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A pesar de su juventud, Begoña Vargas se ha destacado como una figura prometedora en la industria del entretenimiento, sumando éxitos notables en el cine y la televisión. Su más reciente incursión la lleva al mundo de “Berlín”, la emocionante precuela de “La casa de papel” que ha conquistado la pantalla de Netflix.

En esta serie, Begoña asume el papel de Cameron, una astuta ladrona que se une al grupo liderado por Andrés de Fonollosa en su arriesgada misión de saquear una casa de subastas en París.

Puede que su rostro te resulte familiar, ya sea porque la has visto en otra serie o por su vida personal. Por ello, aquí te contamos todo lo que debes saber sobre ella.

Tres Begos han cruzado sus destinos con Springfield. La preadolescente, que tenía en esta icónica firma de moda una de las paradas obligadas en sus primeros viajes a la capital para ir de compras junto a sus amigas. La modelo bisoña, que observaba fascinada cómo su rostro copaba los escaparates de esas mismas tiendas unos años después. Y, ahora, la actriz de ascenso meteórico gracias a su trabajo en películas como Las leyes de la frontera o la serie Bienvenidos al Edén, que ratifica su estatus de nuevo referente de estilo ejerciendo como embajadora de la marca que, literalmente, al vio crecer. Por eso Begoña Vargas (Madrid, 23 años), tan consciente del camino recorrido como del que queda por recorrer, no se amilana al atisbar en su horizonte un salto a tan gigantesco como Berlín, el esperadísimo spin-off de La casa de papel, que pondrá su rostro en las pantallas de millones de hogares de todo el mundo esta Navidad. Es más, su cabeza ya está centrada en imaginar a la siguiente Begoña: “Tengo muchas inquietudes y creo que si solo soy actriz me estoy autolimitando a mí misma”.

