«En muchos sentidos, el trabajo de un crítico es fácil. Arriesgamos poco, porque gozamos de una posición que está por encima de los que exponen su trabajo y a sí mismos a nuestro criterio. Nos regodeamos en las críticas negativas, que son divertidas de escribir y de leer. Pero el hecho más amargo que debemos afrontar los críticos es que a la hora de la verdad, cualquier producto mediocre tiene probablemente más sentido que la crítica en la que lo tachamos de basura» (Extracto de ‘Ratatouille’ de Brad Bird). Este pedazo de la maravillosa película de Pixar me parece el homenaje más honrado que se le puede hacer a un director que luchó por llevar a la pantalla (sin éxito) algo en lo que creía (en este caso, la existencia de vida extraterrestre), y eso, pese a que la película es técnicamente desastrosa, se palpa. Tengo la sensación de que es una película hecha con cariño, con esmero, aunque sin talento. Sin embargo, lo maravilloso de un personaje como Ed Wood (conocido gracias al apelativo de ser el autor de la «peor película de la historia») es que se le recuerda por su lucha contra el «cine como negocio». Ed Wood entendía el cine como lo que es en esencia: un medio para la transmisión de sensaciones, ideas, sentimientos…un arte en definitiva. Su lenguaje cinematográfico era tan aberrantemente cutre que transmitia sensaciones totalmente contrapuestas a lo que buscaba, pero estaba hecho con corazón y con coraje. Por ello, y por su concepto del cine, la crítica lo machacaba sin piedad. Curiosamente, hoy en día pululan por la industria de Hollywood multitud de directores y productores que ven el cine como un negocio. Incompetentes a los que la crítica apoya. Sus superproducciones podrán provocar reacciones en el espectador, pero nunca podran transmitir sinceridad, porque se basan en el dinero y no en el arte. Como decía Orson Welles: «Muchas de mis películas no habrían podido ser realizadas de otra forma. O de serlo podrían haber sido mejores, pero ciertamente no serían mías». Personalmente cuando veo una película, me gusta que el director respete mi inteligencia. Por ello es por lo que hago este homenaje a Ed Wood. Por ello le doy las gracias y por ello tiene mi más profundo respeto.