadoso o cruel para el protagonista, aunque nunca se filmó una versión misericordiosa. Castle, siempre el showman, hace de este filme un deleite teatral.


66. Megaforce
Año: 1982
Director: Hal Needham

Megaforce es un caótico festín de ciencia ficción y acción, lleno de motocicletas lanzamisiles, buggies futuristas y un héroe llamado Ace Hunter, interpretado por Barry Bostwick. Aunque intentó replicar el éxito de Smokey and the Bandit, terminó siendo una hilarante colección de efectos visuales fallidos, incluida una infame escena de motocicletas voladoras.


65. Las cosas
Año: 1985
Director: Larry Cohen

Con una mordaz crítica a la cultura de consumo de los años 80, The Stuff narra el descubrimiento de una sustancia blanca, deliciosa y adictiva, que pronto se convierte en un fenómeno comercial. Sin embargo, los consumidores comienzan a ser devorados por este «Material», que cobra vida. Con efectos especiales grotescos y un sentido del humor satírico, la película sigue siendo inquietantemente relevante.


64. King Kong Escapes
Año: 1967
Director: Ishiro Honda

En esta delirante reinterpretación japonesa, King Kong enfrenta al villano Mechani-Kong, un «Kong de acero» creado por un científico llamado Dr. Who. La película, una mezcla de locura psicodélica y nostalgia por el Kong de 1933, es un tributo surrealista al kaiju y a la creatividad sin límites de Toho Studios.


63. El sacrificio final
Año: 1990
Director: Tjardus Greidanus

Realizada con un presupuesto mínimo de $1,500, esta producción canadiense sigue las aventuras de Troy y el carismático Zap Rowsdower mientras enfrentan un culto maligno. Aunque modesta, la película ganó notoriedad gracias a su aparición en Mystery Science Theater 3000, donde su encanto campestre fue celebrado.


62. Yor, el cazador del futuro
Año: 1982
Director: Antonio Margheriti

Reb Brown protagoniza esta insólita película que mezcla la prehistoria con la ciencia ficción. Durante una hora, Yor se enfrenta a hombres de las cavernas antes de descubrir una civilización avanzada. Con robots y rayos láser, esta película es un absurdo disfrutable, acompañado por una canción temática inolvidablemente estrafalaria.


61. Cualquier película de Bibleman
Años: 1995-2011
Directores: Varios

Bibleman, el superhéroe cristiano, protagoniza una serie de películas extravagantes que mezclan estética de Power Rangers con musicales evangélicos. Las peleas con espadas de luz y los números musicales de villanos las convierten en un clásico del camp involuntario.


60. The Tingler
Año: 1959
Director: William Castle

Protagonizada por Vincent Price, esta película presenta a un parásito que se alimenta del miedo humano. El truco principal fue un dispositivo que simulaba vibraciones bajo los asientos del público, incentivándolos a «gritar por sus vidas». Castle elevó el espectáculo cinematográfico a nuevas alturas.


59. Hermandad de mujeres en el Slimeball Bowl-O-Rama
Año: 1988
Director: David DeCoteau

Una comedia de terror que combina casas de hermandad y demonios en un caos hilarante. Aunque su trama es absurda, el filme ha ganado un culto de admiradores, consolidando a DeCoteau como un maestro del schlock.

58. Maestro de la guillotina voladora

  • Año: 1976
  • Director: Jimmy Wang

En el género de las artes marciales, el éxito de una película suele depender de la creatividad de sus personajes y, con frecuencia, de los trucos o habilidades únicas que estos despliegan. Maestro de la guillotina voladora presenta uno de los artefactos más icónicos de las artes marciales en pantalla: la guillotina voladora. Esta mortífera arma, que asemeja un sombrero con un filo afilado conectado a una cadena, decapita con precisión mortal a quien desafortunadamente quede atrapado bajo ella. La trama sigue a un luchador manco, interpretado por el propio director Jimmy Wang, quien debe enfrentarse a un asesino que maneja esta terrible arma. A la singularidad del relato se suma un peculiar antagonista: un luchador indio de yoga que extiende sus brazos de manera surrealista, evocando al mítico Dhalsim de Street Fighter II.

57. Presa mortal

  • Año: 1986
  • Director: David A. Prior

Esta película podría describirse como el resultado de que alguien viera First Blood y decidiera rodar una versión propia en el bosque, acompañado de amigos y sin un guion claro. En esencia, es un homenaje desvergonzado a las primeras películas de Rambo, pero su ejecución surrealista le otorga un carácter único. La historia gira en torno a un comandante mercenario perturbado que secuestra personas al azar para que sus soldados las cacen como práctica. Todo se complica cuando eligen como objetivo al veterano de Vietnam Mike Danton, quien se convierte en una máquina de emboscadas y supervivencia en el bosque. La película exuda un machismo sin concesiones y culmina con un giro inesperado que desafía la convencionalidad narrativa de su género.