Begoña Vargas, villana de ‘Paraíso’: “Me he sentido un poco en Hollywood rodando las secuencias de acción” Begoña Vargas en ‘Paraíso’ Paraíso estrenó el pasado jueves su temporada final con Begoña Vargas como gran reclamo. Curtida en series como La otra mirada y Alta mar, y consagrada bajo la batuta de Daniel Monzón en la premiada Las leyes de la frontera, la actriz y modelo madrileña se pasa a la fantasía como la nueva villana de la ficción de Fernando G. Molina para Movistar Plus+. “Evelyn es un personaje con un power increíble, con todo su séquito de mujeres, y me encantaría ser un poco ella”, admite entre risas en una entrevista telefónica con verTele, en el marco de la promoción de los nuevos capítulos de Paraíso. Una serie que considera que “está muy bien hecha” y que a su juicio, supera el reto que suponía abrir camino en el género fantástico en la industria patria: “Me he sentido un poco en Hollywood rodando todas las secuencias de acción y las que requerían efectos VFX”, afirma. Vargas, que solo en este 2022 ha estrenado también la serie Bienvenidos a Edén y la película Centauro de Daniel Calparsoro, ambas en Netflix, valora su momento profesional actual y confiesa que necesita un verano de desconexión para “reconectar un poco más conmigo misma” y valorar qué camino le gustaría seguir, mientras en su teléfono ya ha recibido llamadas de fuera de España. “Quiero plantearme qué estoy haciendo, si es lo que quiero, y hacia dónde me gustaría ir… En estos días de vacaciones pensaré, pero quizás me apetece volver al teatro, cine es lo que más me gusta de todo, no sé si de repente me apetecería probar fuera o si es demasiado pronto…”, verbaliza. Llegas a Paraíso como el gran reclamo de esta temporada final. ¿Qué te atrajo del proyecto? ¿Ha cumplido las expectativas? No he visto la temporada entera todavía, he visto cuatro capítulos, y honestamente estoy muy contenta con el proyecto en general. Creo que Paraíso es una serie muy bonita, con un mensaje muy bonito también de fortaleza de amistad, de quererse… Y luego está toda la trama de mi personaje Evelyn y la oscuridad. La combinación de luz y oscuridad que hay en Paraíso me engancha un montón y todo el grupo de protagonistas adolescentes me encantan. Yo en mi época de 15-16 años me hubiese enganchado muchísimo. Es súper Los Goonies, de aventuras, y está muy bien hecha para mi gusto. Interpretas a un personaje con gran peso en la trama que promete ponérselo difícil al grupo protagonista. ¿Qué es lo más gratificante de estar en el bando antagonista? Lo más gratificante como actriz es la fantasía de hacer un personaje villano que tiene poderes y que dentro de que es mala tiene su corazoncito de humana. Aunque tenga 300 años y lo haya vivido absolutamente todo, es una tía que actúa por un motivo muy humano, por amor y por dolor. Me lo he pasado súper bien interpretando a Evelyn, ha sido súper divertido. Además es un personaje con un power increíble, con todo su séquito de mujeres, y me encantaría ser un poco ella. ¿Como espectadora sueles tener predilección por los villanos? Depende de la historia. Como espectadora no sé… porque aunque el villano sea muy guay, al estilo Cruella que es súper fabulosa, también es muy mala. Tiene que ser una villana que aunque sea mala me caiga bien. Otras veces quiero que gane el protagonista porque sufre, pero hay veces que los villanos sufren más. La fantasía y la ciencia ficción son géneros pocos explorados por la ficción española. ¿Crees que esta temporada final de Paraíso está a la altura del reto que suponía abrir camino en este terreno? Sí, creo que sí. Yo me he sentido un poco en Hollywood rodando todas las secuencias de acción y las que requerían efectos VFX y demás. Era muy loco, porque Fer [Fernando G. Molina, el director] me explicaba lo que iba a aparecer después porque en el momento no estás viendo nada, te lo tienes que imaginar todo y que luego se vea real. Y todo lo que rodamos con arneses para salir volando, o cuando mataba a algún personaje con la mirada… ha sido curioso, y lo poquito que he visto me parece súper guay. Tras el estreno de la primera temporada hubo muchas comparaciones con Stranger Things, y también evocó a un suceso real como el caso Alcàsser. ¿En esta segunda temporada consigue desmarcarse de esos referentes para tener una mirada más propia y personal? Sí. El mundo Paraíso es el mundo Paraíso y no se ha visto antes. Están los ‘no muertos’, los fantasmas, los seres humanos normales… y esta es la gracia de la serie. Si entras en el mundo Paraíso y te gusta, lo entiendes todo. Obviamente hay referentes claros a nivel estético, pero en cuanto a trama realmente no veo parecido con Stranger Things. Allí el enemigo es como un bicho que no se sabe ni lo que es, en Paraíso son personas que convives con ellas y en mucho tiempo nadie se ha dado cuenta de que eran ‘no muertos’. Hay personajes que de repente se dan cuenta de que familiares directos lo son, es muy fuerte. Siento que en ese sentido el mundo Paraíso se te mete más en casa, lo puedes vivir desde un lugar más cercano. Tras años abriéndote paso con papeles en diferentes series, podría decirse que tras Las leyes de la frontera ha llegado tu momento. ¿Cómo definirías tu momento profesional actual? Estoy muy agradecida por todo el trabajo que siento que se me ofrece y por todos los personajes tan distintos que estoy pudiendo hacer porque es una suerte y una maravilla. Ojalá siga así mucho tiempo, con personajes que me hagan muy feliz y con compañeros como los que me estoy encontrando en la industria. He trabajado con gente de la que he aprendido mucho, me han enseñado muchas cosas sobre la profesión y sobre la vida, y ojalá este momento dure. Llama la atención que la mayoría de tus grandes papeles son en proyectos de época. ¿Es fruto de la casualidad, del momento, o de una predilección particular por historias que no están ambientadas en la actualidad? ¡Pues no lo sé! Creo que ha sido un poco casualidad. La de Las leyes de la frontera sí que es una época que me vuelve loca, no sé si es que viví allí y me he reencarnado ahora, ¡pero es que me flipa! Pienso que tenía que haber nacido entonces. Pero por ejemplo los años veinte no es una época que me encante como tal, en España fue un momento duro y oscuro, pero me pareció interesante encontrarme ahí. Lo guay de este trabajo es poder hacer personajes de épocas que yo como Begoña en la vida viviría, pero como “Pepita” sí. Me parece súper divertido. Siendo una de las actrices de moda de tu generación, acumulando elogios y encadenando proyectos, ¿cuesta tener los pies en el suelo? Realmente como he pasado estos dos últimos años trabajando, tampoco me he parado mucho a pensar qué estoy haciendo, ni hacia dónde voy, ni qué necesito yo como persona. Ha sido como “trabajar, trabajar, trabajar”, y hay un punto que casi no piensas en ti como individua más allá de tu profesión. Este verano me lo voy a dar para mí, voy a descansar, a resetear un poco cuerpo, mente y alma para poder volver en septiembre con el doble de pilas. Me apetece reconectar un poco más conmigo. Y obviamente, si hay algo que me tiene con los pies en el suelo es mi familia, mis amigos, la gente de la que me rodeo que me quiere, mi perrita… todas estas cosas te mantienen en tierra y me siento afortunada de tenerlos. A nivel profesional, ¿cuáles son tus aspiraciones actuales? No lo sé, es algo sobre lo que quiero pensar. Quiero plantearme qué estoy haciendo, si es lo que quiero, y hacia dónde me gustaría ir… En estos días de vacaciones pensaré, pero quizás me apetece volver al teatro, cine es lo que más me gusta de todo, no sé si de repente me apetecería probar fuera o si es demasiado pronto… ¿Has recibido llamadas de fuera? Pues… sí y no. No ha sido algo claro, pero sí me han llegado pruebas. Todo muy light.

