Un trabajador encuentra casualmente unas gafas que permiten ver a las personas tal y como son. Gracias a ellas descubrirá que importantes personajes de la vida política y social son en realidad extraterrestres. Durante su particular cruzada podrá observar cómo estos alienígenas han ido sembrando el mundo de mensajes subliminales con los que pretenden convertir a los hombres en una raza de esclavos.
El Maestro de la Serie B nos presentó aquí una fábula anticapitalista divertidísima y a su vez muy crítica. No pocos fueron los problemas que tuvo en su día para estrenarla, pues la sociedad «Reagan – Capitalista» no vió con buenos ojos el film. A Carpenter no se le ha querido mucho en su país nunca, cosa que a él le importa poco. Pero bueno, al lío…
La película tiene 2 apartados a resaltar. Uno es el que «ves directamente», la sociedad en la que vivimos no es lo que parece, una fuerza (extraterrestre en este caso) nos domina sin que nos demos cuenta. La segunda cuestión, es la que el director «pretende que veamos» , los «malos» verdaderamente son esos personajes que están arriba y en el poder, que son peores que cualquier «bicho» del espacio. Contenido y continente.
Lo bueno de mi admirado director, es que no se queda en la simple crítica, sino que lo hace con su habitual estilo. Estilo Carpenter 100%.
Diversión ante todo, protagonista heroico (un poco convincente Roddy Pipper), el amigo bruto pero fiel, guiños al western (pelea divertidísima que recuerda a «El hombre Tranquilo»), tiroteos, saltos imposibles y demas peculiaridades marca de la casa que unos amaran y otros odiaran. El talento es el talento, y otra vez con 4 duros, y encargandose en 1ª persona del proyecto (música incluida), logró otra joyita para añadir a su genial filmografía.
Lo mejor:
La libertad del autor para tratar cualquier tema de la forma que le plazca.
Lo peor:
Por decir algo, la elección del actor protagonista (hubieramos preferido otra vez a Kurt Russel jeje)