56. Dinosaur Island

  • Año: 1994
  • Director: Fred Olen Ray

Resulta sorprendente que Dinosaur Island se haya estrenado tan solo un año después de Jurassic Park y no décadas antes. Esta obra de Fred Olen Ray es una mezcla extraña entre el softcore y la aventura prehistórica, aunque ninguno de estos elementos alcanza un nivel notable. Los dinosaurios, representados con una mezcla de marionetas y proyecciones toscas, son particularmente risibles. La película carece de seriedad, y sus actores tampoco parecen tomarla en serio. Sin embargo, su inofensivo despropósito resulta curioso y emblemático del cine de bajo presupuesto de su tiempo.

55. Enfrentamiento en Little Tokyo

  • Año: 1991
  • Director: Mark L. Lester

Protagonizada por Dolph Lundgren y un joven Brandon Lee antes de El cuervo, esta cinta es un ejemplo perfecto del cine de acción excesivo y estilizado de los años 90. Lo curioso es cómo se concibieron los personajes: Lundgren interpreta a un supuesto «samurái» apasionado por la cultura japonesa, mientras que Lee, de ascendencia asiática, asume el rol del típico «chico punk americano». Este contraste, absurdo pero entretenido, se complementa con escenas de combate y un argumento predecible en el que ambos se enfrentan al jefe de un cartel de drogas. Ridícula y divertida a partes iguales, es una cápsula del tiempo del cine de acción de su época.

54. CHUD

  • Año: 1984
  • Director: Douglas Cheek

El acrónimo CHUD significa «Cannibalistic Humanoid Underground Dwellers» y describe perfectamente la naturaleza grotesca de esta película. Situada en una Nueva York decadente, refleja el temor de los años 70 y 80 hacia los desechos tóxicos y el deterioro urbano. La historia sigue a una raza de mutantes caníbales que habitan en las alcantarillas tras haber sido expuestos a químicos nocivos. Aunque la película mantiene un tono sombrío, sus efectos especiales, aunque modestos, le otorgan un aire inolvidable. Con el paso de los años, CHUD ha sido reinterpretada como una pieza de humor involuntario, referenciada incluso en programas como The Simpsons y celebrada en bromas de la cultura pop.

53. Guerra futura

  • Año: 1997
  • Director: Anthony Doublin

Con una premisa que parece extraída de la imaginación más desbordante, Guerra futura narra la huida de un kickboxer alienígena que, perseguido por cyborgs, llega a la Tierra. Para rastrearlo, los cyborgs recurren a dinosaurios extraídos del pasado, mientras el héroe forma una alianza improbable con pandilleros hispanos y una monja exprostituta para enfrentarlos. La trama es tan absurda como fascinante, con peleas mal coreografiadas y un protagonista que parece luchar más con el idioma que con sus enemigos. Es un festín de disparates que solo el cine de bajo presupuesto podría ofrecer.

52. Mac y yo

  • Año: 1988
  • Director: Stewart Raffill

Esta película, financiada principalmente por McDonald’s y Coca-Cola, es un ejemplo perfecto de cómo no comercializar un producto cinematográfico. Inspirada abiertamente en E.T., el diseño del alienígena protagonista resulta más perturbador que entrañable. La película es famosa por escenas que bordean lo absurdo, como una fiesta de cumpleaños en McDonald’s que se extiende por varios minutos, con Ronald McDonald realizando un número musical. Pese a su descarado product placement, Mac y yo ha adquirido un estatus de culto por su tono involuntariamente cómico y su capacidad para provocar asombro y risas.

51. Mortal Kombat: Aniquilación

  • Año: 1997
  • Director: John R. Leonetti

Si la primera entrega de Mortal Kombat ya tenía sus defectos, su secuela los eleva al máximo. Con un elenco renovado y efectos especiales deficientes, esta cinta se percibe como una producción improvisada por aficionados durante un fin de semana largo. La trama es incoherente, y las actuaciones, exageradas, alcanzan su apogeo en frases memorables por su malicia involuntaria, como el infame «Lástima que… ¡morirás!». A pesar de sus fallos, es un ejemplo fascinante de cómo el exceso puede convertir un proyecto en una experiencia memorable por razones insospechadas.

50. La espada mágica

  • Año: 1962
  • Director: Bert I. Gordon

La espada mágica es probablemente la obra más destacada de Bert I. Gordon, maestro del cine B, y un sorprendente tributo al género de aventuras fantásticas. Con un reparto encabezado por Basil Rathbone como el villano y Estelle Winwood como la sabia mentora, la película combina efectos visuales de su época con un relato clásico de heroísmo. Con ecos de El séptimo viaje de Simbad, esta obra ofrece un espectáculo nostálgico y encantador que sigue siendo entrañable para quienes aprecian el encanto de las fantasías cinematográficas de antaño.

