En la ya larga historia del séptimo arte, los actores siempre han sido la cara o faceta más visible para el espectador. Casi desde la primera imagen filmada, un actor, es decir, una persona que interpreta un papel es lo más importante al menos en términos narrativos.
Los actores como sabemos no nacen en el cine, tienen una tradición mucho más antigua y son relevantes desde las primeras obras teatrales de la antigua Grecia o incluso mucho antes ya que, de alguna manera, cualquier representación tribal anterior, necesitaba de una persona para poder representar una historia o un mensaje.
Los actores tal cual los conocemos, son una imagen visual pero el actor va más allá del cine y la imagen. Conócenos de sobra a los actores de teatro pero, cualquier sketch humorístico por corto que sea está también interpretado por un actor como actor es un payaso o un mimo o el señor bajo un disfraz que representa cualquier máscota deportiva o de cualquier parque temático. Pero también son actores los que escucháis en cualquier función sonora, eso también es actuación. Una simple, siempre entre comillas lo de simple, narración radiofónica, también está ejecutada por un actor; el narrador de un documental; un mensaje sonoro de anuncio televisivo o radiado también está ejecutado por una voz por lo que la profesión de actor es mucho más extensa y variada de lo creemos a simple vista. De hecho en estos tiempos donde la I.A. quiere matar las profesiones, las agencia de representación de actores son lugares donde poder conseguir un trabajo que no puede ser realizado por una máquina.
Pero volviendo al cine que es nuestro tema, hay que destacar que desde los primeros compases del cine mudo, los actores han sido tan relevantes que elevaron su estatus a «estrellas» ya sea por convertirse en iconos o referentes, por marcar los cánones de belleza de cada época o por simple personalidad e impacto social. Las estrellas de cine mudo marcaron una época con nombres como los de Rodolfo Valentino, Buster Keaton, Harold Lloyd o Charles Chaplin en la faceta masculina o los de Theda Bara, Zasu Pitts, Clara Bow o Greta Garbo en la femenina.
Pero el mudo fue solo el inicio o la punta del iceberg de lo que los actores iban a ser en el mundo moderno.
Con la llegada del sonoro y la confirmación del cine como primera industria mundial del ocio, los actores pasaron a ser un elemento más de nuestro dia a día. Clark Gable, Humprey Bogart, Lauren Bacall, Katherine Hepburn, Cary Grant, Gary Cooper, Bette Davis, James Stewart y una centena más de rostros fueron los héroes de nuestros abuelos y padres y, los hombres que hicieron posible el nacimiento de Hollywood y su función de contar mil y una historias que nos alejan al menos por dos horas, de la parte más monótona de nuestro día a día.
Bajo el rostro de los actores y década tras década hemos visto como las modas cambiaban y la forma de vida también. Una simple rebeca primaveral es creación de una actriz o más bien de su jefa de vestuario. Una camiseta blanca de tirantes también fue pieza esencial gracias a un actor y así la forma de hablar, los peinados, las opiniones y los comportamientos humanos, todo esto y más ha ido variando bajo la imagen de los actores.
Y no solo de Hollywood vive el hombre ya que los actores han sido estrellas en cada uno de los países del planeta y de esta forma Francia ha creado una imagen gracias a sus «Belmondo» de turno como Italia con sus donnas o claro está no solo de occidente vive el cine y así vemos con Bollywood y toda India está rendida a sus actores de cine como lo están en China o como siempre lo ahn estado en Japón desde tiempos de Toshiro Mifune.
Y que decir de España, donde los Pepe Isbert, Alfredo Landa o Sara Montiel marcaron una época y una forma de entender nuestro país. Hoy día siguen siendo referente desde los locales hasta los internacionales como Penélope Cruz o antes el gran «Antoonio».
Es por eso que hoy queríamos rendir este pequeño tributo a esos grandes profesionales que tantas alegrías nos han dado.