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Crítica videoclub ‘La mujer explosiva’

Dos jóvenes nerf poco populares en su mundo y escuela deciden crear una mujer en su computadora. Esta resulta ser una preciosa y salvaje dama con poderes para alterar la realidad. Gracias a ella realizarán una megafiesta casera donde conocer el amor y ser atacados por algunos de los villanos más salvajes del cine, incluido los de Mad Max. Esto señores es el hilarante argumento de La mujer explosiva, algo imposible de imaginar en estos absurdos tiempo de realismo, correctismo política y seriedad.

En 1985 el director y guionista John Hughes fue capaz de escribir y dirigir dos películas como La mujer explosiva y El club de los cinco. Hughes no era un prodigio ni un maestra en las labores de dirección, pero, era un auténtico talento creativo a la hora de idear historias donde el surrealismo, los jóvenes, la vida cotidiana, lo salvaje y lo imposible se daban la mano de tal forma que todo parecía coherente y lógico.
Hoy recordamos La mujer explosiva quizás no su mejor película pero si la más salvaje, ochentera y posiblemente de culto de todas las que filmó.

John Hughes da rienda suelta a su imaginación y hace que cobre vida una de las mayores fantasías adolescentes: conseguir crear a la mujer perfecta.

‘La mujer explosiva’ es un clásico de la comedia juvenil ochentera, un clásico de mi niñez. De esas que estaban en su caja VHS llena de polvo esperando su turno. Una vez más, el rey de la comedia juvenil, John Hughes, nos deleitaba con las aventuras de estos adolescentes con muchas dudas sexuales por resolver en la figura de la mujer explosiva, una Kelly LeBrock despampanante, sumisa y con unas curvas dignas de admiración, que ayudará a estos vergonzosos jovenzuelos a dejar la timidez a un lado para adentrarse por los senderos de esa ciencia extraña (weird science) llamada amor.
En definitiva, otra joya más, marca de la casa (qué grande eras, Hughes!), que deja un muy buen sabor de boca gracias a su frescura y a la chispeante y fantástica historia de estos dos mamoncetes que fueron la envidia de todo chaval de aquel entonces.

El actor Anthony Michael Hall vuelve ha estar tan formidable como en «Dieciséis Velas» pero el mayor atractivo de la cinta es ver a una preciosa Kelly LeBrock que se convirtió en mito erótico al instante! Por otra parte podemos ver a Bill Paxton y Robert Downey Jr. cuando aún eran actores desconocidos en papeles secundarios.

Pero dicho esto, lo más trágico del filme es su poca repercusión en la historia del cine. La mujer explosiva es para el mundo una de esas entretenidas historias o películas que podíamos alquilar en los videoclub de barrio, pero, vista hoy, el filme va mucho más allá y cierto que no por su aspecto técnicos o artísticos, en los cuales la obra apenas destaca, pero, si por su concepción y significado de lo que debe ser también el cine aparte de arte y taquilla.
La mujer explosiva es un grito a la libertad creativa, una película capaz de saltarse todas la reglas de lo ético y lo moral, capaz de no tener un público fijado en su momento de gestación. Es un caballo desbocado, cine por cine.

Así como ya hemos dicho, vista hoy día ya no es una película con la que sonreír y recordar otra época. Vista ahora es una de esas joyas del cine que quizás alguna vez en la historia alguien con repercusión la sitúe en el sitio que le corresponde y ese es ni más ni menos que las obras maestras del cine del culto, más concretamente las ubicadas en los años 80.