49. Faster, Pussycat! Kill! Kill!

Año: 1965
Director: Russ Meyer

El título lo dice todo, ¿no es así? ¡Más rápido, gatito! ¡Matar! ¡Matar! se erige como una de las cintas de explotación más emblemáticas de los años 60. Esta obra, producto del célebre Russ Meyer, cuyo nombre es sinónimo de películas donde la voluptuosidad femenina es protagonista, sorprendentemente trasciende su propia sordidez. La trama sigue a un trío de bailarinas con un temple feroz, quienes conspiran para estafar a un villano anciano. Si bien la estética de Meyer abraza el caos, la película resulta insólitamente empoderadora para sus protagonistas. Esperen violencia desenfrenada, carreras automovilísticas frenéticas y, cómo no, la irrupción de personajes absurdos como «Vegetal». Como dice el tráiler: es “completamente satisfactoria”.


48. Noche de paz, noche mortal: Parte 2

Año: 1987
Director: Lee Harry

La línea «¡día de la basura!» inmortalizó esta secuela en el panteón del cine B. Noche de paz, noche mortal: Parte 2 es un collage extraño: en su primera mitad, se apropia de grandes fragmentos de material de archivo de la película original; en la segunda, explora la locura homicida de Ricky, el hermano del asesino anterior. Lo que la eleva a un culto de adoración es la actuación de Eric Freeman, cuyas expresiones exageradas y diálogos ridículos son irresistibles. La película es tan desconcertante que su propio director encontró a Freeman inalcanzable para futuras colaboraciones.


47. Los bárbaros

Año: 1987
Director: Ruggero Deodato

Los bárbaros no podría existir sin su dúo central, los Hermanos Bárbaros, cuya imponente presencia física es el único sostén de esta cinta. La trama es la consabida iteración del relato Conan el bárbaro: dos niños capturados por un tirano crecen para convertirse en gladiadores titánicos y emprenden la venganza contra su opresor. Lo más hilarante es que, mientras el resto del reparto adopta acentos y modismos «antiguos», Peter y David Paul desentonan completamente, hablando como si vinieran directamente de Nueva Jersey.


46. Killer Klowns del espacio exterior

Año: 1988
Directores: Los Hermanos Chiodo

Esta joya del cine B es reconocida incluso por quienes jamás la han visto. La premisa es delirante: alienígenas con apariencia de payasos aterrizan en la Tierra, convierten a los humanos en algodón de azúcar y los devoran. La película, extravagante y sin parangón, es el único largometraje de los Hermanos Chiodo, quienes dejaron su huella en el género con esta creación única. Fuera de su autoría, los Chiodo han trabajado en los efectos de películas desde la serie Critters hasta la comedia Elf.


45. Ninja III: The Domination

Año: 1984
Director: Sam Firstenberg

En pleno auge del cine de ninjas en los años 80, Ninja III: The Domination llevó el género al extremo más absurdo. Aquí no basta con peleas de ninjas: la trama mezcla posesiones demoníacas y un romance inverosímil. La protagonista, una instructora de aeróbicos (porque, claro, todas las mujeres atractivas de los años 80 lo eran), es poseída por el espíritu de un ninja maligno, en una extraña amalgama de El exorcista con películas de acción de bajo presupuesto.


44. Vino de debajo del mar

Año: 1955
Director: Robert Gordon

Aunque oficialmente dirigida por Robert Gordon, Vino de debajo del mar lleva la marca inconfundible de Ray Harryhausen, creador de sus efectos especiales. La estrella indiscutible es el pulpo gigante que, en una escena inolvidable, ataca el Puente Golden Gate. Esta película encarna a la perfección la paranoia nuclear de los años 50, envuelta en una narrativa de ciencia ficción. Fue un éxito rotundo, recaudando más de diez veces su presupuesto.


43. Dr. Terror’s House of Horrors

Año: 1965
Director: Freddie Francis

Una de las antologías de terror más destacadas de Amicus Productions. En un tren, el misterioso Dr. Terror, interpretado por el icónico Peter Cushing, utiliza cartas de tarot para predecir los destinos fatídicos de cinco hombres. Las historias van desde hombres lobo hasta sacerdotes vudú, en una mezcla deliciosa de horror y comedia negra. Destaca Christopher Lee como un crítico de arte que obtiene un destino digno de su soberbia.