A algunos periodistas les sentó mal que Netflix promocionase Bienvenidos a Edén fletando aviones a Ibiza y llenándolos de influencers. Nada que no haya pasado antes. Y desde luego no será ésta una serie que no haya hecho también campaña en medios tradicionales. Pocos productos de Netflix lo han intentado tanto. Pero que Bienvenidos a Edén sea bastante mala no juega a su favor. Ni que trate sobre una isla que atrae a jóvenes con promesa de fiesta y evasión para una vez allí tenderles una trampa. El chiste con los influencers volando a Ibiza se hace solo.

Hacía yo el otro día otro chiste sobre cómo podría existir ya el equivalente televisivo de esa inteligencia artificial capaz de dibujar lo que tú le pidas. Una plataforma, llamémosla Netflix, encarga una serie que tenga unos determinados elementos y esa empresa responde a la petición perfectamente. Bienvenidos a Edén es el enésimo ejemplo de serie cuyo proceso de gestación parece haber sido ése. Firmada por Joaquín Górriz y Guillermo López Sánchez, la serie tiene un montón de elementos que bien podrían haber salido de un informe de consumo de la plataforma: jóvenes, isla, fiesta, torsitos, misterio, influencers, tecnología y Amaia Salamanca. Ahí los tienes, ahora hazme una serie. Esa serie es Bienvenidos a Edén y, efectivamente, es un déjà vu constante. Todo parece ser una copia barata de algo que has visto en otros sitios: en Raised by Wolves, en Black Mirror o en Élite, qué más da. A la hora de emitir sus informes, la máquina no distingue de dónde vienen los números.

Suma y sigue la ficción española en Netflix. El 6 de mayo llega a la plataforma ‘Bienvenidos a Edén’, una serie de ocho capítulos con ingredientes para entrar directamente entre ‘lo más visto’. Y sin haberse estrenado todavía, ya tiene asegurada una segunda temporada.

Este thriller dirigido por Daniel Benmayor y Menna Fité cuenta con un reparto muy coral, así que, en representación de todos los protagonistas, Amaia Salamanc a y Begoña Vargas han sido las encargadas de presentarlo en ‘El Hormiguero’.

En el programa de este martes 20 de abril, las actrices han avanzado la trama de ‘Bienvenidos a Edén’. «Cuenta la historia de unas personas que reciben un mensaje de ‘¿eres feliz?’, y a través de una fiesta que hace una bebida llamada Edén las invitan a una isla paradisiaca. Llegan ahí, pero luego no se sabe qué pasa con ellos. Salir es más complicado», ha adelantado Salamanca.

Intentando con mucho esfuerzo no hacer ‘spoilers’, Su compañera de reparto ha asegurado que cómo empieza y cómo acaba la serie «es otro mundo», apuntando que «la fantasía de es que nadie se imagina de qué va».

A Pablo Motos le ha llamado la atención el calificativo «fantasía» que ha pronunciado la invitada. «Este lenguaje ha cambiado», ha comentado el presentador.

