ECLIPSE EN EL TIEMPO by Lucen | Anclada en el pasado

ECLIPSE EN EL TIEMPO by Lucen | Anclada en el pasado

ECLIPSE EN EL TIEMPO by Lucen | Anclada en el pasado

Hay películas que pertenecen a su tiempo y no pueden viajar fuera de él. En 1979 Japón decidió llevar a cine una especie de novela pulp o cómic por la puerta grande. La productora Toho no escatimó en dinero y recursos y puso tanques, helicópteros, barcas y samuráis a mansalva a disposición de Saito Kosei, el resultado en aquel 1979 fue sorprendente para todos los amantes del fantástico y particularmente los viajes en el tiempo.

En España la película nos llegó mediante el videoclub y aunque no fue uno de los títulos más alquilados, sí que dejó mella en los futuros amantes del cine japonés. Aquella chica de mirada profunda y silencio aterrador que perseguía al ejército como un espíritu, fue uno de los primeros terrores asiáticos para muchos adolescentes de aquellos años y esa forma de contar las historias entre lo paródico y la más extrema rectitud y seriedad, fue también el primer contacto de cine japonés para los que el ‘Ran’ de Akira Kurosawa se les hacía demasiado insoportable.

¿Pero qué pasa cuando el tiempo ataca una pieza como está? ¿Que ocurre en 2023 cuando un joven de 16 años se enfrenta a ‘Eclipse en el tiempo? Pues sencillamente que hay películas que pertenecen únicamente a su tiempo y no pueden salir fuera de él. Ver ‘Alien’ o ‘En busca del arca perdida’ hoy día es exactamente lo mismo que en su año de estreno, en cambio, la película de hoy sufre mucho más que las producciones Hollywood, al menos en tierras occidentales.

La presentación de personajes y su evolución, deja frío al espectador de hoy y su evolución narrativa y dramática no llega a encajar con los gustos actuales. Tampoco en términos de escenas de acción la película cuaja en esta era y ni siquiera su metraje llega a convencer al espectador más joven.

Pero aún así, resulta sorprendente para ser de 1979. Un concepto de la sci-fi más propia de los comics. Pura aventura. Unos soldados viajan al pasado, no se sabe como, y se enfrentarán a los samurais. Y ya está. No hay más vueltas de hoja, ni obsesiones con las paradojas temporales. Es una película sin complejos que dio pie a la más famosa «El final de la cuenta atrás», cuando un portaaviones de los 70 -El portaviones atómico Nimitz- viaja al pasado, días antes del ataque japonés a Pearl Harbor.

Un divertimento sin más, con escenas subidas de todo no apatas para todos los públicos y con algún planteamiento visual interesante. Acción sin complejos.