42. Cyborg

Año: 1989
Director: Albert Pyun

Esta cinta se originó como un parche para dos producciones fallidas: una secuela de Masters of the Universe y una película de Spider-Man. En su lugar, se filmó Cyborg, un post-apocalíptico que mezcla artes marciales y tecnología futurista, protagonizado por Jean-Claude Van Damme. Con un presupuesto mínimo, Cyborg logra sobresalir por su brutalidad visual y las coreografías de combate.


41. Masters of the Universe

Año: 1987
Director: Gary Goddard

Esta adaptación de He-Man parece un delirio producido por ejecutivos desesperados. Dolph Lundgren encarna al héroe titular, mientras que Frank Langella da vida a un Skeletor absolutamente exagerado. La película, que aspiraba a ser una épica de ciencia ficción, se asemeja más a una parodia involuntaria de las fantasías de los años 50.


40. Luna Maldita

Año: 1996
Director: Tony Zarindast

Descrita por los escritores de MST3K como una mina de oro de mala producción, Hombre lobo destaca por su actuación ridícula, incoherencias estilísticas y acentos inexplicables. La protagonista ni siquiera logra pronunciar «hombre lobo» correctamente, mientras el villano exhibe un peinado que cambia en cada escena. Pese a todo, el caos de la película la hace irresistiblemente entretenida.

39. Shark Attack 3: Megalodon
Año: 2002
Director: David Worth

Las películas de tiburones suelen representar el estrato más bajo del subgénero de monstruos, en gran parte debido a su abundancia. Jaws bien podría ser la película más imitadora de la historia del cine B, ya que cada año se producen nuevas entregas con tiburones como protagonistas. Sin embargo, pocas alcanzan la extravagancia de Shark Attack 3: Megalodon. Aquí, la trama es irrelevante: el espectáculo radica en los efectos especiales, que alcanzan niveles casi legendarios de torpeza. Son comparables, para los años 2000, a las naves espaciales de cartón de Plan 9 del espacio exterior en los años 50. Por si fuera poco, incluye una de las líneas «románticas» más ridículas jamás filmadas. Es un ejemplo perfecto de una película que debe experimentarse para comprender su peculiaridad.

38. Death Race 2000
Año: 1975
Director: Paul Bartel

Esta obra maestra producida por Roger Corman destaca como una de las premisas más brillantes del cine B: en un futuro distópico, el entretenimiento principal es una carrera mortal a través del país, protagonizada por psicóticos al volante de autos armados. La historia, profundamente influyente, ha inspirado innumerables imitaciones y remakes, incluyendo algunos ecos en The Hunger Games. David Carradine encarna a «Frankenstein», un piloto legendario y luchador secreto contra el régimen totalitario, mientras que un joven Sylvester Stallone brilla como «Machine Gun Joe», el clásico mafioso antagonista. Con vehículos adornados con armas absurdas, la película establece un tono tan desquiciado como inolvidable.

37. El infierno llega a Frogtown
Año: 1987
Director: Donald G. Jackson

Imagine esta premisa: un mercenario interpretado por «Rowdy» Roddy Piper debe enfrentarse a hombres rana mutantes en un mundo postapocalíptico, todo mientras rescata vírgenes para asegurar la supervivencia humana. Si fracasa, unas enfermeras militantes detonan un dispositivo explosivo atado a su ingle. La película combina elementos de Children of Men con la estética de The Road Warrior y un episodio de ThunderCats. Aunque Piper destaca más en el cuadrilátero que frente a la cámara, este es un fascinante punto de entrada al estilo bizarro de Donald G. Jackson.

36. Motín espacial
Año: 1988
Director: David Winters

Un clásico para los fanáticos de Mystery Science Theater 3000 (MST3K), Motín espacial es una mezcla de escenarios y vestuarios que parecen haber sido adquiridos en una tienda de segunda mano. A pesar de su torpeza, posee un encanto innegable, gracias a la extravagancia de los actores y el ritmo rápido. John Phillip Law brilla como el villano Kalgan, mientras que Dave Ryder, un héroe de acción poco convencional, aporta una hilarante falta de carisma.

35. FDR: American Badass
Año: 2012
Director: Garrett Brawith

Aunque algunos puristas desprecian las películas intencionalmente absurdas, FDR: American Badass desafía esta crítica con una comedia irreverente y efectiva. Barry Bostwick interpreta a un Franklin Delano Roosevelt exagerado, obsesionado con dejar en claro que su discapacidad no afecta su capacidad de «satisfacer a una mujer». La película avanza sin frenos hacia la ridiculez, como lo demuestra la escena en la que FDR recibe una silla de ruedas diseñada para combatir hombres lobo.