Media España ha visto ya la última película de Daniel Monzón, Las leyes de la frontera y, después de disfrutarla (y mucho), lo primero que la mayoría se pregunta es: «Pero, ¿quién es esta chica?». Para ellos y para todos los que estáis a punto de ver este título del cine quinqui 2.0 que estos días arrasa en Netflix, hemos hablado y fotografiado a Begoña Vargas (Madrid, 1999), la actriz detrás del personaje de Tere. Quédate con su nombre, porque cuando la veas en acción no le vas a poder quitar los ojos de encima.

Porque actores de nueva hornada salen muchos cada temporada, pero muy pocos consiguen eso de comerse la pantalla nada más aparecer en escena. Begoña es de estos últimos. Si te enganchaste a Paraíso, la serie de Movistar+ con segunda temporada a la vista, o ya visionaste Las leyes de la frontera, la adaptación de la novela de Javier Cercas que firma el director de Celda 211 y El Niño, sabrás que es cierto. Para los despistados, aquí una pequeña muestra de una mujer que con solo 22 años tiene casi medio millón de seguidores en redes sociales y las ideas muy claras.

“Me ha costado llegar hasta aquí, me lo he currado mucho. Lo digo porque es verdad. He trabajado duro. Empecé desde muy pequeña porque siempre tuve claro que quería ser actriz. No sé de dónde me viene, pero nací con ello [risas]”.

Dice que con cuatro años, viendo Los Serrano, le preguntó a su madre, enfermera, que dónde tenía que apuntarse pasa salir ahí. Lo recuerda haciendo hincapié en la idea de que con esos años uno no piensa ni en fama ni en dinero porque aún no sabe de qué va todo eso. “Fue un sentimiento puro, desde las tripas”, subraya. Y así es como la apuntaron a baile, porque en Loeches, el pueblo de Madrid donde nació, no había clases de teatro. “Años más tarde se creó un grupo de teatro y fui de cabeza, claro. Esos primeros ejercicios de improvisación, de expresión corporal, de interpretar a animales fueron flipantes, una fantasía. Si aquello era un trabajo, yo quería hacer eso toda la vida”. Entonces ya había cumplido los siete. Con 13 ya formaba parte del elenco de la obra de teatro Los miserables, toda una hazaña personal para una niña que, casting tras casting, recibía un no por respuesta. “Siempre me decían: ‘No vales, no puedes… NO’. Pero yo nunca me vine abajo. Si la gente no creía en mí no era mi problema, era el suyo [risas]”.

Lo dice sin resentimientos y agradecida porque sabe que aún no estaba lo suficientemente preparada. Pero eso ya no le pasa. Gracias a su hiperactividad “y a mis ganas de comerme el mundo”, asegura, no para de formarse. “Soy una artista 360, como dice Paquita Salas [risas]. Soy inquieta, hiperactiva, con muchísima energía… He aprendido a hacer escalada, esgrima, a montar a caballo… Ya no me pillan en un renuncio”.

Cabalgando como una amazona la veremos muy pronto en la nueva serie de Netflix Bienvenidos a Edén, y Daniel Calparsoro la ha fichado para su peli Centauro, un thriller de acción vertiginosa en el que comparte protagonismo con Álex Monner. “He tenido un año de locura con tanto rodaje, pero no quiero parar. Mi trabajo es mi prioridad absoluta”.

Además baila hip hop [echa un vistazo a su Instagram y disfruta], es imagen de Nina Ricci y Tommy Jeans porque le chifla la moda, y es una fan entregada del cine francés y el anime japonés. “El viaje de Chihiro, El castillo ambulante, De óxido y huesos, Dos días, una noche… Me encantan las películas con sentimientos verdaderos”. Y encima tiene buen gusto.

Espectacular con un sofisticado diseño asimétrico de pedrería en color negro, Begoña Vargas se ha convertido en una de las mejor vestidas de la Gala de los Fotogramas de Plata, celebrados este lunes en el Casino de Madrid.

