El condado de Pei (Peixian) está bajo la administración de un rey salvaje y peligroso (Zheng Kai). El comandante militar de su ejército (Deng Chao), aunque ha demostrado su valía en el campo de batalla, se ve forzado a emplear toda clase de sucias estratagemas para poder sobrevivir a las traiciones que se suceden en la corte del rey. Para ello ha creado una «sombra» (interpretada por el propio Chao), un doble que es capaz de engañar al mismísimo rey y a sus enemigos cuando la situación lo requiere. Cuando el rey y el comandante deciden asediar la ciudad amurallada de Jing, comenzará un combate sin igual que sacudirá los cimientos de la corte de Peixian.
El argumento no es para nada predecible en su conjunto, y muy entretenido sobre todo. Es cine fantástico ambientado en la Antigua China, con un universo propio que rebosa imaginación y detalle. Aunque debo admitir, que al principio la trama me resultaba confusa, pero una vez te metes ya es imposible salir hasta el final, te mantiene pegado a la butaca del cine. Dentro de esta ficticia China llena de épica, los elementos que marcan el devenir de los protagonistas son de lo más clásicos al ser humano: amor, honor, ambición y traición entre otros.
El apartado que sin duda más me ha cautivado: la iluminación sigue un mismo patrón de oscuridad, todas las escenas de exteriores en lluvia pesada, y de interiores mayormente muy sombrío; y el sonido es también muy destacable, sobre todo en escenas de acción, consigue estremece
La recreación de edificios y localizaciones es sencillamente impresionante; además de su vestuario, que es precioso, muy ornamental y sobre todo con mucho esmero; sobresalen las armas, con especial mención a los paraguas (no, no me he equivocado, aparecen paraguas como objeto de lucha). Merece una mención aparte el de las luchas, y al ser un filme de artes marciales las coreografías son asombrosas. No esperéis combates tradicionales del estilo Bruce Lee o Jackie Chan, esto es otra cosa.
Si habéis visto La casa de las dagas violadoras os podréis hacer una idea de lo que os vais a encontrar, en el caso contrario, id al cine y dejaos sorprender. Con armas de lo más peculiares, la acción se hace poco predecible y muy diferente a la idea preconcebida de lo que son artes marciales.
Quiero incidir otra vez en los escenarios, porque son impresionantes. Desde los palacios a las zonas de combate son magníficos. Con un cuidado de cada detalle, que te transporta directo allí. Y todo esto sumado a ese tono oscuro que he mencionado, hace que sea muy especial y preciosa.
Los actores están muy consistentes en sus roles, me parece magistral tanto la creación de cada personaje y su idiosincrasia, como la ejecución de los mismos.
Es una actuación muy coral, sin grandes estridencias, y sin sobresalir ninguno de ellos por encima del resto, están todos genial. Como podréis imaginar, la cinta me ha encantado. Es entretenida, original, con una escenografía y fotografía impresionantes (decorados, vestuario, armas, iluminación… todo destacable). Vuelve el mejor Zhang Yimou con una sensacional película de acción, fantasía y artes marciales; con intrigas, guerra de familias, amor y honor.