34. Clase de Nuke ‘Em High
Año: 1986
Directores: Richard W. Haines y Lloyd Kaufman

De la mente de Troma Studios surge esta joya del cine B, que encapsula la paranoia nuclear de los 80. Ambientada en un instituto cercano a una planta nuclear, la película presenta a estudiantes mutados en versiones grotescas de los estereotípicos «chicos malos». Con efectos especiales desagradables pero efectivos, Clase de Nuke ‘Em High logró suficiente impacto para generar múltiples secuelas, aunque ninguna igualó el desquiciado encanto del original.

33. Ben y Arthur
Año: 2002
Director: Sam Mraovich

Considerada por algunos como «la versión gay de The Room«, esta película refleja el ego desmesurado de su creador, quien no solo la dirige, sino que protagoniza una relación poco creíble con un amante más joven y atractivo. El resultado es una obra camp moderna, plagada de decisiones cuestionables de guion y producción. Desde su trama melodramática hasta sus efectos caseros, Ben y Arthur se erige como un fascinante desastre cinematográfico.

32. El increíble hombre que se encoge
Año: 1957
Director: Jack Arnold

Este clásico de la ciencia ficción de los 50 explora las consecuencias de la exposición a la radiación a través de la experiencia de Scott Carey, quien comienza a reducirse de tamaño. Más allá de sus efectos especiales innovadores, la película aborda temas de alienación y lucha por la supervivencia, con momentos inolvidables como la batalla contra una araña doméstica. Es tanto una obra de ciencia ficción como un comentario existencial.

31. El esqueleto perdido de Cadavra
Año: 2001
Director: Larry Blamire

Una parodia amorosa del cine B de los 50, El esqueleto perdido de Cadavra homenajea a Ed Wood y a otros íconos de la época. Con una trama centrada en la búsqueda del misterioso elemento Atmosphereum, la película destaca por su ingenio y el compromiso absoluto de su elenco. Larry Blamire demuestra que incluso con presupuestos ínfimos se puede crear cine entrañable.

30. Time Chasers
Año: 1994
Director: David Giancola

Una de las favoritas de MST3K, Time Chasers combina una trama de viajes en el tiempo con una estética torpe y actuaciones desiguales. Desde un héroe desafortunado hasta villanos caricaturescos, la película equilibra su falta de sofisticación con momentos de entretenimiento puro. Destacan especialmente sus segmentos históricos, que añaden un toque de anacronismo cómico a este desvarío cinematográfico.

29. The Haunted Palace

Año: 1963
Director: Roger Corman

Aunque se presenta como parte del «Poe Cycle» de Corman, esta obra en realidad adapta El caso de Charles Dexter Ward de H. P. Lovecraft, y no a Poe. Aquí, Corman tuvo su mayor presupuesto, demostrando que no era un mal director, sino uno con limitaciones. El diseño visual es espléndido, reminiscente de las cintas de Hammer Films: grandiosas, góticas y de una belleza innegable. Con Vincent Price como un hombre enfrentado a la locura heredada, ofrece todos los clichés góticos, desde aldeanos con antorchas hasta venganzas multigeneracionales. Recomendación: Mira su tráiler clásico.


28. Invencible (Undefeatable)

Año: 1994
Director: Godfrey Ho (como Godfrey Hall)

El prolífico maestro ninja Godfrey Ho logra con esta obra su película de mayor presupuesto —es decir, más de veinte dólares. Protagonizada por Cynthia Rothrock, campeona mundial de karate, en el papel de una luchadora callejera, esta película bordea el absurdo con un villano conocido como «Stingray» y una escena de pelea final infame por su extravagancia. Para cerrar con broche de oro, incluye un cuadro congelado en cinco direcciones. Es una joya del cine de clichés de acción.


27. The Roller Blade Seven

Año: 1991
Director: Donald G. Jackson

Cuando Donald G. Jackson conoció a Scott Shaw, nació el «Zen Filmmaking», un estilo de cine sin guión que aquí da vida a una historia postapocalíptica surrealista. La película sigue a un guerrero nómada que, junto a un mimo kabuki y un músico con banjo, combate a Joe Estevez y Frank Stallone en un desierto distópico. La rareza psicodélica de esta obra la hace indescriptible hasta que la experimentas.


26. Foxy Brown

Año: 1974
Director: Jack Hill

Una extensión del éxito previo Coffy, esta película blaxploitation brilla gracias a la carismática Pam Grier como Foxy Brown, quien busca venganza tras el asesinato de su pareja. Con proxenetas, traficantes y mafiosos como blancos, la película es un ícono del género. Su atractivo es realzado por su memorable banda sonora y el magnetismo de Grier.