   Tranquila tras su ruptura el pasado verano con Óscar Casas después de dos años de discreta relación y en una etapa profesional «muy bonita» en la que no deja de encadenar un proyecto con otro – acaba de estrenar ‘Las leyes de la frontera’ – Begoña confiesa que no acaba de creerse todo lo que ha vivido a nivel profesional en los últimos meses: «estoy viviendo tantas cosas que todo es increíble», afirma muy agradecida de que la consideren una de las jóvenes promesas del cine español del momento. «Me gusta ponerme metas pero no son descabelladas; pasito a pasito», afirma con los pies en el suelo y todavía acostumbrándose a la expectación que despierta cada uno de sus pasos.

    Con un nuevo proyecto del que todavía no puede desvelar nada, la actriz desvela que está «súper feliz» después de su sorprendente ruptura con Óscar Casas y sin ganas de buscar el amor por el momento: «Es que esto no se busca, llega, es como si llega y toca la puerta, pues ya está, nunca he buscado esto, dejo que la vida me dé lo que me tiene que dar». «No me voy a cerrar a cosas, pero tampoco voy buscando algo concreto. Me dejo sorprender», afirma.

La actriz, que ha destacado por su papel en la nueva película de Daniel Monzón, tampoco se ha olvidado de comentar a Pablo Motos el espíritu cinematográfico que ha rescatado ‘Las leyes de la frontera’.

Si algo no le falta a ‘Las leyes de la frontera’, la nueva película de Daniel Monzón, es talento joven. Ahora bien, en su elenco destaca especialmente Begoña Vargas, de 21 años, que lleva un par de años ganándose a pulso el calificativo de ‘revelación’ en el cine y la televisión de nuestro país. También en Instagram, donde acumula más de 400.000 seguidores y donde sus vídeos de baile se han convertido en una auténtica sensación. La de Monzón es tan solo su segunda película en la gran pantalla, pero su futuro augura muchas más alegrías.

Begoña Vargas desvela cómo se encuentra tras su ruptura con Óscar Casas. Tras más de dos años de amor, los jóvenes han decidido poner punto y final a su historia de amor y la actriz, de 21 años, se ha centrado en el trabajo. Esta misma semana la hemos visto acudir a la entrega de los premios Platino donde confirmó su ruptura y explicó que guarda buen recuerdo de su relación y que le desea lo mejor a su ex con el que comparte profesión. Además, Begoña también ha presentado su nueva película, ‘Las leyes de la frontera’, una historia dirigida por Daniel Monzón que ya se puede ver en los cines.

En ‘Las leyes de la frontera’, donde comparte protagonismo con Marcos Ruiz y Chechu Salgado, Begoña da vida a la Tere y solo tiene buenas palabras para su personaje. «Tere es una mujer increíble, arrolladora, es un personaje que cualquier mujer estaría encantada de interpretar. Es muy distinta a mí, pero me encantaría ser ella en la vida real», comentó y explicó que el equipo ha hecho mucha piña durante el rodaje en Barcelona. «Hicimos súper piña todos, somos una banda total, yo los quiero un montón», añadió.

Un grupo de jóvenes y un sentimiento de rebeldía, de encontrar el primer amor y buscar la libertad. Las leyes de la frontera, lo nuevo de Daniel Monzón, se ambienta en los años 70, pero los protagonistas bien podrían pertenecer a la juventud de ahora. «Hay una conexión entre el momento actual, tanto estéticamente como existencialmente, que acerca ambos momentos», cuenta a SensaCine el director de Celda 211 y El Niño en el Festival de Cine de San Sebastián.


Las leyes de la frontera, la adaptación de la novela homónima de Javier Cercas, llega a las salas de cine este viernes, 8 de octubre, después de clausurar la Sección Oficial de la 69ª edición del certamen donostiarra. En plena transición española, el filme sigue a Nacho Cañas, un joven de clase media que se enamora de Tere, una quinqui por la que se meterá dentro de la banda del Zarco. El protagonista pasa de ser un joven inocente que sufre ‘bullying’ a convertirse en un delincuente más.

Para dar vida a esos jóvenes de los años 70, el director contó con tres actores para los que este filme parece suponer un antes y un después en sus carreras. Puede que sea con una nominación a los Goya o como forma de darle un empujón a su futuro en la industria. Se trata de Marcos Ruiz (Madres. Amor y vida), Begoña Vargas (Malasaña 32) y Chechu Salgado (Patria): Ignacio, Tere y Zarco; respectivamente.