crítica El Misterio de Salem's Lot (2024)
El Misterio de Salem’s Lot (2024) se desliza con astucia por el fino borde entre el homenaje y la reinvención, rechazando cualquier atisbo de grandiosidad impostada. En lugar de recurrir a la introspección psicológica, la película abraza el espíritu del cine de serie B con una sinceridad desarmante. La belleza naíf de sus escenas —como el vibrante autocine final— no busca aturdir con complejidades, sino deleitar con la nostalgia de un terror más juguetón y directo. Los personajes, lejos de cualquier artificio, evocan una honestidad pulp que celebra la simplicidad del género, sin disfrazarse de algo que no pretende ser.
La nueva versión de El Misterio de Salem’s Lot (2024), dirigida por Gary Dauberman, se presenta como una reinterpretación nostálgica de la clásica novela de Stephen King, pero lo hace con una estética que recuerda a las películas de serie B de los años 80, con ecos de cintas como Jóvenes Ocultos o Noche de Miedo. Al contrario de lo que cabría esperar en el actual panorama de «terror elevado», esta versión rehúye de la introspección psicológica y del realismo, centrándose más en el espectáculo puro y en una narrativa superficial que privilegia el entretenimiento visual sobre cualquier tipo de carga emocional o filosófica.
Filmada en el formato digital habitual carente de textura, recuerda gracias a su puesta en escena a las producciones más modestas de antaño pero sin el encanto de aquellas por ausencia de celuloide, esta adaptación parece diseñada para evocar el placer de un cine más sencillo, casi desechable, pero con una clara intención de capturar la diversión que ofrecían los videoclubes en su apogeo. Dauberman apuesta por una narrativa rápida, casi atropellada, donde los personajes, carentes de complejidad psicológica, se convierten en meros arquetipos, a menudo enfrentados a amenazas vampíricas bajo las reglas clásicas del género.
Este enfoque es a la vez una virtud y una debilidad para aquellos más pretenciosos: por un lado, entrega un producto que puede seducir a un público nostálgico o familiar, pero por otro, sacrifica la densidad emocional y el terror profundo que caracterizaban tanto la obra original como las anteriores adaptaciones más prestigiosas. La película, aunque sin ambiciones mayores, se permite ciertos guiños que destacan, como la escena final en un autocine, que añade un toque desenfadado a la narrativa, aunque esto no logra compensar la falta de atmósfera que podría haber elevado el conjunto. El Misterio de Salem’s Lot de 2024 no pretende ser una obra maestra ni una revisión innovadora del mito vampírico; se inclina más bien hacia el escapismo puro, una suerte de entretenimiento hogareño pensado para audiencias actuales que buscan algo ligero, lejos del cine de terror contemporáneo más introspectivo.
En conclusión, El Misterio de Salem’s Lot (2024) destaca como un ejemplo necesario en el panorama actual del cine de género. En tiempos donde el terror a menudo se reviste de capas de introspección y solemnidad, esta película recuerda que el cine también puede ser un espacio para el puro entretenimiento, donde la diversión y la imaginación prevalecen sobre el dramatismo. Su planificación visual se escapa de la monotonía moderna, ofreciendo una puesta en escena juguetona y detallada, que rehúye las convenciones predecibles. Los personajes, lejos de intentar imitar la realidad, se sumergen en la dimensión del cine puro, donde el drama profundo cede paso a la aventura y la fantasía. Obras como esta, honestas en su propósito y comprometidas con la esencia del género, son más necesarias que nunca para reavivar el espíritu lúdico que define al cine como espectáculo
El misterio de Salem’s Lot
Max España 3 de octubre
Título original
Salem’s Lot
Año
2024
Duración
113 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos
Dirección
Gary Dauberman
Guion
Gary Dauberman. Libro: Stephen King
Reparto
Música
Nathan Barr, Lisbeth Scott
Fotografía
Michael Burgess
Compañías
Atomic Monster, New Line Cinema, The Wolper Organization, Vertigo Entertainment, Warner Bros.. Distribuidora: New Line Cinema, Warner Bros.
Género
Terror | Vida rural (Norteamérica). Vampiros