25. Misión láser (Laser Mission)

Año: 1989
Director: B.J. Davis

Antes de su éxito en The Crow, Brandon Lee protagonizó esta pieza de acción básica y predecible, pero maravillosamente entretenida. Desde un científico alemán interpretado por Ernest Borgnine hasta un romance y enfrentamientos explosivos, la película es puro cine de fórmula, pero con un encanto especial que no se toma demasiado en serio.


24. The Toxic Avenger

Año: 1984
Directores: Michael Herz y Lloyd Kaufman

El conserje convertido en monstruo vengador a través de desechos tóxicos es el emblema del cine Troma. Con su mezcla de gore, humor negro y rebeldía, esta película marcó el tono del estudio, inspirando tres secuelas y una subcultura. Es el epítome del cine de culto.


23. Black Samurai

Año: 1977
Director: Al Adamson

Protagonizada por Jim Kelly, este clásico blaxploitation mezcla artes marciales con excesos narrativos hilarantes: desde jetpacks hasta combates con águilas y sacerdotisas vudú. Enfrentando a un brujo que planea un chantaje mundial, Kelly se erige como un héroe improbable en esta delirante fantasía de acción.


22. Noche de los demonios (Night of the Demons)

Año: 1988
Director: Kevin S. Tenney

Este clásico del terror ochentero combina posesiones demoníacas y monstruos en una sátira de la juventud de la época. Sus personajes, clichés deliberados, enfrentan muertes creativas en una atmósfera que evoca la serie Evil Dead. Linnea Quigley brilla en su icónico rol.


21. Estoy aquí… ahora (I Am Here… Now)

Año: 2009
Director: Neil Breen

Neil Breen entrega una obra que roza lo inefable. Como un extraterrestre-mesías que juzga a la humanidad, Breen presenta una narrativa cruda y sinceramente idealista, sostenida por actuaciones amateurs. Aunque carente de pulido, es una muestra fascinante del cine independiente más excéntrico.


20. Chopping Mall

Año: 1986
Director: Jim Wynorski

Originalmente titulada Killbots, esta película combina el espíritu juvenil ochentero con robots homicidas. Con electrocuciones y momentos tan ridículos como entretenidos, se ubica como un clásico de su género, perfecto para los amantes del terror retro.

19. Moron Movies

Año: 1985
Director: Len Cella

Moron Movies es una obra completamente singular dentro de esta lista. Realizada por un solo hombre, ni siquiera califica como largometraje convencional. En cambio, se presenta como un atisbo puro y sin filtros a la vida de un hombre solitario y de mediana edad: Len Cella, creador y protagonista de esta colección de clips cortos, casi ridículamente simples, con títulos como Hamburger Comedian y Man With Thumb Stuck in Bowling Ball. La mayoría de estos segmentos duran apenas 15 segundos y consisten en bromas mínimas, casi improvisadas momentos antes de ser grabadas. Johnny Carson quedó tan fascinado por esta obra que invitó a Cella a su programa varias veces entre 1983 y 1985. Para apreciar la peculiaridad y el ingenio de un segmento como Cómo protegerse, uno simplemente debe verlo.


18. Dead Alive (también conocida como Braindead)

Año: 1992
Director: Peter Jackson

Mucho antes de convertirse en el aclamado director de El señor de los anillos, Peter Jackson fue el maestro del gore extremo en Nueva Zelanda. Dead Alive es su obra magna dentro del subgénero de horror cómico sangriento. Lo que comienza como una sátira grotesca sobre la vejez rápidamente se transforma en una orgía de violencia extrema, repleta de innovadoras y absurdas mutilaciones zombis. Sin duda, la masacre final con cortacésped es una de las secuencias más icónicas del cine de serie B. Resulta casi increíble que años después, Jackson lograra persuadir a los productores de financiar una épica de fantasía con un presupuesto de 300 millones de dólares.


17. Enter the Ninja

Año: 1981
Director: Menahem Golan

Esta película, junto con sus secuelas, es responsable de la visión moderna y distorsionada del «ninja» en el cine. Olviden la historia real: los ninjas de Hollywood son un espectáculo inigualable. Enter the Ninja consolidó todos los clichés: trajes llamativos, estrellas arrojadizas y un protagonista caucásico como maestro ninja. La película marcó el inicio del culto al ninja en los años 80 y estableció las bases para muchas imitaciones posteriores.


16. To Die Is Hard

Año: 2010
Director: Glenn Berggoetz

Glenn Berggoetz es el creador del cine de serie B más austero y brillante. Con un presupuesto inferior a 2,000 dólares, To Die Is Hard es una parodia desvergonzada de Die Hard, donde un profesor de inglés combate terroristas en el campus. La creatividad y la pasión de Berggoetz, quien también protagoniza el filme, lo convierten en un ejemplo de perseverancia en Hollywood, capaz de realizar múltiples proyectos con recursos casi inexistentes.


