Joyas a reivindicar: OBLIVION (2013) | Kosinski Y Cruise antes de Maverick

Joyas a reivindicar: OBLIVION (2013) | Kosinski Y Cruise antes de Maverick

Joyas a reivindicar: OBLIVION (2013) | Kosinski Y Cruise antes de Maverick

Hace años ya desde que Joseph Kosinski estrenara en cines Oblivion, una de esas películas de ciencia ficción que pasan desapercibidas en su estreno pero que el paso del tiempo les hace ganar enteros y pasan a ser obras perfectas para revisitar. Y más ahora que solo tenemos películas de superheroes olvidables o bajas producciones de Netflix…

Con Tom Cruise y Kosinski trabajando en Top Gun 3 y con un verano triste en buenos estrenos de cine comercial, es el momento perfecto para recuperar Oblivon.

DUALIDAD EN KOSINSKI

Tron legacy jugaba de una forma magistral con los dualismos visuales, la idea de realidad y virtualidad se presentaba a base de planos duales y de contraste de blanco y negro, En 2013 su director Joseph Kosinski volvió a presentar un film apoyado visualmente en dos ideas, lo tecnológico y lo natural. Lo que deja claro como también hemos podido ver en obras posteriores, como la dualidad es una de las bases principales de apoyo de este director.

NATURALEZA MUERTA

Usando como título una de las habituales variantes pictóricas del bodegón, podemos resumir a la perfección la temática de Oblivion, en la cual se nos muestra una tierra devastada y muerta tras una guerra interplanetaria, en la cual el personaje de Tom Cruise es uno de los últimos guardianes que habitan la tierra antes de su abandono final. Tras esta historia de ciencia ficción pura se nos muestra un film visualmente impactante y narrativamente muy interesante, eso sí, para aceptar Oblivion debemos olvidar la teórica apariencia de blockbuster y cinta de acción, ya que realmente estamos ante un film mucho más inteligente de lo habitual y con un estilo mucho más clásico y pausado, lo que nos deja como resultado final una de las mejores películas de género de los últimos años.

Volviendo al dualismo de ideas, Kosinski conjuga en pantalla una estética appleiana basada en la tecnología, el color y la limpieza visual típica de los productos de la manzana, con otra totalmente opuesta basada en la destrucción, la suciedad y el desasosiego que produce un planeta tierra quemado y devastado. Esta dualidad visual acompaña la dualidad de ideas que propone el film y que preferimos no desvelar.

Así que ya sabéis, gran trabajo de Joseph Kosinski, que tras Tron legacy y Oblivion se postula como uno de los directores jóvenes de género, más interesantes de la actualidad.