15. Dr. Goldfoot and the Bikini Machine

Año: 1965
Director: Norman Taurog

Esta parodia de las películas de espías, protagonizada por Vincent Price, es un compendio del camp más puro de los años 60. El Dr. Goldfoot, un villano excéntrico con zapatos dorados, crea robots femeninos seductores para robar secretos y riquezas. La película es un precursor del humor absurdo de Austin Powers y culmina en una hilarante persecución que roza la locura.


14. Thankskilling

Año: 2009
Director: Jordan Downey

Thankskilling logra un equilibrio entre la sátira y el absurdo. Aunque su premisa sobre un pavo asesino podría parecer ridícula, la película sorprende con un guion ingenioso que contrasta con las actuaciones deliberadamente mediocres. Entre sus momentos más memorables está una escena donde el pavo se disfraza con el rostro de una de sus víctimas, consolidando su estatus como un clásico transgresor de temporada.


13. Return of the Living Dead

Año: 1985
Director: Dan O’Bannon

Esta película ejemplifica el espíritu juvenil de los años 80 con un grupo de punks enfrentando zombis en medio de un caos hilarante. Introdujo por primera vez el concepto de zombis que comen cerebros, con efectos prácticos impresionantes y personajes icónicos como Tar Man. Return of the Living Dead no solo es un pilar del cine de terror, sino también una cápsula cultural de su época.


12. House on Haunted Hill

Año: 1959
Director: William Castle

Dirigida por el maestro del cine de bajo presupuesto, William Castle, esta película es un deleite del terror gótico. Vincent Price brilla como el anfitrión de una reunión en una casa embrujada. Los trucos visuales, como el esqueleto emergente en el cine, añadieron una dimensión interactiva que la hace inolvidable.


11. Plan 9 from Outer Space

Año: 1959
Director: Ed Wood

Conocida como «la peor película jamás hecha», Plan 9 from Outer Space es también un testamento del entusiasmo de su creador. Su caótica narrativa incluye alienígenas ineptos y el uso de imágenes recicladas del fallecido Bela Lugosi, suplidas por un doble claramente distinto. Este ejemplo del cine «tan malo que es bueno» ha perdurado como un ícono de la pasión amateur de Ed Wood.


10. She Woke Up Pregnant

Año: 1996
Director: James A. Contner

Este melodrama de la cadena Lifetime es un exceso absoluto. Una mujer queda inexplicablemente embarazada tras una cita en el dentista, desatando un thriller que mezcla conspiración y lucha por la verdad. Con diálogos tan extremos como «¡Me acaban de violar otra vez, pero esta vez estoy despierta!», la película personifica el tono exagerado que define el género televisivo de los 90.

9. Five Element Ninjas (también conocida como Chinese Ninjas Super)

Año: 1982
Director: Chang Cheh

Chang Cheh es ampliamente considerado el maestro indiscutible del cine de kung fu producido por el icónico estudio Shaw Brothers, responsable de innumerables clásicos de artes marciales de Hong Kong durante la década de 1970. Esta obra, una de las más exuberantes y entretenidas de su filmografía, presenta a un noble héroe cuya escuela de kung fu es devastada por un grupo de ninjas traicioneros. En respuesta, debe aprender sus técnicas prohibidas, basadas en los «cinco elementos» —fuego, agua, tierra, madera y oro— para enfrentarlos. Cada grupo de ninjas tiene trajes y estilos de lucha distintivos: los ninjas de tierra, por ejemplo, se especializan en túneles subterráneos, mientras que los ninjas de oro utilizan armaduras reflectantes para cegar a sus oponentes. La película se asemeja a un videojuego llevado al cine, con niveles de dificultad progresiva culminando en una épica pelea final contra el «jefe». Además, su violencia gráfica es notable, incluso para el género, ofreciendo imágenes que no son aptas para los sensibles.


8. Miami Connection

Año: 1987
Directores: Richard Park y Y.K. Kim

Casi olvidada hasta su redescubrimiento por la cadena Alamo Drafthouse en 2009, Miami Connection es una obra singular en el cine de culto. Producida y protagonizada por el maestro de taekwondo y orador motivacional Y.K. Kim, combina la extravagancia de un proyecto de vanidad con el mensaje moral de un anuncio de servicio público. La trama parece extraída de la imaginación de un niño de los años 80: una banda de rock llamada Dragon Sound compagina su pasión musical con la práctica del taekwondo mientras luchan contra una banda de motociclistas y una red de ninjas narcotraficantes. Curiosamente, a pesar de su título, la película se desarrolla en Orlando. La actuación de Kim, con su inglés rudimentario y su entusiasmo desbordante, eleva el filme a niveles legendarios de lo absurdo. Entre las escenas destacadas, ninguna supera la revelación melodramática de un personaje en busca de su padre perdido.


7. Vengadores lisiados (también conocida como El regreso de los cinco venenos mortales)

Año: 1978
Director: Chang Cheh

Si Five Element Ninjas no es la mejor obra de Chang Cheh, es porque también existe Vengadores lisiados. Esta joya forma parte de un breve subgénero conocido como «cripsploitation», que celebra a héroes con discapacidades, como el mítico espadachín de un solo brazo. La película destaca por la participación del legendario Venom Mob, un grupo de artistas marciales cuya precisión y destreza elevan la coreografía a un nivel inigualable. Con largos planos secuencia y acrobacias espectaculares, esta obra maestra ofrece una narrativa absurda pero fascinante, villanos memorables, trajes extravagantes y escenas de acción inolvidables. Todo en ella, desde el diseño hasta los combates, respira el espíritu más puro del cine de kung fu.


6. Behind the Mask: The Rise of Leslie Vernon

Año: 2006
Director: Scott Glosserman

En un mundo donde los íconos del terror sobrenatural como Jason Voorhees y Freddy Krueger son figuras históricas, Behind the Mask presenta un falso documental que sigue a Leslie Vernon, un aspirante a asesino en serie. Este homenaje metanarrativo explora los clichés del género de terror con brillantez y humor, respondiendo a preguntas como: ¿Cómo se entrena un asesino? ¿Cómo selecciona a sus víctimas? ¿Cómo logra estar en dos lugares a la vez? Aunque comienza como una sátira, la película sorprende con un giro tonal que subraya su creatividad. Es, sin duda, una de las obras más ingeniosas del terror B de los 2000.


5. Troll 2

Año: 1990
Director: Claudio Fragasso (acreditado como Drake Floyd)

Si una película inspira un documental sobre cómo todo salió mal, sabes que estás ante algo especial. En el caso de Troll 2, ese documental es Best Worst Movie (2010), que examina cómo el cineasta italiano Claudio Fragasso creó esta obra absurda en Utah. Aunque no hay trolls en la película —sus antagonistas son duendes vegetarianos—, su guion, actuaciones y producción desastrosas convierten cada escena en un espectáculo involuntario. Desde la elección de actores sin experiencia hasta las decisiones visuales inverosímiles, todo en Troll 2 parece una broma elaborada. Destaca la escena de una tienda atendida por un actor en permiso temporal de una institución psiquiátrica. La experiencia es, literalmente, increíble.


4. Samurai Cop

Año: 1989
Director: Amir Shervan

Esta joya del cine de acción malogrado es obra de Amir Shervan, un cineasta iraní cuya mudanza a Estados Unidos dio lugar a películas tan terribles como fascinantes. Samurai Cop reúne a Matt Hannon y Robert Z’Dar en una trama delirante que mezcla clichés de películas de policías con un guion desconcertante. La película es famosa por sus incoherencias, diálogos absurdos y actuaciones ridículas. Cada escena, desde una conversación en un hospital hasta tiroteos surrealistas, resulta inolvidable. Es la cúspide del cine involuntariamente cómico.


3. Birdemic

Año: 2008
Director: James Nguyen

Realizar una película tan mala que se convierta en un clásico de culto es un arte involuntario, y Birdemic es prueba de ello. Inspirada en The Birds de Hitchcock, combina pésimos efectos especiales, actuaciones sin vida y un mensaje ambiental completamente torpe. Su confianza desmedida, a pesar de sus limitaciones, genera escenas surrealistas, como águilas de clip art atacando a humanos armados con perchas. La ineptitud de Birdemic la convierte en una obra maestra de lo ridículo.


2. The Room

Año: 2003
Director: Tommy Wiseau

Una de las películas más famosas del cine de culto, The Room es una tragedia romántica profundamente personal que revela la visión única —aunque desafortunada— de Tommy Wiseau. Su presupuesto sorprendentemente alto (6 millones de dólares) se invirtió en una obra que combina diálogos incoherentes, actuaciones risibles y una ejecución técnica cuestionable. Sin embargo, la sinceridad de Wiseau y su aparente fe en el proyecto lo convierten en un filme entrañable y fascinante.


1. Hard Ticket to Hawaii

Año: 1987
Director: Andy Sidaris

Hard Ticket to Hawaii es la cúspide del cine de acción B, una obra que mezcla sensualidad exagerada y secuencias de acción absurdas. Protagonizada por modelos de Playboy y Penthouse, ofrece escenas tan extravagantes como un asesino en patineta y una serpiente mutante tóxica. Con sus diálogos inverosímiles y su estilo hipermasculino, la película trasciende su propia ridiculez para convertirse en un icono absoluto del cine de culto.

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